México D.F. Lunes 5 de abril de 2004
La decisión, de cara al debate en la
ONU sobre la situación de los derechos humanos
El gobierno de Cuba muestra sus reclusorios a la prensa
extranjera
En los penales hay un médico por cada 200 reclusos
y un dentista por cada 900 presos
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 4 de abril. El Ministerio del Interior
(Minint), quizá el organismo del gobierno de Cuba más hermético,
abrió ligeramente una ventana informativa para permitir a periodistas
extranjeros asistir a una reunión interna sobre medicina penitenciaria
y visitar unidades médicas en dos cárceles de esta capital.
La extraordinaria decisión coincidió con
las tensiones que en esta época del año dominan la agenda
cubana de política exterior desde hace más de una década,
al aproximarse el debate sobre la isla en la Comisión de Derechos
Humanos de Naciones Unidas.
La prensa extranjera acreditada en La Habana fue invitada
la semana anterior a las sesiones de dos días del Primer Congreso
Cubano de Medicina Penitenciaria, el Primer Taller de Estomatología
en los Establecimientos Penitenciarios y la Primera Jornada Nacional de
Medicina Tradicional en el Minint.
No fue posible precisar si en el pasado periodistas extranjeros
pudieron atestiguar una reunión de ese ministerio.
La
esencia del mensaje fue que el gobierno cubano mantiene condiciones dignas
en las prisiones, se empeña en ofrecer al recluso una oportunidad
de reinserción y desarrolla programas educativos para los internos.
Ante decenas de hombres y mujeres con uniformes en tonos
verdes, el teniente coronel Terencio Batista informó que en los
penales cubanos hay un médico por cada 200 reclusos y un dentista
por cada 900 presos.
También reportó que hay un hospital nacional
en el centro penitenciario Combinado del Este, en los linderos de La Habana
(occidente), y otros cuatro en cárceles de las provincias Villa
Clara (centro) y Holguín, Granma y Santiago de Cuba (oriente).
La teniente coronel Rosa Campoalegre informó sobre
un programa de educación audiovisual en las prisiones, y dijo que
este año empezó un curso para formar enfermeros entre los
presos.
Un reporte anónimo presentado en el encuentro indicó
que el recluso de nuevo ingreso pasa por un examen obligatorio de VIH-sida.
Si resulta positivo, queda aislado en la cárcel hasta su traslado
a una de las tres "prisiones habilitadas", en San José de las Lajas,
Provincia La Habana (zona rural próxima a la capital), Camagüey
(centro-este) y Holguín.
El preso seropositivo que queda en libertad "será
presentado en el sanatorio provincial y llevará consigo un resumen
de su historia clínica", indicó el informe.
Igual que en el resto del mundo, la tuberculosis resurgió
en Cuba en la pasada década, con su repercusión en las prisiones,
explicó una ponencia de cinco médicos oficiales.
Entre 1992 y 1994, la fase más dura de la crisis
económica que siguió a la desintegración de la Unión
Soviética, la incidencia de la enfermedad en las prisiones fue "elevada",
luego quedó bajo control y empezó a descender, señaló
el informe, sin precisiones.
También se reportó el empleo, investigación
y enseñanza elemental de medicina natural y tradicional en las cárceles.
La doctora del Minint Olga Romero expuso en una conferencia
la política de reinserción social definida así: "El
proceso que de forma dirigida influye sobre la personalidad del comisor,
sus valores y normas de conducta, para lograr transformaciones o modificaciones
de conciencia, con el fin de que éstos se adapten y coincidan con
las socialmente aceptadas".
Aunque La Jornada pidió la información,
no recibió respuesta oficial sobre el número de prisiones
que hay en Cuba, su división por grados de seguridad, los criterios
para distinguir entre éstos y la población penitenciaria.
Una oficial interlocutora de la prensa dijo al corresponsal
que esos no eran temas del congreso.
El activista opositor Elizardo Sánchez, quien estuvo
preso más de ocho años y ha recabado información empírica
sobre el sistema carcelario, dijo a este diario que por medios indirectos
calculaba unos 200 sitios de internamiento en el país y entre 60
mil y 100 mil presos, en una población de 11 millones de habitantes.
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