Registró la marca en marcha de 50 kilómetros e irá a sus primeros Juegos Olímpicos

Me di una segunda oportunidad, dijo Mario Iván Flores

ROSALIA A. VILLANUEVA

En cinco meses Mario Iván Flores Hernández dejó la escuela y su trabajo de vendedor de libros para darse "una segunda oportunidad''. Regresó a la marcha en la prueba de 50 kilómetros que nunca había caminado y que ahora lo llevará a sus primeros Juegos Olímpicos en Atenas.

El andarín de 25 años de edad se compromete a trabajar bien para hacer un buen papel en la justa veraniega, pues no le gustaría arriesgarse a prometer que ganará una medalla.

Su objetivo está para el siguiente ciclo olímpico en Pekín 2008, porque todavía tiene mucho camino que recorrer.

Dijo que sería muy complicado exigirse en una prueba en la que apenas está incursionando y en la que para los más experimentados el resultado que tuvo en el selectivo de Tijuana sorprendió al quedar en tercer lugar con 3:48.37 horas, cumpliendo con la marca mínima para ir a Grecia.

"Para muchos fue una sorpresa, para mí no, porque entrené fuerte, mental y físicamente para dar la marca a JO. Sabía que podía y lo logré, y ahora que tengo mi lugar hay que seguir trabajando'', dijo el andarín, quien regresará a Bolivia a continuar su preparación de cara a Atenas.

Mario Iván comenzó en la marcha desde niño. Su madre, Alejandra, lo acompañaba a sus entrenamientos en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, y ayer no fue la excepción. En 1989 ganó bronce en el Mundial Juvenil de Francia en la prueba de 10 kilómetros. Tenía 19 años.

"Ya había dejado de entrenar, empecé a estudiar la prepa y trabajé en la librería Gandhi (de Satélite); soy padre soltero, tengo una niña de un año y cinco meses, mi situación era difícil.

"Sabía que tenía que darme una segunda oportunidad y regresé hace cinco meses con el apoyo de mis padres y por fortuna logré mi meta.''

La sensación de haber estado momentáneamente encabezando el selectivo con andarines de prestigio como el español Jesús García, subcampeón mundial en la distancia, y con sus compañeros veteranos Germán Sánchez y Miguel Angel Rodríguez, también clasificados, fue como un aviso y "una manera de demostrarles lo que estamos trabajando y que no soy una estrella fugaz'', manifestó.