ASTILLERO

Julio Hernández López

Carlo Sahuma de Gortari

Fin de vacaciones
Vuelta a los negocios
El Código La Habana

NO HAY QUE ceder el paso a la tentación facilona (recuérdense las enseñanzas de periodismo del maestro Como Leo Go Doy) de creer que la detención de Carlos Ahumada en Cuba demuestra radicalmente que el gobierno foxista no tuvo nada que ver en el armado de los videoescándalos. (Para alejar a sus lectores de esa interpretación superficial, Astillero se atreve a sugerir un castigo extremoso: aceptar sin más esa primera lectura sería emparentarse intelectualmente con la rápida y alegre exégesis elaborada por el candidato totalmente falaz(io), el siempre sonriente Santiago Creel.)

VALE LA PENA, en cambio, considerar la posibilidad de que al seductor Señor de los Videos le fuese realmente necesario reasumir sus funciones ejecutivas luego de 40 días de vacaciones forzadas en que sus principales negocios han sido maltratados sin que su dueño estuviera en condiciones de oponer recursos de defensa y de manejar opciones de rescate. De seguir prófugo, Carlo Sahuma de Gortari vería disminuir su patrimonio y el control de su grupo constructor (que tiene muchas deudas -se habla aquí de las económicas- por cobrar), del nuevo boletín de las fuerzas armadas, llamado El Independiente, y de los equipos profesionales de futbol Santos y León, más varios negocios similares y conexos. Es decir, en términos de pesos y centavos, a Carlos (Ahumada, no Salinas) le conviene más estar localizable por un buen tiempo (se habla de dos años como posibilidad máxima) en una oficina caribeña con rejas que ver en libertad cómo su masa patrimonial es disputada por acreedores, socios mal pagados, autoridades sabidamente especializadas en aprovecharse hasta el exterminio de bienes judicialmente intervenidos, y zopilotes varios que rondan sobre los negocios hasta ayer aparentemente abandonados.

HAY ALGO MAS que deben haber valorado positivamente los buenos abogados que están a disposición de Ahumada (el jefe Ahudiego y los consejeros jurídicos de Salinas, por ejemplo): el hecho de que el gobierno federal debe fijar por vez única los cargos de los cuales acusa al Carlos corruptor (se habla aquí, en este momento, de Ahumada), sin posibilidad de cambiarlos o agravarlos más delante, pues los convenios de extradición establecen reglas claras al respecto. Es decir, Ahumada habrá de congelar las posibilidades de que se le acumulen presuntas culpas y podrá enfrentar en mejores condiciones los procesos que se le instauren, aspirando así a que en cuestión de pocos años pueda reintegrarse triunfador a los negocios mexicanos, con su riqueza protegida desde ahora y eventualmente con un expediente judicial limpio o, bueno, poco sucio (como ha sucedido antes con tantos otros empresarios exitosos en eso de hacer transas y luego aparecer como virtuales inocentes, apenas lastimados con alguna sanción menor o abiertamente beneficiados con el manto de la impunidad: si Angel Isidoro Rodríguez, alias El divino, puede hoy ser el antitético productor de la película Zapata, y figurar como extra en ella, Ahumada podrá más delante producir Robles, los árboles sembrados, aunque allí él en un papel innegablemente protagónico).

LO QUE, EN CAMBIO, no parece tener vuelta de hoja es el factor Salinas. El gobierno cubano ha sido sospechosamente solidario con Carlos Salinas de Gortari a lo largo de los años recientes, permitiéndole que convirtiera la isla en una de sus estaciones fundamentales de trabajo. Aun cuando se ha hablado de la necesidad del régimen castrista de inversiones económicas que el dinero mal habido del ex presidente mexicano estaría promoviendo o encabezando, lo cierto es que nunca se han sabido las razones por las cuales La Habana se convirtió en un centro de operaciones del paradójicamente muy mentado innombrable. Ahora, al saber, como todo apuntaba (entre otras cosas, aquel viaje delator de 24 horas de Rosario Robles a la isla, en el avión del propio Ahumada), que Cuba fue el refugio escogido, sería bueno que la isla diera a conocer las claves de ese Código de Gortari que hasta ahora ha pretendido mantener en secreto. Castro-Salinas-Diego sería una ruta posible, en la que, en un descuido, un cuarto pasajero, Vicente, ni siquiera se habría dado cuenta de que se lo habrían llevado nuevamente a un baile cuyos pasos antipejes, desde luego y definitivamente, le encantan.

ASTILLAS: EL GOBERNADOR DE Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, está muy enojado con el PRD porque un acuerdo del pasado congreso nacional le impediría a su esposa, Maricarmen Ramírez, seguir sacrificándose por un estado al que apenas hace unos cuantos años llegó. Dado que los recursos públicos de la entidad tienen uso mancomunado de esta pareja gubernamental tlaxcalteca, poco debe asombrar que Alfonso haya usado una rueda oficial de prensa para informar de los enojos propios y de su cónyuge, y para anunciar que recurrirán a los tribunales correspondientes para demandar la anulación de esa ingrata resolución perredista que impide que familiares, concubinas y demás parentela cercana puedan aspirar al mismo cargo que esté dejando algún perredista encaramado en el poder. Poncho y Maricarmen tienen razón en protestar por la malevolencia del sol azteca: cinco años atrás les fue prestado el membrete de ese partido para que el primero llegara a destrozar la política y el erario de la entidad y, en el camino, el mismo partido permitió que la esposa del gobernador fuese acomodada en las planillas de senadores para que ganando o perdiendo en las urnas llegara a esa cámara federal, como lo hizo a título de la "primera minoría". Ahora que ya están encariñados con las mieles del presupuesto, y que se habían acostumbrado al boato y el despilfarro, les salen los congresistas del PRD con que no se valen las relecciones familiares. Digo, qué poca seriedad del tal Perderé. Con razón están tan enojados los esposos que aspiraban a completar una docena trágica en Tlaxcala... Y, mientras la señora Marta luce lindos vestidos en la pasarela político-cultural de Washington, šhasta mañana!

Fax: 5605-2099 [email protected]