México D.F. Domingo 28 de marzo de 2004
Aeropuerto capitalino
Semáforos fiscales disminuyen 80% el tráfico hormiga
En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el contrabando hormiga, practicado por pasajeros nacionales que retornan del extranjero, ha disminuido entre 80 y 90 por ciento a 10 años de que fueran instalados los semáforos fiscales en las áreas de revisión de equipajes, asegura José Noé Garduño Fernández, subadministrador de salas de revisión y orientación a los pasajeros de vuelos internacionales.
Comentó que cuando los semáforos fueron instalados, los viajeros cayeron en un estado de confusión porque ignoraban qué artículos comprados en el exterior podían introducir sin pagar impuestos. La mayoría no sabe que fiscalmente les está permitido traer productos que de manera global no rebasen los 300 dólares, y que a partir de esa cantidad y hasta menos de 4 mil dólares por individuo, bastará pagar 17 por ciento del valor como impuesto, sin temor a ser considerado como contrabandista, o que sea multado o detenido.
Los semáforos fiscales, explica Garduño Fernández, le brindan al pasajero internacional la oportunidad de oprimir un botón que automáticamente enciende un foco verde o rojo; si es el primero, su menaje no es revisado. Si prende el segundo, debe abrir sus maletas para que un agente aduanal las inspeccione.
Si los artículos que transporta tienen en conjunto un valor inferior a 300 dólares, no hay problema; si rebasa dicha cantidad pero no los 4 mil dólares, entonces tiene que pagar 17 por ciento de impuesto, mas si los productos superan dicha cantidad, entonces se exige al pasajero que tramite un permiso de importación, mientras, sus propiedades quedan confiscadas y almacenadas en un lugar especial, informa el funcionario aeroportuario.
El conocimiento de lo anterior, luego de una década de que dicho sistema de revisión aleatoria fuera puesto en operación, logró que los viajeros que llegan del exterior tomaran conciencia y ya no trataran de sobornar a los agentes fiscales o a su vez ser atracados por aquellos bajo la amenaza de que sus compras de artículos no podían pasar y les iban a ser decomisados, salvo que dieran alguna cantidad de dinero como "regalo". TRIUNFO ELIZALDE
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