España, ejemplo en la atención a víctimas, considera

Falta mucho por hacer para mitigar el maltrato a mujeres: investigadora

CAROLINA GOMEZ MENA

Tras referir que a finales de este año la administración federal prevé tener listo el Programa Nacional de Derechos Humanos, en el cual estará incluida la violencia familiar en contra de la mujer y los niños, Dolores Muñozcano Skidmore, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró que en el país "falta mucho por hacer" para afirmar que realmente este fenómeno está a la baja.

Al participar en el noveno simposio Prevención y refugios temporales, una alternativa y una necesidad ante la violencia familiar, la especialista comentó que el modelo existente en España, en el cual el ilícito se castiga con celeridad y contundencia, y al agresor se le saca del hogar y recibe tratamiento para que no reincida, es un buen ejemplo que debería ser analizado por las autoridades nacionales.

Las cifras sobre la violencia familiar son diversas, algunos estudios indican que una de cada cinco mujeres la experimenta; otros apuntan que poco más de 30 por ciento de los hogares la padecen, y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, 80 por ciento de la mujeres del mundo sufren la violencia en sus diferentes modalidades: física, emocional, patrimonial, sicológica y sexual.

De acuerdo con datos divulgados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la violencia familiar es uno de los principales problemas que enfrentan las familias latinoamericanas, junto con el desempleo y la desintegración. La pobreza y el desempleo generan tensiones y contradicciones, y el hombre siente que se "socava su identidad masculina".

Aunque lo ideal es que las mujeres agredidas no sean las que abandonen el hogar para romper el círculo de violencia, y la mayor parte de las veces para "salvar su vida y la de sus hijos", hasta ahora no hay otra opción más que los refugios.

Wendy Figueroa Morales, directora de Fortaleza, centro de atención integral de la mujer, institución organizadora del simposio, resaltó que los refugios, pese a que no son una solución permanente al problema, permiten apoyar a las mujeres mientras se resuelve la situación. "Nuestra experiencia apunta a que 60 por ciento de las mujeres se incorpora a una nueva vida sin violencia y casi 40 por ciento regresa con sus parejas, pero ya en otra dinámica".

Para Muñozcano Skidmore los refugios son "buenos y necesarios, tanto así que deberían ser promovidos por el gobierno", pero paralelamente se debe buscar un esquema en el que no sea la mujer la victimizada, la que pierda su espacio y sus pertenencias, además de que los legisladores deberían generar leyes de prevención en la materia y generar instrumentos para que la legislación se cumpla.