México D.F. Viernes 26 de marzo de 2004
El operativo estuvo bajo las órdenes
de oficiales y diplomáticos ingleses
Rescatan a los 6 militares británicos; sus objetivos
en México, un misterio
MARTIN HERNANDEZ ALCANTARA, LA JORNADA DE ORIENTE
Y AGENCIAS
Cuetzalan,
Pue., 25 de marzo. Los seis militares británicos que quedaron
atrapados desde el jueves de la semana pasada cuando realizaban operaciones
de "entrenamiento" en una cueva de Alpazat, en Cuetzalan, fueron rescatados
sanos y salvos, informó el general Manuel Díaz, comandante
de la 25 zona militar.
El operativo de salvamento duró aproximadamente
11 horas y movilizó a unos 40 elementos del Ejército Mexicano,
cinco expertos en cavernas y cuatro buzos, dos de ellos británicos
y dos mexicanos. También llegó a la zona personal de la Cruz
Roja, cinco ambulancias y representantes de la Comisión de Derechos
Humanos de Puebla.
El embajador de Gran Bretaña en México,
Vijay Rangarajan, confirmó en el lugar que funcionarios de la Secretaría
de Energía también ingresaron a la gruta con contadores geiger
para diagnosticar si existían gases en el lugar. Esto con el propósito
de descartar el rumor de que los exploradores buscaban uranio o gas radón,
explicó el diplomático.
En las maniobras de salvamento, todos los cuerpos del
Estado mexicano se supeditaron a los mandos del ejército de Inglaterra
y a la embajada de ese país. La subordinación fue tal, que
el militar británico que estuvo al frente de las labores de socorro
utilizó el equipo de radiocomunicación del Ejército
Mexicano para dirigir desde la comunidad de Atyozinapan las faenas en Alpazat.
"¡Me da vergüenza ver cómo mi comandante
se comporta con los extranjeros!", dijo un integrante de las fuerzas armadas
nacionales que atestiguó las tres reuniones de planeación
que tuvieron las autoridades inglesas con sus homólogas mexicanas.
Sólo los periodistas rompieron la "veda" que intentaron
imponer los milicianos y diplomáticos europeos, y reclamaron a Vijay
Rangarajan que pretendiera coartar el libre tránsito y además
controlar la información, suministrándola a su conveniencia.
Cuando Rangarajan se negó a que los reporteros,
fotógrafos y camarógrafos bajaran a Alpazat, éstos
echaron abajo los palos y las cuerdas con las que las autoridades mexicanas
-por órdenes de las inglesas-, improvisaron una cerca para restringir
el paso a aproximadamente mil 500 metros de distancia de la cueva, y llegaron
hasta las inmediaciones de la falla, donde el acceso fue impedido por un
retén de la Policía Judicial estatal.
El diplomático se negó a hablar con los
medios de comunicación, pero informó que los ingleses estaban
en calidad de civiles y no de militares, como se había dado a conocer,
además de que se negó a revelar a dónde serían
trasladados para su atención.
No obstante, el coronel Ian Blair-Pieling, agregado militar
de la embajada del Reino Unido para México y Centroamérica,
presente también en la zona, dijo que "ellos (los espeleólogos)
tenían la aprobación del ejército británico
para el uso de su propio tiempo para entrenamiento de aventura, pero no
es una orden", aseguró.
La Oficina de Comunicación del Ministerio de Defensa
inglés calificó el proyecto como "una exploración
de aventura con objetivos de entrenamiento", y explicó que el personal
militar británico escoge una actividad a su gusto para desarrollar
habilidades.
Las labores dependieron por completo de los buzos, quienes
ingresaron a Alpasat alrededor de las 6:30 horas y sacaron al último
militar cerca de las 17:20. Al salir, los militares británicos lucían
buen talante. La Cruz Roja reportó que su estado de salud era "inmejorable".
Pasadas las 17:00 horas, los militares rescatados fueron
presentados ante los periodistas, dejaron que les tomaran imágenes,
pero se negaron a hacer declaraciones. Luego subieron a la planicie, acompañados
por Vijay Rangarajan y se marcharon en una camioneta del Ejército
Mexicano sin dar ninguna explicación, al igual que su representante
diplomático.
"No están en calidad de detenidos", aseguró
el general Manuel Díaz, tras la polémica suscitada por la
presencia del equipo.
Hasta ese sitio arribaron pobladores de Atyozinapan movidos
por la curiosidad. En un momento dado hubo entre 100 y 150 personas alrededor
del retén de la Policía Judicial y por espacio de dos horas
el tráfico de vecinos fue incesante; hubo inclusive familias enteras
que acudieron a la zona sólo para ver la cueva.
Junto con los otros seis ingleses que durante todos estos
días esperaron afuera de la cueva, fueron trasladados a un hotel
de la cabecera municipal de Cuetzalan, de donde serán trasladados
a la ciudad de México. De inmediato el edificio fue custodiado por
policías estatales y municipales.
Pese a que el gobierno inglés reconoció
que la docena de militares realizaba entrenamiento bélico en las
cavernas de la región, Vijay Rangarajan sostuvo su dicho de que
el grupo se dedica a la "espeleología" y tenía la encomienda
única de "hacer mapas" de la red de cuevas.
Cuando al comandante de la 25 Zona Militar, Manuel García,
se le cuestionó quién estaba al frente de las labores de
socorro, respondió que Protección Civil del gobierno estatal.
Ante la misma pregunta, el regidor de Gobernación del ayuntamiento
de Cuetzalan, Moisés Zamora Vázquez, expresó: el control
absoluto "es de la embajada de Inglaterra. El personal de la embajada es
el que está ordenando todo, ellos nos dijeron cómo se debe
hacer y pidieron que no se permitiera el paso a cierta distancia de la
cueva", señaló.
(CON INFORMACION DE AFP, DPA Y REUTERS)
Confirma portavoz del Ministerio de Defensa "entrenamientos" en Cuetzalan
"Oficial", la "expedición militar" británica
Esos ejercicios son "el tipo de cosas que permiten ganar una guerra", declara mando castrense
AFP Y NOTIMEX
Los militares que se internaron en las cavernas en Cuetzalan, en Puebla, realizaban una "expedición oficial" de entrenamiento, "extremadamente planificada y preparada", reconoció un portavoz del Ministerio de Defensa británico. Por su parte, el comandante Gordon Mckenzie, en declaración al periódico Daily Express, afirmó que esos ejercicios "es el tipo de cosas que permiten ganar una guerra".
El gobierno mexicano, por conducto de su embajador ante Gran Bretaña, Juan José Bremer, entregó ayer al Ministerio de Asuntos Exteriores de aquella nación una nota diplomática en la que pidió una explicación detallada sobre las actividades del grupo militar. La dependencia externó su disposición a aclarar todo para evitar "confusiones".
Por su parte, el Ministerio de Defensa británico aceptó que sus connacionales son "militares", aunque rechazó que realizaran alguna comisión especial ya que, dijo, estaban en "actividades civiles". Sin embargo, un portavoz de ese ministerio declaró a la agencia AFP: "Están allá como espeleólogos militares realizando una expedición de entrenamiento".
Aseguró que hasta los procedimientos de emergencia de la expedición, denominada Tigre de Cuetzalan, estaban "planificados". No obstante, los funcionarios del gobierno británico difunden otra versión.
La vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nicola Stanton, expresó a Notimex que los integrantes del grupo que se internó en las cuevas pensaban que los papeles estaban en regla. Los "errores" se cometieron desde antes de que la misión llegara a México.
Sin embargo, Stanton expuso que "hace falta revisar" y confió en que ahora, con la información exacta, se evite en el futuro algún tipo de confusión. Dijo que "los exploradores" pertenecen a la Combined Services Caving Association (CSCA), la cual, "aunque opera con el auspicio del Ministerio de Defensa, es independiente".
El jefe de comunicación del Ministerio de Defensa británico, Gordon McKenzie, apuntó que la CSCA está bajo "el paraguas" militar porque vincula un deporte con el trabajo profesional, además de que hay una supervisión sobre las actividades que se realizan, pero no están "bajo labores" de manera "estricta".
Por su parte, el jefe de comunicación de la CSCA, Paul Sykes, dijo que "desde hace años el Reino Unido ha incorporado estas actividades a su enriquecimiento profesional. Por supuesto que ayuda a la actividad castrense, de hecho se anima, se da dinero y capacitación, pero no es parte de la estrategia". Ni Mckenzie y Sykes saben qué tipo de visa tienen los militares.
Propone geólogo integrar ya un equipo mexicano
Para cualquier investigación de científicos extranjeros en el país es necesario primero contar con una invitación de expertos mexicanos que trabajen en un instituto de investigación o una universidad y, en segundo lugar, el permiso del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Si se trata de explorar yacimientos minerales propiedad del país, el permiso lo debe otorgar el Consejo de Recursos Minerales, dependiente del gobierno federal.
El investigador y geólogo Delfino Hernández Láscares, de la Universidad Autónoma Metropolitana, afirmó lo anterior, y subrayó que en el caso de los científicos británicos militares en las grutas de Cuetzalan, Puebla, "ningún investigador mexicano está al frente, lo que habla de lo vulnerable que es el país".
El Consejo de Recursos Minerales es la institución oficial que controla los recursos y yacimientos minerales, "y por supuesto que debe estar enterado si se trata de asuntos delicados, casi confidenciales, como la presencia de minerales como uranio, que es muy delicado y de valor incalculable".
Reconoció que en México no se sabe si en las grutas de Cuetzalan hay algún tipo de material "delicado", por lo que es necesario que una expedición mexicana sea integrada de inmediato para labores de reconocimiento e investigar las razones de la presencia de los militares británicos en el sitio. JOSE GALAN
El embajador especula que se trata de espionaje la misión en cuevas de Cuetzalan
Aprehensión de los británicos, pide Iruegas
Desaprueba el envío de una nota a Londres; "van a decir que eran turistas, boy scouts"
GEORGINA SALDIERNA
En el caso de los británicos atrapados en las cavernas de Cuetzalan, Puebla, el gobierno de México no está haciendo la gestión correcta, opinó ayer el embajador Gustavo Iruegas, ex subsecretario de Relaciones Exteriores. Para el diplomático, la administración de Vicente Fox no tiene que pedir explicaciones, "porque enviar a Gran Bretaña una nota preguntando qué estaban haciendo los ingleses en esas cuevas es como si llegas a tu casa, encuentras a un ladrón, le preguntas qué está haciendo y responde: 'no, pues estaba sacudiendo los muebles'. 'šAh!, gracias'. Y ese no es el caso".
Con larga experiencia en la diplomacia, Iruegas consideró que desde el principio del problema el gobierno mexicano debió hacer su propio diagnóstico de la situación y entonces actuar: detener a estas personas, como lo haría con cualquiera que ha violado su estatus migratorio, tomar una decisión y comunicársela a las autoridades británicas.
El gobierno de México no tiene que pedir explicaciones, porque lo único que le van a contestar es que estaban de turistas. "No les van a decir otra cosa. El espionaje es un asunto sucio, en el que no se contesta con la verdad", explicó. Reiteró que no es una buena táctica enviar una nota diplomática, porque "nos van a decir que los boy scouts viven en tal lugar, están haciendo su campamento de verano y eso es todo".
Pero uno no se cree eso. "En el espionaje no hay buena fe. Un gobierno que acaba de declarar una guerra contra un país mintiéndole a su propio pueblo no es digno de fe. No se le puede creer, sobre todo porque acaba de espiar a nuestra representación diplomática ante la ONU y no tenemos la explicación y ni siquiera la disculpa", expuso.
Iruegas refirió que no es extraño que en este caso el gobierno foxista no esté haciendo la gestión correcta, pues México no tiene experiencia muy profunda en tratar con espionaje internacional ni cosas por el estilo.
Al preguntarle si había evidencias para hablar de espionaje, mencionó que es muy extraño que haya militares espeleólogos haciendo una investigación, que no quieran ser rescatados y que vengan aviones especiales de su gobierno a sacarlos. Todo es altamente sospechoso, subrayó.
Además no es admisible que una administración extranjera haga eso: traer a su equipo, volver a entrar de la misma manera, tener el control de la expedición y comunicarse a través de un radio extraño.
El diplomático señaló que aunque fueran simplemente deportistas con aficiones científicas, el resultado de esa investigación, si fuera autorizado, se tiene que quedar en México. "Pero no podemos admitir que es sólo eso, mientras nuestros expertos no estén convencidos de que es así", resaltó el ex funcionario federal.
Iruegas manifestó, en entrevista, que este no es un asunto de nivel presidencial ni del canciller: debería ser atendido por la inteligencia militar -porque hay militares extranjeros en una misión desconocida para México- y la Secretaría de Gobernación, con el auxilio de la de Energía y el Instituto de Investigaciones Nucleares.
Para el especialista, lo primero que debió ocurrir, cuando las autoridades mexicanas se enteraron que había personas en peligro, era acudir al lugar y prestar el auxilio, aun cuando ellos no quisieran, porque no son ellos los que tienen que decidir.
Después, una vez que se enteraron que hay militares que no quieren que los vean los mexicanos, con más razón tenían que ir a tomar el control de la situación; detener a los ingleses, incautarse de su equipo y las investigaciones, y determinar de qué se trata para actuar en consecuencia y comunicar su decisión a las autoridades británicas.
Por su parte, Manuel Tello, ex titular de Relaciones Exteriores, comentó que diplomáticamente fue correcto enviar la nota antes de interrogar a los ingleses, porque "quisiéramos saber qué estaban haciendo esas personas".
Actual asesor de la cancillería, Tello se molestó ante las preguntas relacionadas con el caso de los británicos y de plano aseguró sólo saber de ello por lo que se ha difundido en la prensa.
El ex funcionario fue entrevistado luego de dictar una conferencia sobre el papel de la ONU, en la que señaló que la ampliación en el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad no democratizará al organismo.
Deberá explicar qué hacían
en las grutas de Cuetzalan
El Senado citará a Creel por labores de británicos
AN trata de bloquear el punto de acuerdo con el argumento
de que en el caso no hay violación a la soberanía nacional
ANDREA BECERRIL
El
Senado de la República citó a comparecer ''de inmediato''
al secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, para que explique
a los legisladores sobre la presencia y los propósitos de los militares
ingleses atrapados en las grutas de Cuetzalan, Puebla, toda vez que se
trata de una clara violación a la soberanía nacional.
El punto de acuerdo se aprobó pese a que la bancada
panista trató a toda costa de impedir que se llamara a comparecer
al encargado de la política interna. Primero Cecilia Romero quiso
posponer la cita al funcionario y después Juan José Rodríguez
Prats intentó descalificar los argumentos de la priísta Laura
Alicia Garza Galindo y del perredista César Raúl Ojeda, quienes
enfatizaron que hay una violación flagrante a la soberanía.
Ojeda Zubieta destacó que en Gran Bretaña
el asunto ya ha generado un escándalo, y mandos castrenses reconocieron
que la expedición tenía como objetivo realizar una prueba
de dirección de grupo, de capacidad para funcionar con autonomía
en caso de combate o guerra.
Sin embargo, Rodríguez Prats, en su afán
de salvar a Creel de ser citado al Senado, fue varias veces a tribuna para
preguntar: ''¿dónde está la violación a la
soberanía? ¿Tan vulnerable es el país, tan débil,
que seis gentes en territorio nacional violan la soberanía?''
El senador del PRI David Jiménez le puso fin a
esa estrategia, cuando, con base en la Constitución, explicó
la gravedad de la situación, y al final le señaló:
"Si usted considera que puede venir cualquier fuerza extranjera para ejercitar
acciones militares y eso no es violación a la soberanía,
quizá por el apellido que lleva, Prats, usted no es nacional, seguramente
¡ha de ser inglés!''
Garza Galindo, en tanto, resaltó que se trata de
"un asunto muy delicado, ya que los protocolos de investigación
científica o de entrenamiento militar, como en este caso, son profundamente
rígidos" y los militares ingleses ingresaron al país como
turistas, pero llevan a cabo otro tipo de actividades, violando la confianza
del país.
Por eso es necesario, dijo, que el secretario de Gobernación
comparezca en el Senado, porque ''se van a tener que realizar verdaderas
investigaciones en torno a las actividades de los militares ingleses, pero
también en torno al replanteamiento en materia migratoria''.
Ojeda Zubieta hizo notar que los británicos encontraron
radón, gas que forma parte de la transformación del uranio,
y recordó que la Constitución establece que el material radiactivo
es exclusivo de la nación.
Otro panista, Marco Adame, trató también
de evitar el acuerdo, pero el senador del PRD Jesús Ortega fue también
ante el pleno para advertir que "un ejército extranjero está
haciendo prácticas militares en territorio nacional, y ¡si
eso no es grave, entonces estamos esperando que nos invadan!"
La recién estrenada senadora Erika Larregui Angel,
quien ocupa el lugar del Niño Verde, se sumó a la
propuesta de priístas y perredistas, y advirtió que se sabe
que desde el año 2000 los militares ingleses ya habían "mapeado"
las cuevas de Cuetzalan.
Pese a la resistencia de los senadores del PAN, se aprobó
citar a comparecer a Creel, con carácter de urgente.
Al final, en entrevista, el senador priísta y general
con licencia Ramón Mota advirtió que si los británicos
ingresaron al país con el fin de realizar prácticas militares,
su gobierno debió solicitar autorización al presidente Fox
y éste turnar la petición al Senado.
El también secretario de la Comisión de
Defensa Nacional dijo también que más de dos elementos se
puede considerar tropa, por lo que el grupo de británicos debieron
haber contado con la autorización del Senado.
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