México D.F. Jueves 18 de marzo de 2004
La deuda de la paraestatal se agravó
más en el gobierno foxista, afirma el experto
Petróleos Mexicanos, sitiada: Nadal; debe casi
lo que vale
En la conmemoración del 66 aniversario de la
expropiación petrolera, los cálculos indican que las reservas
van en declive y sólo alcanzarán para 13 años más
de producción
JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y VICTOR CARDOSO
En una situación cada vez más insostenible,
Petróleos Mexicanos (Pemex) llega al 66 aniversario de su fundación
en la más precaria situación financiera de toda su historia:
en 2003 el monto de sus deudas fue equivalente a 94 por ciento del valor
actual de sus activos; 82 centavos de cada peso de sus ingresos totales
se destinaron al gobierno federal, mientras 78 por ciento de sus inversiones
fueron financiadas con recursos obtenidos por terceros (vía Pidiregas)
pero que serán cargados a su ya voluminoso endeudamiento.
Mientras,
las reservas probadas de crudo que hace dos décadas tenían
una perspectiva de medio siglo, ''al ritmo de producción actual''
alcanzan sólo para 13 años; en 2003 únicamente pudo
restituir 45 por ciento del petróleo extraído, el mayor nivel
de los últimos 13 años.
''Pemex está sitiada'', sintetiza el especialista
en asuntos energéticos Alejandro Nadal, quien indica que por el
nivel alcanzado en los adeudos de la paraestatal ya no se sabe quién
es el dueño: los acreedores o los mexicanos. El peso de la deuda,
afirma, se agravó más durante el gobierno del presidente
Vicente Fox, a grado tal que casi está ahogada.
Este jueves Pemex celebra el 66 aniversario de la expropiación
petrolera, en una situación tan grave como ver llegar sus pasivos
a niveles de 783 mil millones de pesos, mientras los activos existentes
sólo alcanzan 832 mil millones.
Dentro del concepto de los pasivos resalta la deuda documentada.
Este renglón, al 31 de diciembre de 2003, ascendió a 423
mil 355 millones de pesos, un aumento de 33 por ciento, es decir, casi
10 mil millones de pesos mensualmente.
Oye Bartola...
La grave situación de Pemex no se circunscribe
al grillete que representa el escaso diferencial entre activos y pasivos.
Por otro lado se encuentra la soga que ahoga a Pemex: una carga fiscal
que le impide utilizar sus ingresos para financiar proyectos de inversión,
reducir deuda y suspender la necesidad de financiamiento privado para las
labores que le fueron encomendadas constitucionalmente.
Durante 2003 Pemex transfirió 382 mil 338 millones
de pesos al gobierno federal entre impuestos, derechos y aprovechamientos.
Esta cantidad representó 61 por ciento de las ventas totales realizadas
en el año por la paraestatal, pero convirtió un rendimiento
de operación de casi 366 mil millones en una pérdida neta
por 41 mil 800 millones de pesos, aproximadamente.
Drenaje profundo
En otras palabras, el gobierno federal drenó las
finanzas de la paraestatal, que representan, según cifras oficiales,
alrededor de 30 por ciento de los recursos fiscales que obtiene el gobierno
mexicano.
En esas condiciones, el director general de Pemex, Raúl
Muñoz Leos, ha manifestado que la paraestatal ''es una empresa con
enormes oportunidades, pero con dificultades para aprovecharlas''.
A su vez, el especialista Alejandro Nadal señala:
''el régimen fiscal (aplicado a la paraestatal) tiene que cambiarse
de manera radical, aunque esto implique el cambio de modelo económico
(del país). Parece que en el gobierno del presidente Vicente Fox
se optó por obtener de Pemex recursos a toda costa para garantizar
el pago de la deuda, agravada por ese monstruo de mil cabezas que se llama
Fobaproa (actualmente Instituto para la Protección del Ahorro Bancario,
IPAB)''.
Con el actual régimen fiscal, Pemex se ve imposibilitado
para financiar, con ingresos propios, sus necesidades de inversión
en proyectos de modernización y ampliación de la planta productiva
de petrolíferos, de exploración para restituir las reservas
y de explotación para mantener o incluso elevar las ventas al exterior
que le permitan continuar aportando recursos a las finanzas públicas.
Reservas, lo que se dice reservas...
De acuerdo con informes oficiales de la paraestatal, desde
1996 Pemex ha mantenido en constante ascenso la extracción de crudo,
pero en muy bajo nivel los trabajos de exploración para restituir
con nuevos yacimientos las reservas mermadas por la extracción de
crudo.
En promedio, entre ese año y la primera mitad de
2001 sólo se incorporó 25 por ciento de la explotación
de petróleo. Durante 2003 la restitución de reservas fue
de 45 por ciento, es decir, menos de la mitad de los 3.4 millones de barriles
diarios que se extrajeron. A este ritmo de producción anual las
reservas probadas de crudo hoy sólo alcanzan para 13 años,
según las cifras de Pemex. Hace dos décadas, se calculaba
que este patrimonio duraría medio siglo.
Ahora, con una orientación mercantilista, el actual
gobierno se ha empeñado en elevar la producción de crudo,
ya que se tiene identificado un escenario en el cual en menos de 25 años
los hidrocarburos serán sustituidos por nuevos combustibles, particularmente
para transporte.
Extraer crudo aunque crezca la deuda
Con el objetivo de aumentar la producción petrolera
pese a la carga fiscal de Pemex y la estrechez económica, se inventaron
los Proyectos de infraestructura productiva de impacto diferido en el registro
del gasto (Pidiregas), que en los hechos constituyen una modalidad de endeudamiento.
Casi 78 por ciento de la inversión realizada por
Pemex en 2003 fue por esta vía, que sumó 89 mil 500 millones
de pesos. Pero en 2004 se emplearán recursos por 120 mil 900 millones
de pesos adicionales.
El uso de Pidiregas ha sido particularmente intenso durante
el mandato del presidente Vicente Fox. Este instrumento de financiamiento
registró un crecimiento exponencial durante los tres años
de este gobierno. En 2001 se utilizaron 38 mil 100 millones de pesos; al
término de 2003 fueron 89 mil 500 millones y se prevén 120
mil 900 para 2004.
Conmemoración
En esas condiciones arriba Pemex al 66 aniversario de
la expropiación petrolera. ''El nivel de endeudamiento al que ha
llegado la paraestatal es insostenible: la petroquímica básica
presenta condiciones lastimosas, por no decir de quiebra; Pemex Refinación
tiene un panorama muy complicado y no termina de despegar; en Pemex Exploración
y Producción las reservas disminuyen e incluso el uso de Pidiregas
es ya insuficiente... Pemex está sitiada'', resume Alejandro Nadal.
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