México D.F. Jueves 18 de marzo de 2004
Menciona el peligro que representa la ausencia
obligada del titular del Ejecutivo
Propone De la Madrid a legisladores restablecer la
figura de vicepresidente
Participa en el Foro sobre la Reforma del Estado Su
iniciativa divide opiniones
ANDREA BECERRIL
Miguel de la Madrid propuso ayer a legisladores reformar
la Constitución para restablecer la figura de vicepresidente, a
fin de evitar el peligro de que la Presidencia de la República pudiera
quedar acéfala en caso de ausencia del Ejecutivo y ante la imposibilidad
del Congreso de ponerse de acuerdo para nombrar a un mandatario interino.
Durante
el Foro sobre Reforma del Estado, el ex mandatario formuló el planteamiento
que dividió opiniones, ya que mientras el priísta David Jiménez
respondió que es factible analizar esa posibilidad, su compañera
de bancada Dulce María Sauri advirtió acerca de los riesgos
que traería restaurar la figura de vicepresidente.
Sauri Riancho reconoció a De la Madrid por haber
llevado a debate ese tema, el de la suplencia del presidente de la República,
del que casi siempre se evade hablar porque cuando se plantea, comentó,
comienzan los cuestionamientos en el sentido de que se quiere remover al
mandatario en funciones.
''Y no es así, simplemente es tomar previsiones
frente a casos que no se han dado, pero no se descarta que pudieran presentarse''.
Se refirió a la discusión que se dio el año pasado,
cuando el presidente Vicente Fox fue operado de la columna y permaneció
varias horas anestesiado. Sin embargo, recalcó, la figura de vicepresidente
no resuelve el problema.
De la Madrid argumentó que los mecanismos para
cubrir las ausencias del titular del Ejecutivo, establecidas en la Constitución
y que dejan en el Congreso o la Comisión Permanente la facultad
para nombrar a un mandatario interino para suplir al presidente, ya sea
de manera temporal o definitiva, funcionaron sin mayores tropiezos cuando
existió un partido hegemónico.
Tiempos pluripartidistas
''Sin embargo, ahora que el Congreso de la Unión
tiene una conformación pluripartidista existe el riesgo de que el
nombramiento de quien cubra las faltas del presidente en funciones pueda
implicar el riesgo de que el Legislativo no funcione ágilmente y
el cargo quede acéfalo por un tiempo prolongado''.
Para evitar que la Presidencia de la República
quedara sin titular, vacía, ''con todas las consecuencias que ello
acarrearía'', De la Madrid propuso restablecer nuevamente la vicepresidencia,
cuyo titular ''asumiría automáticamente la jefatura del Poder
Ejecutivo''.
Precisó que en la Constitución de 1824 se
estableció la figura del vicepresidente, pero ''se cometió
el error de asentar ahí que ese cargo lo ocuparía el candidato
que hubiera logrado el segundo lugar en la elección presidencial,
lo que lo convertía en enemigo permanente del Ejecutivo''.
Su propuesta, por ello, es que candidatos a la presidencia
y vicepresidencia contiendan, como pareja, en la elección, y que
este último sea elegido por el aspirante presidencial.
El senador priísta David Jiménez dijo que
esa idea de un presidente y un vicepresidente si bien no es lo ideal, tampoco
está mal y se debe analizar. Sin embargo Sauri Riancho advirtió
que además de los problemas que ha habido con los vicepresidentes
a lo largo de la historia, abre una serie de cuestionamientos distintos
a la suplencia presidencial, entre ellos si al vicepresidente se le debe
negar el derecho a competir en las elecciones siguientes o, en caso contrario,
cómo permitir que lo haga, y si esto supondría ventaja sobre
los demás candidatos.
Consideró que se deben reformar los artículos
84 y 85, pero para precisar las lagunas actuales, entre ellas precisar
quién se hace cargo de la Presidencia, mientras se reúne
el Congreso y decide. De esta forma, ya no habría peligro de vacío
en el Poder Ejecutivo.
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