México D.F. Lunes 15 de marzo de 2004
España aparecía en el cuarto lugar del top 10 de países que podrían ser atacados
Al Qaeda se transformó y preparaba nuevos atentados, advirtieron expertos
Más peligrosas y con mayor autonomía, las nuevas células de la red de Bin Laden
BLANCHE PETRICH
Expertos en terrorismo internacional se inclinaron desde las primeras horas posteriores a los atentados ferroviarios de Madrid por la hipótesis de la autoría de algún grupo islamita violento, mucho antes de que el gobierno español revelara el contenido de un video en el que Al Qaeda, fundada por Osama Bin Laden, reivindica la acción terrorista.
Expertos occidentales en temas de seguridad y terrorismo señalaron en distintos países que la firma del mismo grupo que actuó el 11 de septiembre de 2001 era notoria en los bombazos ferroviarios de la capital española. Y aportaron datos.
En dos años y medio de guerra antiterrorista de las potencias, incluida la devastación de Afganistán y la ocupación de Irak, Al Qaeda perdió al menos dos terceras partes de sus redes. Sus principales líderes murieron. Al menos 3 mil activistas fueron detenidos y cuentas bancarias por 140 millones de dólares fueron congeladas. Sin embargo, la organización reveló tener una profundidad en su organización que no se sospechaba en Occidente antes del 11-S. Cerca de 100 mil hombres pasaron por sus campos de entrenamiento entre 1980 y 1990, y aunque la mayoría de esos combatientes fundamentalistas retornó a sus países en Medio Oriente después de la destrucción del régimen talibán, algunos grupos se establecieron en Europa e inclusive en Estados Unidos. En territorio español, el juez Baltasar Garzón ha acusado al menos a 25 musulmanes presos de formar parte de esas células terroristas.
En este sentido, Le Monde cita en su edición del sábado al vicealmirante Lowell Jacoby, director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos, quien apenas el mes pasado reconoció que Al Qaeda, que remplazó a los dirigentes caídos con nuevos líderes de mandos medios, más jóvenes y más radicales, "se transformó en una serie de grupos terroristas regionales y locales, más autónomos y peligrosos". El jefe de la Agencia Central de Inteligencia, George Tenet, explicaba el 9 de marzo a la Comisión de Defensa del Senado: "un ataque catastrófico como el del 11 de septiembre está perfectamente a la orden del día".
A su vez, un oficial de inteligencia de la Unión Europea, citado por el Asian Times Online, recuerda que, en un informe sobre seguridad presentado en Bruselas apenas en diciembre pasado, España aparecía en el cuarto lugar del top 10 de países en riesgo de convertirse en blancos de ataques terroristas, después de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.
"En efecto, esto bien puede ser un castigo al gobierno español por su apoyo a George W. Bush en la guerra contra Irak. En el sur de Irak hay mil 400 soldados españoles." El funcionario señala que no debe descartarse una liga no directa entre la organización separatista vasca ETA y células durmientes islamitas en Europa.
Pero otros expertos sí descartan esta posibilidad. Es el caso del grupo mexicano Coppan, especialista en investigaciones sobre seguridad nacional. "Una alianza entre ETA y Al Qaeda resulta poco probable, pues podría representar más riesgos que beneficios. Para ETA significa la pérdida total de credibilidad política. Para Al Qaeda riesgos importantes en materia de seguridad y dificultades para operar con una organización de perfil, método y estructura distintos. En todos los casos, Al Quaeda sólo se ha articulado con organizaciones radicales musulmanas."
La televisora qatarí Al Jazeera describe a su vez el perfil de la célula Abu Hafs al Masri, cada vez más activa desde la ocupación militar de Irak, hace un año. Lleva el alias de Mohammed Atef, número dos de Al Qaeda, responsable del entrenamiento de la organización y consuegro de Bin Laden. Esta brigada se atribuyó los recientes bombazos en las mezquitas chiítas de Irak en febrero y en las sinagogas de Estambul del pasado noviembre.
Además participó, entre otros actos terroristas, en el asesinato del presidente egipcio Anuar el Sadat en 1981; en la explosión de una base militar de Estados Unidos en Sudán en 1993; en el ataque a Luxor (58 turistas muertos) en 1997 y contra las embajadas de Washington en Kenia y Tanzania en 1999. Su modus operandi se caracteriza por la colocación de bombas sincronizadas, con el fin de provocar el mayor daño posible, sin reparar en bajas civiles.
Expertos consultados por el diario francés Liberation describen la estructura de esta brigada como "extremadamente flexible, nebulosa, cada vez más descentralizada", al grado de constituirse como franquicia terrorista, que efectúa operativos locales y en algún momento tuvo contacto con "la base", traducción de Al Qaeda.
De cualquier modo, los analistas alertan sobre el hecho de que Madrid puede haber sido seleccionado como "puerta de la Unión Europea" en una serie de blancos futuros de actos terroristas de similar calibre. Algunos expertos citados por Liberation hacen notar que Francia ha jugado un importante papel en el combate a las organizaciones islamitas de retaguardia en su territorio, lo que la hace igualmente vulnerable a las represalias terroristas. Por lo pronto, Bélgica ha propuesto la creación de un centro de investigación y análisis en materia de lucha contra el terrorismo, un poco a la manera en que opera la Europol en asuntos de cooperación interpoliciaca.
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