Proseguirá la defensa de derechos en tres ejes

David Velazco Yáñez asumió la dirección del Centro Pro Juárez

VICTOR BALLINAS

El religioso Edgar Cortez, luego de casi ocho años de trabajo en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, seis de ellos como subdirector, culminó ayer su estancia en ese organismo. El nuevo director es David Velazco Yáñez, quien se desempeñaba como académico e investigador en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, de Guadalajara.

Durante la ceremonia del relevo de dirección, Cortez recordó que entre los casos que trabajaron los abogados del Centro Pro Juárez destaca el de los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera. En éste, además de que se documentó la detención arbitraria, la tortura y la falta de respeto al debido proceso, "también conocimos la explotación irracional del bosque, los intereses económicos y políticos que impedían la organización de los campesinos".

Otra experiencia que marcó profundamente al Centro Pro, aseveró Cortez, fue "acercarnos a la lucha de los pueblos indígenas por su reconstitución", y destacó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación desoyó las controversias constitucionales presentadas al respecto.

Al hacer un breve recuento de su desempeño y despedirse de sus "amigos y compañeros de trabajo", Cortez no dedicó una sola línea a recordar a la defensora de derechos humanos asesinada que laboró en ese centro: Digna Ochoa y Plácido.

El nuevo director del Centro Pro Juárez, Velazco Yáñez, tampoco se refirió en su discurso a Digna Ochoa. Anunció que con más de 15 años de existencia, el organismo continuará en la lucha en defensa de los derechos humanos con un nuevo proceso de construcción con tres articulaciones fundamentales; una, en su vinculación con los movimientos sociales, sean éstos campesinos, indígenas, obreros, ambulantes, solicitantes de vivienda o de minorías, entre otros.

Un segundo eje de articulación es con académicos e investigadores, pues junto con los primeros debe seguirse mirando la cruda realidad que viven las víctimas de violaciones sistemáticas de derechos humanos. Y un tercer eje es con los funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno. En este punto, Velazco Yáñez resaltó que "no es posible sostener la postura de una izquierda desubicada que postula 'nada con el gobierno'".

Explicó que la vigencia de los derechos humanos pasa necesariamente por políticas públicas, cambios legislativos y el ejercicio ético del Poder Judicial. El estado de derecho no es sólo el ejercicio pleno de la legalidad, sino también el estado que se mete a las obligaciones contraídas a nivel organizacional.