MUSICA

Mariana Norandi

La Libertad de Manzanero

EL AUDITORIO NACIONAL inauguró un nuevo espacio de espectáculos, el cual albergará diferentes géneros artísticos y culturales. Denominado Lunario, el centro tiene capacidad para más de 500 personas, está ubicado en la lateral poniente del recinto de Reforma y ha sido diseñado por el arquitecto Alejandro Luna. Para su apertura fue apadrinado con el espectáculo La Libertad de Manzanero, en el cual la cantante Tania Libertad y el compositor Armando Manzanero unen sus voces para cantarle a esos amores románticos y apasionados que siempre viven en el recuerdo.

SEGUN LOS GESTORES del recinto, con el nombre de Lunario se rinde homenaje a la luna como fuente inagotable de inspiración artística, al mismo tiempo que se evoca la escultura monumental de Juan Soriano expuesta en la explanada del Auditorio y emblema del inmueble.

EN SU INTERIOR no se exhibe un sofisticado diseño, más bien se presenta un espacio cómodo y funcional. Con paredes de color rojo ocre, iluminación suave y pequeñas mesas colocadas en diferentes niveles respecto del escenario, este rincón pretende convertirse en un lugar íntimo para grandes espectáculos y en un importante punto de reunión de los capitalinos.

CUANDO EL PUBLICO estaba sentado, con alguna copa sobre la mesa, aparecieron en el escenario nueve músicos y Armando Manzanero. Vestido de esmoquin negro y un clavel rojo en la solapa, el yucateco comenzó con estrofas de canciones, como Contigo, Poquita fe o Mía. Tania, con un sobrio traje negro y gargantilla roja, no tardó en acompañarle.

ACABADA LA INTRODUCCION, Manzanero le cedió el escenario a la cantante peruana, quien emitió sus primeras palabras: "Agradecemos que se haya abierto otra puerta para la música, esperamos ser buenos padrinos". Acompañada por una banda de músicos de gran calidad, empezó con Por debajo de la mesa, Por ti y La bruja.

ALTERNABAN EN EL ESCENARIO. Por momentos Manzanero, por otros Tania, y en repetidas ocasiones cantaron juntos. Tras la primera aparición de la cantante en solitario, Manzanero protagonizó uno de los momentos más especiales de la noche al cantar tres de sus boleros más clásicos: Te extraño, Mía y Contigo aprendí, este último coreado por los espectadores. "Lunario representa el romanticismo para todas aquellas personas que amamos la luna, y no olvidemos que, de todos los latinoamericanos, los mexicanos ocupamos el primer lugar en románticos", dijo el compositor, quien no omitió, como es común en él, palabras simpáticas, bromas y alguno que otro albur. El momento en el que Tania logró mayor compenetración con el público fue cuando interpretó Voy a apagar la luz, de Manzanero, y Cuando sale la luna, de José Alfredo Jiménez. La cantante realizó un buen concierto, pero no fue una de sus mejores noches. En ocasiones su presencia se apagaba en el escenario, viéndose rebasada por el carisma de Manzanero.

EN LA RECTA final, la pareja sorprendió con un popurrí de canciones de moda en el que incluyeron, entre otras, Entra en mi vida, del grupo Sin Bandera; Corazón partío, de Alejandro Sanz, y La vida es un carnaval, famosa en la voz de Celia Cruz. Este bloque pretendió aportar originalidad y desenfado al encuentro, pero resultó un poco incómodo porque, así como esas canciones no resultaban extrañas dentro de la versatilidad musical de Tania, en absoluto encajaban con el estilo del compositor yucateco.

EL ESPECTACULO SE desarrolló de manera lineal, faltó ese ritmo creciente que fuera elevando el entusiasmo del público y, por momentos, resultaba algo monótono. Pero esa linealidad no impidió apreciar a un Armando Manzanero en todo su esplendor, un compositor que sigue seduciendo con su forma de cantarle al amor. Su compañera de escenario, Tania Libertad, es para todos obvio que representa una de las grandes voces que en la actualidad tenemos en Latinoamérica. Pero a veces le falta eso que a Manzanero le sobra: además de cantar, comunicar lo que canta.

LA LIBERTAD DE MANZANERO: jueves 22, viernes y sábado 22:30 horas. Entrada: 500 pesos. El consumo no es obligatorio. Acceso por Campo Marte.