Eulalio Ferrer Rodríguez

Los médicos del exilio español

Se calcula que a lo largo de los 60 años anteriores se han publicado más de 12 mil libros sobre la Guerra Civil española (1936-1939). El tema concreto del exilio español tiene ya una bibliografía de varios millares. La actualidad del tema se ha acentuado enormemente a partir de la espléndida exposición gráfica que en septiembre de 2002 fue instalada en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid, bajo los auspicios de la Fundación Pablo Iglesias. Fue un desfile conmovedor de miles de personas, con predominio de quienes nacieron después de la Guerra Civil.

Sin duda, la obra más reciente y completa sobre una de las particularidades de este dramático éxodo -el de los médicos y sus profesiones auxiliares- es la que acaba de aparecer en Madrid, editada por la Universidad de Alcalá, con el título La medicina en el exilio republicano. Su autor es el doctor Francisco Guerra, hijo de una familia burguesa de Santander y militante activo, antes de la Guerra Civil, de la Federación Universitaria Española (FUE), movimiento estudiantil de carácter libertario, y mayor laureado del Ejército Republicano. Llegó a México en una de las expediciones de 1939, se graduó en la Universidad Nacional Autónoma de México y en ella fue profesor de farmacología durante 20 años. Lo fue, después, en las universidades de California, Yale y Londres, hasta arribar a la Universidad de Alcalá, donde desempeñó el cargo de vicerrector y fue designado profesor emérito.

La magna obra de Francisco Guerra, con sus 900 páginas y 17 años de acuciosa investigación, está escrita con gran corrección y un emocionado sentimiento solidario. Comprende noticias biográficas de los más de 300 médicos asesinados al comienzo de la sublevación franquista, los que murieron en el bando republicano durante la Guerra Civil, los que fueron fusilados al término de ella, los encarcelados, los del exilio interior y, sobre todo, los del éxodo republicano, los que llegaron, entre otros países, a México. De cada uno de ellos figura su constancia biográfica, la región española de origen y su especialidad profesional.

El número estimado de los médicos arribados a tierras mexicanas es de 600. Según datos oficiales, 232 ejercieron en la capital y la cantidad restante en el interior de la República, incluidos en la suma total las profesiones auxiliares: 32 dentistas, 71 practicantes, 71 enfermeras, cinco oficiales de Sanidad Militar no facultativos, 27 veterinarios, 63 farmacéuticos, 34 auxiliares de farmacia y seis optometristas.

La minuciosidad de la investigación alcanza a los hijos de la segunda generación del exilio español en México: 139 médicos, 5 dentistas, 13 veterinarios y 9 biólogos farmacéuticos. La tercera generación aporta 23 médicos y un número indeterminado de auxiliares. A nuestro juicio esta cantidad es mucho más amplia, pero comprendemos las dificultades que encontraría el autor para precisarla.

No queda ahí el libro exhaustivo de Francisco Guerra. Su investigación se extiende a numerosos países con presencia de los médicos españoles exiliados. Desde Estados Unidos, Canadá, Cuba, Venezuela, Argentina, Chile, Puerto Rico, Brasil y un largo etcétera en América, hasta Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Rusia, Polonia, Noruega, Rumania, Suiza, Portugal y otro largo etcétera en Europa. Además de China, India, Indonesia, Nueva Zelandia...

La medicina en el exilio republicano cumple fielmente la tarea en que se empeñó el autor, esto es: ''El objetivo principal de este estudio es el de salvar los nombres e identidad de los miembros de las profesiones sanitarias..." La voz de los vencidos en la Guerra Civil española tiene, en el libro de Francisco Guerra, la resonancia histórica que merece.