México D.F. Lunes 8 de marzo de 2004
Más exigencias del organismo al margen
de acuerdos
Kirchner se hace cargo en persona de las negociaciones
con el FMI
AFP Y DPA
Buenos Aires, 7 de marzo. El presidente argentino
Néstor Kirchner asumió personalmente las difíciles
negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a sólo
un día del vencimiento de 3 mil 100 millones de dólares de
deuda y del pronunciamiento final sobre la segunda revisión del
acuerdo que mantiene el fondo con este país.
La
situación de Argentina con respecto a la deuda se ha complicado
en los últimos días con la renuncia de Horst Koehler como
director gerente del FMI, y con una nueva serie de exigencias de la entidad,
al margen de las metas a las que ambas partes ya se habían comprometido.
Los nuevos requisitos que planteó el organismo
para seguir los contactos con Argentina son que se le otorgue trato preferencial
al Comité Global de Tenedores de Bonos Argentinos, que la restructuración
de la deuda se apruebe sólo si la acepta 80 por ciento de los acreedores
privados y que los bancos asesores de Buenos Aires no puedan retirarse
hasta que las negociaciones den frutos.
Según el diario La Nación, Kirchner
reaccionó airadamente a las nuevas exigencias del FMI, por lo que
ya considera la posible entrada en moratoria con el organismo y la aplicación
de un plan alterno a las ''recetas'' que por tantos años siguió
Argentina. ''Es inaceptable, no se trata de ser moderado o duro, sino de
tener una posición digna para mi país'', habría dicho
el presidente de acuerdo con una fuente anónima citada por el diario.
El jefe del gabinete, Alberto Fernández, dijo el
sábado que ''no hay que dramatizar la situación ni exagerarla''
y aseguró que la Presidencia hace todo lo posible por no llegar
a moratoria con el fondo, aunque al mismo tiempo advirtió que si
''eventualmente ocurriera, el gobierno tiene ideas arbitradas y posiciones
tomadas para llevar adelante un plan alternativo''.
Estas medidas de precaución no parecen ser en vano.
Luego de la renuncia de Koehler la semana pasada, la estadunidense Anne
Krueger, considerada por Buenos Aires una republicana de línea dura
y cercana al presidente George W. Bush, se hizo cargo de forma interina
del FMI.
En conversación telefónica con el ministro
de Economía, Roberto Lavagna, la funcionaria se negó a aceptar
que Argentina ya había cumplido las condiciones que se le habían
pedido para seguir accediendo a créditos. Se teme que este choque
de posiciones podría encaminar a una suspensión de pagos
al FMI a corto plazo.
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