México D.F. Domingo 7 de marzo de 2004
ENTREVISTA /JOSE AGUSTIN,
ESCRITOR
He tenido la suerte de hacer lo que se me da la gana
EL NARRADOR GUERRERENSE CUMPLE ESTE AÑO 60 DE
EDAD Y 40 DE ESCRIBIR
Cuando apareció La tumba, la crítica
le pronosticó cuatro años de actividad literaria; a cuatro
décadas del acontecimiento, no sólo publicó varias
novelas más, sino también, ''los recursos literarios que
propuse obtuvieron carta de naturalización en la literatura mexicana''
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
José Agustín -quien introdujo a la narrativa
mexicana el lenguaje, la temática y los personajes juveniles- cumple
este año 60 de vida y 40 de haber publicado su primera novela, La
tumba.
José Agustín Ramírez Gómez
nació en Acapulco el 19 de agosto de 1944. Es pariente homónimo
del compositor de La sanmarqueña y Por los caminos del
sur. En honor a él, bautizaron al escritor como José
Agustín.
Con el tiempo -contó una vez- ''sentí el
peso de su nombre, al menos en el estado de Guerrero era muy fuerte; entonces
decidí quitarme el apellido para ser yo mismo".
Autor de una obra que desalmidonó las letras nacionales
y dio cuenta de la nueva sensibilidad emergente en los años 60,
comparte en entrevista algunas reflexiones con motivo de estos aniversarios.
José Agustín dice que en la vida ha tenido
la ''suerte enorme'' de hacer lo que se le da la gana, y recuerda que en
su momento hubo críticos que no le daban más de cuatro años
de vida literaria.
Se ve a sí mismo como "caso atípico en las
letras mexicanas'', porque nunca ha tenido que corretear editores ni mover
"un solo dedo" para que lo difundan.
Anuncia también que luego de 10 años de
no publicar novela, está a punto de terminar una que llevará
por título Vida con mi viuda.
Su
bibliografía incluye piezas narrativas como De perfil, Se
está haciendo tarde, Ciudades desiertas, Cerca del
fuego y Dos horas de sol. También el libro de relatos
Inventando que sueño, y una obra de teatro, Abolición
de la esclavitud.
-Sesenta años, 40 de ellos como escritor profesional,
¿cuál de las dos efemérides es más significativa
para usted?
-Para mí son más importantes los 40 años
de haber publicado mi primer libro. La edad está bien, representa
un largo trecho en la vida que he recorrido como he querido; he tenido
la suerte enorme de hacer lo que se me da la gana. Pero para mí
lo fundamental es la literatura, por eso me da mucho gusto que se cumplan
40 años de La tumba, porque cuando apareció mucha
gente dijo que era un tipo de literatura que no iba a sobrevivir, que era
demasiado costumbrista y local.
Hubo críticos "que me dieron cuando mucho cuatro
años de vida literaria, como a los androides de la película
Blade Runner. Cumplir 40 años bajo esas condiciones sí
me da muchísimo gusto. Se supone que vivo literariamente en contra
de cualquier predicción y en contra de todos los pronósticos''.
Los libros de José Agustín provocan dos
tipos de respuestas: por un lado la aceptación mayoritaria de los
lectores y, por otro, el entero rechazo de una parte de la crítica.
''Mis primeros libros fueron avalados por gente muy importante,
entre los que podría mencionar a Pepe Revuelas, Salvador Novo, Martín
Luis Guzmán, Rosario Castellanos... Pero también fueron muy
combatidos por quienes pensaban que lo que escribía no servía
absolutamente para nada. A partir de entonces ha sido así: mis libros
son muy leídos, pero también son muy polémicos. Esa
circunstancia ha persistido hasta la fecha''.
Como quiera -valora José Agustín-, ''estas
novelas fueron mostrando una manera diferente de concebir la realidad.
En un ensayo célebre que José Luis Martínez escribió
por aquella época, Nuevas letras, nueva sensibilidad, planteaba
que estaba surgiendo un espíritu nuevo en México".
Al paso del tiempo, "muchos de los que estaban contra
mi literatura han terminado por guardar silencio ante lo que escribo. Simplemente
no hablan, ni bien ni mal".
-Sus primeras novelas, sobre todo La tumba y De
perfil, tuvieron algo de autoafirmación generacional, ¿literariamente
cómo las ves hoy?
-Escribí La tumba cuando tenía 16
años, básicamente jugando, por el mero gusto de hacerlo.
Actualmente debe tener más de 50 rediciones, circula mucho, se lee
en las escuelas, lo cual también me da un gusto enorme, porque se
suponía que era una novela primeriza, que no tenía tanta
importancia. Hace poco estuve en un taller de lectura que se aboco a De
perfil. Era un grupo de profesionistas muy preparados, jóvenes.
Me llamaba tremendamente la atención ver qué opinaban de
la novela, en especial me interesaba el problema de la vigencia. A los
veintitantos participantes del taller les gustó mucho y la consideraron
totalmente actual.
-La estructura y las experimentaciones con el lenguaje
en algunas de sus novelas fueron en su momento un acto de rebeldía.
El hecho de que hoy sean aceptadas por propios y extraños, ¿no
las despoja de ese sentido de rebeldía?
-Yo creo que no. La rebeldía sigue presente; son
libros que de ninguna manera son complacientes ante el sistema, que tratan
de expresar la necesidad de la gente, joven o no, de tener un mundo propio
que no se ciña a lo que marca el sistema. En ese sentido pienso
que mis novelas conservan su filo.
''Evidentemente los tiempos han cambiado, los problemas
que yo estaba planteando entonces eran tabú. Sobre todo cuando apareció
La tumba hubo respuestas muy intensas que consideraban que era absolutamente
pornográfica. Ahora todas estas cosas se han vuelto experiencia
común, son más universales que hace 40 años, pero
creo que eso no le quita el filo crítico, contestatario, que tiene.''
-Ha dicho de su obra inicial que habla de la juventud
desde la juventud, ¿hoy de qué y desde dónde escribe?
-Obviamente ya no puedo escribir de la juventud desde
la juventud; hace mucho dejé de ser joven. Con el paso del tiempo
mi literatura fue dejando la temática juvenil, los personajes que
eran hasta cierto punto gente joven, y ha tratado de ampliarse hacia otros
espacios narrativos. He trabajo mucho en cuestiones políticas, en
el conocimiento o en la exploración erótica; he trabajado
mucho en ciertos niveles matafísicos también. Eran temas
presentes en lo que escribía en un principio, pero que ahora son
muchísimo más claros. Según yo, también mi
estilo se ha enriquecido en cierta forma y es mucho más denso literariamente.
Para el también autor de La nueva música
clásica, resulta satisfactorio ''que muchos de los recursos
literarios que propuse han obtenido carta de naturalización en la
literatura mexicana. El lenguaje coloquial se emplea ya sin ningún
reparo y la temática ligada a la cultura popular es algo que ya
se hace muchísimo. Todos los planteamientos que antes eran objetados
ahora son perfectamente normales''.
-¿Considera que hoy hacen falta nuevas sacudidas
a la literatura mexicana?
-No. Lo que falta es hacer buena literatura. Si la literatura
sacude, pues perfecto, esa es su función. Si no, aunque tarde varios
años en percibirse la hondura de lo que plantea, tarde o temprano
se llegara a ver su importancia. Creo que la literatura mexicana vive momentos
saludables, que tenemos una muy fuerte tradición. De una u otra
manera hemos forjado una literatura mexicana de muy buen nivel, tan valiosa
como cualquier otra que se escriba en el mundo. Aunque no nos pelen en
otras partes a causa del etnocentrismo y del feudalismo que han impuesto
en plena globalización las editoriales españolas, que ahora
son las que controlan la literatura hispana.
Existe -señala el escritor- ''una tendencia a uniformar
las formas literarias y a eliminar todo lo que sea referencia inmediata
a lo nacional. Se está buscando en cierta forma una suerte de globalización
temática: que los escritores escriban sobre Europa, sobre otros
países, sobre otros tiempos, sobre cuestiones científicas,
sobre cuestiones tecnológicas.
''Se supone que esas cosas hace que sea más interesante
la obra de un autor en otros países. Pero hasta donde alcanzo a
ver, esto es muy relativo. Los países que controlan la publicación
en el resto del mundo tienen una visión muy estereotipada. En ese
sentido a la literatura mexicana se le sigue viendo como de tercer mundo,
secundaria.''
Después de 10 años de no publicar, José
Agustín está a punto de terminar una novela: ''Tengo dos
años escribiéndola. Se llama Vida con mi viuda. La
editorial calcula que si la entrego en junio, en septiembre ya estará
publicada''.
Se trata de algo "muy distinto" a lo realizado antes por
el escritor: "Es una novela de mayor edad, pero conservo la agilidad y
la facilidad de lectura; hay humor y muchos elementos presentes en mi literatura
previa. Pero al mismo tiempo hay... no sé si una mayor hondura o
una mayor tristeza. No sé qué, pero lo que estoy escribiendo
lo siento distinto y lo que planteo es más complejo, abarca varios
niveles''.
-¿De qué manera lo determina literariamente
cumplir 60 años?
-Para mí lo importante de cumplir 60 años
es que puedo seguir trabajando, que tengo muchas ganas de seguir diciendo
cosas y que todavía tengo muchas cartas bajo la manga. Claro, la
edad implica una merma tremenda de energía. Un desafío es
saber administrar esa energía. Es lo que estoy haciendo. En ese
sentido me siento bien porque estoy escribiendo un nuevo libro como en
mis buenos tiempos, lo estoy disfrutando enormemente. Llego a momentos
de enorme felicidad. Así he escrito toda mi vida, así estoy
escribiendo actualmente. Y eso me da mucho gusto.
|