México D.F. Domingo 7 de marzo de 2004
Censuran decisión del CNE de invalidar
firmas y que policías repriman a manifestantes
Marchan 200 mil venezolanos en demanda de referendo
revocatorio
Líderes opositores al gobierno niegan que estén
negociando rúbricas con autoridades electorales
En EU, congresistas reprueban que Otto Reich "le haga
la vida miserable al presidente Chávez"
DPA, AFP Y REUTERS
Caracas, 6 de marzo. Decenas de miles de opositores
marcharon hoy por las calles de Caracas para exigir la celebración
de un referéndum para destituir al presidente Hugo Chávez
y en repudio a las violaciones a los derechos humanos, que atribuyeron
a las fuerzas militares y antimotines, las cuales han sofocado las violentas
protestas de los pasados días.
A su vez, el enviado especial para América Latina
del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Otto Reich, volvió
a criticar a Chávez. Afirmó que éste le hace "daño"
al pueblo venezolano, lo cual provocó que congresistas estadunidenses
señalaran que el funcionario "actúa de acuerdo con su propia
agenda".
Durante
la gigantesca movilización, que según los bomberos reunió
a unos 200 mil manifestantes, los líderes opositores advirtieron
que seguirán en las calles efectuando acciones de "resistencia civil"
y reclamando el referéndum como salida pacífica a la crisis.
También descalificaron nuevamente al Consejo Nacional Electoral
(CNE), el cual, recientemente, invalidó cientos de miles de firmas
reunidas por la oposición, por lo que consideró improcedente
la celebración de la consulta revocatoria.
"No caigamos en la trampa de decir que las firmas se están
negociando. Nadie está negociando nada. La Organización de
Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter nos dijeron que todavía
no está cerrada la vía del referéndum", aseveró
el principal orador, Pompeyo Márquez, un ex guerrillero.
Añadió que "aquí, si se mata el referéndum,
no será culpa nuestra. Si se mata el referéndum es porque
el autócrata tiene miedo a contarse", y afirmó que en sus
años de lucha nunca presenció tanta "saña" como la
que vio en los pasados días durante las acciones de la Guardia Nacional
para someter a los manifestantes.
El octogenario ex combatiente subrayó que es necesario
insistir en una salida electoral que permita "acabar con el odio", para
luego recomponer las fuerzas armadas, la industria petrolera y mejorar
la economía, mientras que los manifestantes exhibían banderas
y pancartas y gritaban que "Venezuela no es chavista".
Temprano, desde distintos puntos, salieron a las calles
los diferentes contingentes, principalmente de la Plaza Altamira, uno de
los bastiones de la oposición, donde permanecen militares disidentes
desde el efímero golpe de abril de 2002, que sacó del poder
a Chávez durante 48 horas.
Antonio Ledezma, uno de los líderes de la coalición
opositora Coordinadora Democrática (CD), dijo que marchaban para
"no dejarnos entrampar. Este pueblo no es tonto, no se va a dejar quitar
sus firmas".
"Esta protesta continuará en Venezuela, con el
propósito de preservar el sistema democrático. Nosotros vamos
a hacer toda la presión necesaria hasta lograr una consulta popular",
señaló el dirigente del Movimiento al Socialismo, Leopoldo
Puchi, antiguo aliado del chavismo.
El CNE fue blanco de críticas de los manifestantes,
quienes reclamaron que se reconozcan las más de 2 millones de firmas
presentadas para solicitar un referéndum revocatorio del mandato
del presidente Chávez.
La autoridad electoral sólo reconoció 1.8
millones de rúbricas la semana pasada y ordenó que más
de 800 mil fueran repetidas, al declararlas en "observación" debido
a ciertas irregularidades, aunque bastarían 600 mil para que la
oposición pudiera activar la consulta.
Aunque los líderes de la marcha de este sábado,
la más grande de la oposición en esta nueva fase, aseguraron
no estar negociando las firmas objetadas por la autoridad electoral, el
socialista Felipe Mújica aseveró que sectores de la CD negocian
la etapa de ratificación de rúbricas y el número de
mesas para la confirmación, así como los días de duración
del proceso y horarios, entre otros puntos, lo cual significaría
nuevamente acudir a estampar las firmas.
Otros sectores afirmaron que las negociaciones con el
CNE se efectúan "con mucha tensión", e insistieron en que
sólo exigen que se reconozca las firmas cuestionadas, enviadas a
proceso de revisión adicional, y apoyan la postura de la representación
de observación de la OEA y el Centro Carter de que sólo se
obtenga una "muestra representativa" sin tener que repetir el proceso.
La marcha terminó pacíficamente con un mitin
en el que los oradores expusieron sus exigencias en torno al referéndum
y reclamos por las violaciones a los derechos humanos por la represión
policial y militar de las protestas anteriores, que según sus cuentas
ha dejado, desde hace una semana, entre ocho y nueve muertos, decenas de
lesionados y unos 350 detenidos, a quienes el gobierno acusa de seguir
un esquema deliberado de "violencia y subversión".
Un gran mercado popular, que se extiende por casi un kilómetro
en la céntrica avenida Bolívar, dividió a Caracas,
ya que mientras miles de manifestantes protestaban contra el gobierno,
los chavistas acudían a hacer sus compras a precios baratos, como
suelen hacerlo los fines de semana.
La víspera Chávez declaró, ante embajadores
acreditados en esta capital, que si la oposición ratifica las 600
mil firmas necesarias para efectuar el referéndum, según
la Constitución, él se someterá a la consulta, y en
caso de perderla acatará el mandato de renunciar al cargo y convocar
a nuevas elecciones.
No obstante, acusó a las televisoras de seguir
siendo punta de lanza de una "conspiración" que, reiteró,
es financiada por Estados Unidos.
El enviado especial para América Latina del Consejo
de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Otto Reich, arremetió nuevamente
desde Washington contra el presidente Chávez. Lo acusó de
hacerle "daño a los venezolanos" y de que está "tratando
de socavar las libertades del pueblo", al responder a críticas de
congresistas demócratas sobre el tema.
Durante una audiencia con el secretario de Estado, Colin
Powell, los congresistas afirmaron que Reich "actúa bajo su propia
agenda o con otra que usted no nos ha presentado y que le hace la vida
miserable al presidente de Venezuela".
Reich respondió en español, citó
la CNN, que "si no fuera tan cómica la acusación quizá
tuviera otra respuesta. Yo reporto a la consejera de Seguridad Nacional
del presidente (George W.) Bush, la doctora Condoleezza Rice; yo no hago
nada que no sea aprobado por mi jefa, y ella reporta directamente al mandatario".
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