El Presidente de México regresa al rancho Crawford

El encuentro en Texas confirma que las diferencias están zanjadas

AFP

Washington, 4 de marzo. El presidente estadunidense George W. Bush recibirá viernes y sábado en su rancho de Texas a su homólogo mexicano Vicente Fox, privilegio otorgado a sus aliados más cercanos que confirma las paces entre los dos rancheros de ambos lados del río Bravo.

Al empezar sus gobiernos, hace tres años, se declararon amigos íntimos. Uno era ex gobernador de Texas, el otro ex gobernador de Guanajuato; ambos son religiosos, empresarios, conservadores, propietarios de extensos ranchos y amantes de las botas tejanas: Fox y Bush parecían destinados a una luna de miel permanente.

Sin embargo, los cambios producidos por los ataques del 11 de septiembre de 2001 los enfrentaron. Fox hizo de un acuerdo migratorio con Washington la prioridad de su política exterior, pero Washington comenzó a buscar cómo endurecer la seguridad en sus fronteras, en lugar de abrirlas.

La posterior negativa de México a apoyar la guerra contra Irak encabezada por Washington en el Consejo de Seguridad de la ONU intensificó las tensiones.

No obstante, los mandatarios dieron señales de haber superado sus diferencias en enero, durante la Cumbre de las Américas de Monterrey, en aras de compromisos en los temas más importantes de la agenda bilateral, como seguridad y migración, y de la campaña para las presidenciales estadunidenses de noviembre, en las que Bush busca la relección.

''La relación es buena. Bush y Fox son amigos. Sólo quieren reafirmar eso", dijo a la Afp un funcionario estadunidense que pidió el anonimato.

Ambos "revisarán toda la gama de temas bilaterales", incluidos el comercio y la evolución del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, las relaciones tras el 11 de septiembre y la guerra contra Irak, la deuda de agua de México con Estados Unidos, la migración y la cooperación policial, enumeró.

Consultado sobre si el encuentro confirmará que ambos presidentes superaron sus diferencias sobre la guerra en Irak, el funcionario dijo que el gobierno de Bush prefiere no mirar hacia atrás. "Vamos a seguir adelante con nuestra relación", sostuvo.

"Creo que muy difícilmente van a volver los tiempos de los abrazos afectuosos y cariñosos del principio, pero ambos son políticos y a ambos les conviene mostrar una relación fuerte de confianza y que están trabajando sobre una agenda bilateral", dijo a la Afp Michael Shifter, experto del centro de análisis Diálogo Interamericano.