México D.F. Lunes 1 de marzo de 2004
El aumento de remesas y la debilidad en la demanda interna ocultan el problema, afirma
El país deja de ser atractivo para inversionistas: BBVA
NOTIMEX
Condiciones fortuitas o coyunturales favorables, como el precio del petróleo, el incremento de las remesas enviadas por trabajadores desde el extranjero y la debilidad en la demanda externa han ocultado la pérdida de competitividad de México, aseguró BBVA Bancomer.
En la publicación Línea Económica, firmada por el analista Eduardo Torres Villanueva, la institución financiera indicó que la pérdida de competitividad se refleja en una menor participación en el comercio externo y en inversión extranjera para proyectos productivos.
El documento explicó que el saldo de la cuenta corriente al cierre de 2003 resultó deficitario en 9 mil 150 millones de dólares, el cual es el menor desde 1997, y representó también el tercer año consecutivo a la baja en este indicador.
Agregó que la balanza comercial se explica principalmente por la disminución del déficit en la cuenta corriente durante 2003, cuando su saldo cayó 29.2 por ciento, respecto al año previo, al pasar de 7 mil 916 a 5 mil 603 millones de dólares.
BBVA añadió que los precios del petróleo estuvieron detrás de esta caída, ya que de haberse mantenido al mismo nivel que en 2002, el déficit comercial habría sido de nueve mil 761 millones de dólares.
Las remesas de trabajadores en el exterior fueron otro elemento que influyó en la disminución del déficit de cuenta corriente, en parte porque fueron más los recursos enviados (el monto aumentó 35.2 por ciento en 2003), pero también debido a un mayor uso de medios electrónicos en estas transacciones, lo cual facilitó su registro.
También los ingresos turísticos tuvieron un desempeño favorable, a pesar del entorno de guerra en los primeros meses de 2003, y registraron un crecimiento anual de 6.8 por ciento.
En ese contexto, la institución financiera consideró que la perspectiva para las cuentas externas en 2004 está ligada al repunte en la actividad económica.
Estimó que el dinamismo en la demanda externa e interna se traducirá en mayor crecimiento de las importaciones respecto de las exportaciones no petroleras.
Lo anterior, aunado a la posibilidad de baja en los precios del crudo a partir del segundo semestre del año, podría conducir a un incremento en el saldo de la balanza comercial, hasta de 10.5 mil millones de dólares, prácticamente duplicando lo observado en 2003, añade.
Ese decir, como proporción del producto interno bruto (PIB) el déficit de la cuenta corriente podría ubicarse en 2.3 por ciento contra 1.5 por ciento en 2003, concluyó.
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