México D.F. Domingo 29 de febrero de 2004
El dueto llenó de imaginación
sonora el Salón 21
Bel Canto: en Noruega no nos importa la penetración
musical de los medios
ARTURO CRUZ BARCENAS
Con su elevada imaginación sonora, colorida y etérea,
el grupo noruego Bel Canto forzó al público que llenó
el Salón 21, el pasado viernes, a pensar por qué a veces
se oyen productos de baja calidad, a gente que no sabe cantar, tipos que
pareciera que tañen alambres, generadores de ruidos que lastiman
los dientes, hieren los oídos y se autollaman artistas.
Hace cinco años fue la primera presentación
en México de este dueto (se hacen acompañar de tres músicos),
en el teatro Metropólitan; desde entonces ya eran conocidos por
algunos buscadores de novedades y especialistas, por personas que buscan
oír algo que dé sentido a la vida. Tal es el valor que puede
adquirir una composición.
De
entonces a la fecha han aumentado sus seguidores, muchos de los cuales
se dieron cita para oírlos de cerca. El foro de Polanco fue ambientado
con sillones y mesas de centro, para los privilegiados que pudieron gastar
un buen billete. Otros, más atrás, observaron desde incómodas
sillas altas tipo periqueras. Hay sitios desde donde, de plano, no se ve
nada porque se cruzan pilares.
Pero eso no fue óbice para que el ambiente se fuera
calentando. Provenientes de un país donde el frío es drástico
e influye en todas las actividades de la vida, Bel Canto, dijeron Anneli
Drecker (voz) y Nils Johansen (composición, teclados, sampleos,
guitarra y violín), en entrevista previa a su concierto, busca dar
calidez musical.
Así fue durante dos horas, en las cuales interpretaron
21 temas. Abrieron con Night lady, donde el sonido es diáfano.
Whiteout conditions, Bombay, con influencia árabe.
Anneli bailó contoneándose, sensual, voluptuosa.
Así, hasta Ladonia, Dewy fields y Dorothy's
Viktory. El público, que al principio se mostró concentrado,
tranquilo, fue progresivamente aplaudiendo y bailando, coreando. Los ritmos
armónicos obligaron a moverse, a marcar la melodía con los
pies, las manos, la cabeza.
Ubicados dentro de la world music, los integrantes de
Bel Canto crean a partir de su tradición sonora étnica, de
la electrónica y efectivas armonías vocales. A veces lo que
se oye es melancólico y triste, con pasajes introspectivos, ecos
de leyendas vikingas, con elementos oscuros, a veces deprimentes.
Sin embargo, dentro de toda esa niebla de sensaciones
se puede encontrar esperanza y belleza, deseos de vivir. Un deseo íntimo:
que el contrapunto permanezca más tiempo. Nils y su sonido metálico,
generado en su guitarra que ha dejado atrás la madera.
Bel Canto es misterio, enigma y sofisticación,
tersa caricia o agitación cardiaca. Son ideas que se fijan con la
música, como la de la mujer y su poder sensual.
Presentaron una síntesis de sus seis discos, el
primero de 1987, titulado Whiteout conditions, y el más reciente
Retrospect (2003), Bel Canto tuvo una noche feliz, e hicieron agradable
un rato de vida de los asistentes.
''MTV es un canal de basura''
"Cantamos -dijo Anneli- a una variedad de público,
a la alternativa, a quienes les gustan las canciones simples de música
pop, el electrónico y la parte étnica entre la música
y el mundo."
-¿Cuál es la relación entre la música
y el clima frío?
Contestó Nils: "Sí hay una relación
directa. Nuestro pueblo está a 700 kilómetros del círculo
polar; es un puerto. Vivir con tanto frío nos hace buscar algo cálido
a través de la música. En invierno siempre es de noche, pero
en verano tenemos el sol de media noche y los niños juegan a las
dos o tres de la madrugada".
-¿Qué música se escucha actualmente
en Noruega?
Anneli: "Pasa lo mismo que en todo el mundo y depende
mucho de MTV; Britney Spears se oye todo el tiempo. A pesar de ello, la
escena local ha crecido mucho y se ha dejado de copiar el estilo estadunidense
o inglés. Nuestra población de 4 y medio millones y todos
los que nos dedicamos a la música nos conocemos.
"La música de Noruega ha trascendido las fronteras
por su autenticidad. No nos importa la penetración de los medios
y no hacemos música para encajar en ese ámbito. MTV es un
canal de basura y ni siquiera lo vemos. Vivimos al margen de todo el rollo
de los medios y eso no nos afecta", precisó Nils.
Señalaron que Bel Canto es, sobre todo, un nombre.
"Se nos hacía exótico. La gente ya nos ubica así.
En Nueva York hay una pizzería que se llama así, en Italia
hay una cafetería".
|