En el Congreso de Brasil el líder del PVEM ya habría sido cesado

"Nosotros ya lo habríamos separado del cargo", fue el comentario que el presidente de la delegación legislativa brasileña, Eduardo Matarazzo Suplicy, formuló a los legisladores mexicanos, cuando salió a relucir el escándalo político protagonizado por el senador Jorge Emilio González Martínez, del Partido Verde Ecologista de México.

Durante un receso de la reunión interparlamentaria México-Brasil, el senador Matarazzo Suplicy explicó que el Congreso de su país cuenta con un código de ética y decoro por el que, independientemente del proceso judicial, lleva a cabo una investigación que sanciona a los legisladores involucrados en actos de corrupción o comportamiento indebido, con penas que van desde quitarles el cargo legislativo hasta inhabilitarlos por varios años.

Con base en ese código, en el Senado brasileño -dijo- fueron procesados cuatro de sus integrantes, dos por revelar el sentido del voto en procesos en que éste era secreto, y dos por enriquecimiento inexplicable. A todos se les retiró el mandato y uno perdió sus derechos políticos por ocho años.

Senador por el Partido de los Trabajadores y catedrático, Matarazzo Suplicy resaltó que en todos los casos, previo al proceso que lleva a cabo la Comisión de Etica y Decoro, se les obligó a dejar la senaduría o la diputación, según el caso, mientras se investigaba. El procedimiento, además, es independiente del que se lleve a cabo en los tribunales judiciales.

Cuestionado sobre el caso del Niño Verde, el brasileño dijo que, aunque no lo conoce a detalle, "por lo que vi en prensa y televisión, sería típicamente un caso para la Comisión de Etica y Decoro".

Al concluir los trabajos de la primera interparlamentaria México-Brasil, Matarazzo Suplicy respondió preguntas que, fuera de agenda, hacían legisladores sobre el código de ética que no existe en el Congreso mexicano. El visitante explicó que es un mecanismo para preservar la dignidad y el decoro del órgano legislativo.