La poeta y Pedro Angel Palou recibieron el Premio Villaurrutia en Bellas Artes

Reintegra la poesía lo que el lenguaje racional separa o excluye: Coral Bracho

El narrador opina que la novela ''nos pone ante la fértil ambigüedad de la metáfora''

CARLOS PAUL

La creación poética es esencialmente una búsqueda colectiva, expresada mediante innumerables formas, y que reintegra lo que el lenguaje racional separa o deja fuera, expresó la poeta Coral Bracho al recibir el Premio Xavier Villaurrutia 2003, que en esta ocasión fue compartido con el narrador Pedro Angel Palou.

Por sus obras, Ese espacio, ese jardín y Con la muerte en los puños, respectivamente, Bracho y Palou recibieron anoche en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bella Artes dicho reconocimiento, el cual es considerado uno de los galardones más relevantes del país, por ser un reconocimiento de y para escritores, y por lograr mantener desde su fundación, en 1955, ''calidad, respeto y credibilidad".

Para entregar el premio, acudieron al acto Sari Bermúdez, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA); Alicia Zendejas, secretaria técnica de la Sociedad Alfonsina Internacional, y el jurado integrado por los escritores Alberto Ruy Sánchez, Daniel Sada y Mario Bellatín.

Convivencia de sentidos

Luego de expresar su agradecimiento a amigos, instituciones y jurado, Coral Bracho reflexionó de manera precisa sobre el lenguaje, la poesía y el proceso creador.

''Adentrarse en los territorios del lenguaje -expresó la poeta- significa para la poesía recuperar lo que en él ha desgastado y opacado su uso habitual.

''Recuperar el brillo, el peso, el color original de las palabras, rencontrar su densidad de materia moldeable, de fuerza conducible, de movimiento, y sopesar los efectos de sus combinaciones, es una parte del proceso creador del poeta.

''Otra, simultánea, es la de entrever y entretejer la multiplicidad de sentidos que sus posibles combinaciones generan.

''De la fusión de esos sentidos con la gestualidad sonora del lenguaje (sus ritmos, sus cambios de tono, su densidad, su ligereza) surge el lenguaje poético", explicó Bracho.

''Y de su organización, a la vez plástica y musical, en un espacio que no sólo lo enmarca, sino que contribuye también a la generación de sentidos y despliegues cinéticos (ya que en él se distribuyen, entran en contacto o se aíslan las palabras) surge el poema."

A diferencia del lenguaje científico o filosófico -abundó Bracho-, que tienden a reducir al mínimo la ambigüedad, ''el lenguaje poético, por el contrario, tiende a hacer perceptible la convivencia de diversos sentidos. La poesía reintegra así lo que el lenguaje racional separa o deja fuera".

El poema -destacó la galardonada- es una creación colectiva, pues cada lector ve en sus reflejos algo distinto.

''Cada lectura se detiene en diferentes líneas, rasgos o cortes. Y en la convergencia entre la experiencia singular y lo universal a que aspiran sus figuras y formas, el autor es también un lector más."

Para concluir, Bracho señaló: ''Si la poesía tiene una función social, no es sin duda la de imponer maneras de ver o pensar, sino la de abrir canales a la sensibilidad y a la comunicación, posibilidades a la articulación del pensamiento y perspectivas para replantearnos nuestro estar en el mundo".

Curiosidad por pasión

Pedro Angel Palou, por su parte, recordó cómo a los 16 años tuvo su primer encuentro con la obra de Xavier Villaurrutia, del que destacó la siguiente frase: ''Curiosidad por pasión", palabras, dijo el escritor, ''que desde entonces han sido mi credo literario".

La narrativa -destacó- ''es el supremo arte del desdoblamiento, y es esa esquizofrenia literaria lo que más me atrae de la novela, el único género que me permite ser un poco Simbad y un poco Ulises''.

La novela, explicó el autor, ''nos pone no ante la certeza de un mundo falso (aunque, al final, lo sepamos como meramente probable y sólo ilusoriamente necesario), sino ante toda la fértil ambigüedad de la métafora narrativa, que ni es del todo verdadera (porque es ficción) ni es del todo falsa (porque encuentra su valor de verdad en la consistencia de la novela misma).

''Uno publica, la verdad, para olvidarse al fin de la novela que ha estado escribiendo, sólo así se deshace de ella. Lo que viene después de editado el libro es un hecho misterioso, ajeno a la voluntad del escritor."

Luego de comentar que al terminar Con la muerte en los puños, ''se me aclararon muchas cosas y se me nublaron muchos prejuicios idiotas, pues la mente del boxeador puede ser una de las más complejas", Palou expresó que recibir ese premio ''es una gran responsabilidad. Ahora deberé arriesgar más sin temor a la caída.

''Seguiré pensando que si la novela es una muerte que convierte a la vida en un destino, y al tiempo en una duración necesaria es, simplemente, porque hace del recuerdo un acto útil."

En la entrega del premio, la presidenta del CNCA, Sari Bermúdez, mencionó algunas obras anteriormente galardonadas como Pedro Páramo, de Juan Rulfo; El arco y la lira, de Octavio Paz; Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro; La feria, de Juan José Arreola, y Farabeuf, de Salvador Elizondo.

Títulos que revelan la trascendencia del Premio Xavier Virraurrutia, y destacó que ''celebrar a quienes van trazando el nuevo mapa de la literatura mexicana se torna una acción obligada para las instituciones culturales".