México D.F. Martes 24 de febrero de 2004
A finales de año habría condiciones
para efectuar comicios en el país invadido: ONU
Bombazo de la resistencia iraquí deja 13 muertos
y al menos 51 lesionados
Acusa Donald Rumsfeld a Irán y Siria de permitir
la entrada de "terroristas" a Irak
REUTERS, DPA Y AFP
Bagdad,
23 de febrero. Trece muertos y al menos 51 heridos fue el saldo de
un ataque con bomba contra una estación de policía en la
norteña ciudad iraquí de Kirkuk, situando así a febrero
como el mes más sangriento desde la caída de Saddam Hussein.
En este contexto, el secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld,
realizó su cuarta visita a Irak, donde responsabilizó a Irán
y Siria de permitir la entrada de "terroristas" a la nación invadida,
mientras la Organización de Naciones Unidas (ONU) indicó
que no habrá condiciones para realizar elecciones en el país
invadido antes de finales de año.
A su vez, el presidente estadunidense, George W. Bush,
en un discurso ante gobernadores republicanos, volvió a defender
la invasión a Irak. Señaló que tras el derrocamiento
de Hussein el mundo está mucho mejor.
En lo que fue interpretado como un intento por contrarrestar
las críticas de los precandidatos demócratas a la presidencia,
tras el fracaso en hallar las supuestas armas de destrucción masiva
de Irak, motivo de la invasión del 20 de marzo de 2003, Bush reiteró
que Saddam Hussein construyó ese tipo de armamento y después
lo escondió.
El jefe de la Casa Blanca, tras señalar que "el
dictador descansa ahora en una celda", reiteró que "el mundo es
más libre y Estados Unidos está más seguro". Al referirse
a los constantes ataques de la resistencia contra las fuerzas de ocupación,
indicó que su país "no se dejará intimidar por matones
o asesinos. Un Irak libre será una derrota contra el terrorismo",
aseguró.
Sin embargo, cada vez menos estadunidenes creen que Irak
tuviera armas de destrucción masiva. Cuarenta y tres por ciento
piensa que el gobierno "exageró deliberadamente los informes" al
respecto, reveló un sondeo del instituto Harris Interactive. Sólo
51 por ciento piensa que Hussein "realmente tenía ese tipo de armamento",
en contraste con el 61 por ciento registrado a mediados de diciembre.
En el terreno, un ataque en Kirkuk esta mañana,
cuando un suicida estrelló un coche bomba contra una comisaría,
dejó 13 muertos y 51 heridos, informó el teniente de la policía,
Salam Zangana.
Al menos 250 iraquíes murieron en ataques desde
comienzos de febrero, en su mayoría policías, lo que lo sitúa
como el mes más mortífero desde la caída del régimen
de Hussein, el 9 de abril de 2003, dijo el Ministerio del Interior iraquí.
Poco después del atentado llegó Rumsfeld
a Bagdad para entrevistarse con los responsables de la coalición.
El jefe del Pentágono, procedente de Kuwait, fue recibido en el
aeropuerto por el administrador civil estadunidense en Irak, Paul Bremer,
y luego conversó con varios comandantes militares estadunidenses
sobre los medios disponibles para desplegar rápidamente las fuerzas
de seguridad iraquíes, en previsión del traspaso de soberanía
el 30 de junio.
"El éxito (de la reconstrucción) está
en sus manos", declaró Rumsfeld ante algunos reclutas del Cuerpo
de Defensa Civil Iraquí, en una base de las afueras de Bagdad. Acusó
a las autoridades de Irán y Siria de dejar entrar combatientes dispuestos
a cometer atentados en Irak.
Por su parte, Bremer atribuyó los atentados de
los últimos tres meses en Irak a los grupos Al Qaeda y Ansar al
Islam, a los cuales acusó de querer impedir el plan de Estados Unidos
para transferir el poder a los iraquíes.
Por otra parte, el secretario general de la ONU, Kofi
Annan, anunció que las elecciones en Irak podrían celebrarse
a finales de año, si los iraquíes se ponen de acuerdo sobre
cómo serán organizadas. Hasta ahora se había mencionado
que en junio se traspasaría la soberanía de la nación
ocupada a los iraquíes.
En un informe al Consejo de Seguridad, Annan indicó
que aún quedan interrogantes por resolver, como qué tipo
de administración relevará a la coalición a
finales de junio.
Annan explicó que para que haya elecciones los
iraquíes deben ponerse de acuerdo en temas delicados, como qué
sistema electoral se aplicaría y cómo se registrará
a los votantes. Según Naciones Unidas, estos asuntos podrían
acordarse en mayo próximo.
En este sentido, el máximo líder chiíta
iraquí, el ayatollah Ali al Sistani, considera que la ONU
tiene la responsabilidad del proceso político en Irak, aunque la
organización no crea que se pueden celebrar cuanto antes los comicios
que él exige.
En un comunicado de Al Sistani, publicado por el diario
iraquí Al Sabah, el líder chiíta sostuvo que
la ONU "debe supervisar completamente el proceso político hasta
que la situación en Irak se haya estabilizado".
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