Hay gente agradecida y otros que no lo son: Levín

Ausencias y retardos en las exequias de Salinas Lozano

CIRO PEREZ SILVA

Estamos aquí los que nos atrevemos a dar la cara, resumió Mauricio Rosell, funcionario del CEN priísta, cuando corrían las primeras horas de los funerales de Raúl Salinas Lozano y ni la clase política ni los empresarios que se encumbraron en el sexenio de Carlos Salinas aparecían.

Al final fueron evidentes las ausencias de José Córdoba, Jorge Carpizo, Patrocinio González Garrido, Fernando Solana, Manuel Bartlett, Emilio Gamboa, Jaime Serra, Arsenio Farell, Patricio Chirinos, Jesús Silva Herzog, José Antonio Alvarez Lima, Guillermo Ortiz, José Angel Gurría, María de los Angeles Moreno, Ignacio Morales Lechuga y Otto Granados, entre otros.

''Hay gente agradecida y hay otros que no lo son'', abundó Oscar Levín, mientras que Jesús Kumate, secretario de Salud en el sexenio salinista, advertía: ''Soy militar y soy leal'', cuando se le interrogó sobre estas ausencias que poco a poco se convirtieron en retardos. Así, pasado el mediodía en la sala B del velatorio que acogió los restos de Salinas Lozano, se encontraron Juan José Salinas Pasalagua; Juan Cristóbal y Carlos Emiliano Salinas Occelli; Sergio, Enrique, Adriana y Carlos Salinas de Gortari, quien al arribar al velatorio comentó que la madrugada del lunes los hijos y nietos de Salinas Lozano lo acompañaron en sus últimos momentos, ''en los sentimientos y en el corazón'', esto último por la ausencia de Raúl Salinas.

El ex presidente comentó que su padre falleció a las 0:30 de este lunes, mientras dormía en su casa del sur de la ciudad de México, al complicarse una neumonía junto con un espasmo respiratorio que lo llevó a hospitalizarse el pasado fin de semana. ''Al final, con el consejo de sus médicos, lo trasladamos a su domicilio y estuvo rodeado por sus hijos, sus nietos y toda la gente que tanto lo queremos y lo respetamos, y hoy venimos a despedirlo en estas horas para que en la misma tranquilidad que encontró en la madrugada de este día (ayer), lo sigamos recordando'', expresó el ex presidente, mientras sostenía la mano de su actual esposa, Ana Paula Gerard.

Interrogado sobre la posibilidad de que a Raúl Salinas le fuera concedido un permiso para estar presente en los funerales, el ex mandatario respondió que toda la familia es respetuosa de la autoridad y que su hermano continúa luchando para obtener su libertad. El abogado Juan Velázquez dijo sin embargo que, ''para las autoridades, Raúl es Raúl y aunque hay excepciones, ni siquiera con la muerte de su padre le permitieron estar presente''.

Antes de las 10 de la mañana, cuando era preparado el cuerpo de Salinas Lozano para la misa, en el pasillo de ingreso a la sala B se encontraban dos arreglos florales, uno de la familia Martínez Manautou y otro más de la ayudantía que atiende a Carlos Salinas; con las horas se fueron sumando otros del gobernador de Colima, Gustavo Alberto Vázquez Montes, y del Ejecutivo del estado de México, Arturo Montiel, que era tan pequeño como breve fue su presencia en el velatorio, menos de 5 minutos, tiempo similar al que le dispensó el coordinador de los senadores del PAN, Diego Fernández de Cevallos.

Montiel fue, sin embargo, el único gobernador en funciones que asistió al funeral, aunque no el único mexiquense. Poco antes de su arribo llegaron Carlos Hank Rhon y el empresario Carlos Peralta, del grupo Iusa. Curiosamente fueron pocos los personajes de este sector que acudieron a dar el pésame a la familia Salinas. Entre ellos estuvo Gilberto Borja Navarrete.

Conforme pasaron las horas un variopinto microcosmos llenó el velatorio. Fernando Ortiz Arana, quien fuera líder nacional del PRI y aspirante a suceder en la candidatura presidencial al ultimado Luis Donaldo Colosio; Pedro Ramírez Vázquez; Arturo Cardona, jefe del Estado Mayor de Carlos Salinas; Paulina, Carmen Beatriz y José Ramón López Portillo, así como los abogados Eduardo Luengo, Alonso Aguilar Zinser y Juan Collado.

Gonzalo Martínez Corbalá, ex gobernador de San Luis Potosí, se refirió a la cercana amistad que lo unió a Raúl Salinas Lozano y la forma en la que, siendo diputado, recibió a petición de éste a Carlos Salinas de Gortari a los 17 años de edad, en el que fue el primer empleo del ex presidente.

Acudió también la secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo, quien lamentó la pérdida de un mexicano ''que en su tiempo y en su momento aportó desde el Senado, en diferentes administraciones, su inteligencia y su servicio social'', y ante la ausencia de otras personalidades respondió que cada uno es congruente consigo mismo, ''y yo vengo con una familia a la que respeto''. Momentos después arribaron el presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo, y el secretario técnico de la Comisión Política Permanente de ese instituto, David Penchyna.

Madrazo dejó el velatorio minutos antes de que el cuerpo de Salinas Lozano fuera llevado a la carroza que lo transportó al norte de la ciudad para ser cremado, sin la presencia de familiar alguno. Al salir el dirigente priísta reconoció la lealtad del finado en su desempeño como servidor público. También asistieron a las exequias Manlio Fabio Beltrones, ex gobernador de Sonora y actual diputado federal, y su compañera de legislatura Socorro Díaz, quien llegó a San Lázaro por el PRD, . La legisladora recordó que en épocas difíciles de su vida política tuvo consideraciones de parte de Raúl Salinas Lozano y de su esposa, Margarita. ''Recibí cercanía y amistad; como les decía, los amigos son de mentiras y los enemigos de verdad; yo soy una mujer muy agradecida y vine a expresarle a esta familia mi gratitud.''

Arribaron también ex gobernadores como Diódoro Carrasco, de Oaxaca; Enrique Burgos, de Querétaro; Sócrates Rizzo, de Nuevo León; Genaro Borrego, de Zacatecas, y Antonio Riva Palacio, de Morelos, además de Enrique Wolpert, quien fue médico personal de Carlos Salinas, así como Andrés Massieu, secretario particular en su sexenio; también Beatriz Paredes, Miguel González Avelar, Humberto Lugo Gil, Gabriel Guerra, Jorge Emilio González -coordinador de los senadores del Partido Verde Ecologista de México-, Pedro Aspe y Guillermo Soberón, entre otros.