Comuneros zoques recibirán 12 mil 85 hectáreas

Llega a su fin la disputa en los Chimalapas: SRA

Se prevé que este mes Fox haga entrega de las tierras

Colonos aceptaron indemnización por $126 millones

MATILDE PEREZ U.

La disputa que por casi cinco décadas sostuvieron zoques de Santa María Chimalapa con los habitantes de la colonia agrícola y ganadera Cuauhtémoc, por 12 mil 85 hectáreas, culminará en breve con la entrega formal de la superficie a los indígenas. Durante ese periodo, entre ambos grupos surgieron acusaciones de tala clandestina y sobre la presencia de bandas paramilitares, además de que hubo apresamientos mutuos. Los colonos llegaron a expulsar a 60 familias de la congregación de Chalchijapa.

Aunque la fecha para recibir formalmente la tierra ha cambiado en tres ocasiones, se prevé que el próximo 25 de febrero el presidente Vicente Fox la entregará a la comunidad. Luego de prácticamente un año de intensas negociaciones con la intermediación de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) y del gobierno de Oaxaca, los colonos aceptaron una indemnización por 126 millones de pesos por dicha superficie.

"La solución está garantizada jurídicamente. En diciembre, el magistrado del Tribunal Unitario Agrario (TUA) de Tuxtepec dictaminó el asunto como cosa juzgada. Los pagos a los colonos se hicieron por medio del TUA el 17 y 18 de enero", puntualizó el subsecretario de Ordenamiento de la Propiedad Rural de la SRA, Gilberto Hershberger Reyes. "Hay plena conformidad de ambas partes. Hay un feliz término del conflicto" que durante años generó enfrentamientos con madereros, ganaderos y una tensión constante en los Chimalapas, acotó.

La zona en disputa es parte de las 463 mil hectáreas calificadas por expertos como la porción más conservada del último reducto de selva húmeda tropical que queda en el país. En esa selva, de la que se han extraído ilegalmente cientos de metros cúbicos de varias de las diez especies de madera tropical, según denuncias zoques, hay una riqueza de 351 especies de vertebrados, 40 de aves y 51 de peces, el mayor número de mariposas diurnas y cientos de especies endémicas y amenazadas.

Es una región que los expertos no han terminado de estudiar ni sus habitantes de conocer, un territorio donde también existen vestigios de la cultura olmeca, petroglifos y huellas fósiles de los primeros pobladores. Es la Jícara de Oro (significado de Chimalapa) motivo de interés desde la Colonia. En 1997, la Sociedad para el Estudio de los Recursos Bióticos de Oaxaca advirtió que esas 463 mil hectáreas de selva podrían dividirse y perder la diversidad genética de poblaciones de grandes mamíferos debido al "proceso de colonización y explotación ilegal".

La polémica jurídica de Santa María con la colonia Cuauhtémoc se inició en 1957. Los colonos, a pesar de haber sido uno de los grupos beneficiados con el rejuego de las autoridades con concesiones, expropiaciones y regularización de nuevos centros de población en la región de los Chimalapas, se inconformaron por la entrega -mediante expropiación, en 1954- de únicamente 40 mil hectáreas de las tierras comunales e invadieron 11 mil hectáreas más que, con el paso del tiempo, sumaron las 12 mil 85 en disputa.

Durante el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo las autoridades agrarias aseguraron que el conflicto quedaría resuelto. Sin embargo, en mayo de 2001, durante la primera gira que realizó el presidente Fox a Oaxaca, los zoques le entregaron una carta en la que expresaron su inquietud porque la falta de atención al problema estaba derivando en el avance de la devastación del bosque.

En la misiva, informaron que ante la falta de respaldo de los gobiernos federal y de Oaxaca en la defensa de su tierra, la comunidad de Santa María había determinado, en asamblea, iniciar los trabajos de brecheo y amojonamiento apegados a su plano definitivo y acta de posesión y deslinde, acción que estaría llena de altibajos por las presiones de los gobiernos federal -desde la SRA, con la promesa de solución- y de Oaxaca.

Aunque se iniciaron algunas reuniones, los zoques consideraron que una vez más serían objeto de engaño. A su vez, los habitantes de la colonia Cuauhtémoc también mostraron su enojo porque las autoridades no tomaban en cuenta que el TUA de Tuxtepec había dictaminado en su favor acerca de las 12 mil 85 hectáreas disputadas. El 20 de marzo de 2003, 60 familias de la congregación de Chalchijapa salieron de sus tierras tras la advertencia de las autoridades de la colonia Cuauhtémoc de que tenían diez días para integrarse a la colonia o partir. Ese mes, los zoques habían reiniciado los trabajos de brecheo.

El 18 de abril, un grupo de 118 comuneros de Santa María fue secuestrado por los colonos para advertirles que detuvieran los trabajos de brecheo. A partir de entonces se desataron las amenazas entre colonos y zoques. Con la intención de amortiguar las tensiones y abrir la posibilidad de una negociación, se buscó que colonos y comuneros firmaran un pacto de civilidad. Ambos aceptaron, pero en la mesa quedó la advertencia de que los zoques continuarían con el brecheo.

El encono aumentó y el 10 de junio colonos y comuneros sostuvieron un tiroteo. Horas después apareció el cadáver del presidente de la colonia, Andrés Luis Luis. Las confrontaciones verbales entre ambos grupos subieron de tono y las autoridades federales y estatales llamaron a las partes a la conciliación y al diálogo. Hasta agosto lograron que se sentaran frente a frente, y con ellos el titular de la SRA, Florencio Salazar; el gobernador de Oaxaca, José Murat; las autoridades municipales de Santa María y Matías Romero, así como enviados de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Secretaría de Gobernación.