México D.F. Viernes 20 de febrero de 2004
Rompiendo el silencio, biografía de
un insurgente del EZLN es su primera novela
Testimonia Carlos Imaz las vivencias de un personaje
real mediante la narrativa
CESAR GÜEMES
Para Carlos Imaz, sociólogo de profesión
dedicado a la política y la academia, el ejercicio de la literatura
tiene necesariamente cercano contacto con el mundo real y verificable.
Su primera novela, Rompiendo el silencio, biografía
de un insurgente del EZLN (Planeta) es ejemplo de esa postura: ''Es
la historia de un personaje tal cual la recuerda y que aparece en forma
narrativa para transmitir mediante la literatura un testimonio".
Imaz,
actual jefe delegacional en Tlalpan, consigue dentro de un libro testimonial,
en el sentido estricto, evitar el conflicto entre realidad y creación:
''Lo único verdadero de manera absoluta en este
libro es lo que recuerda el personaje. Los recuerdos, por su parte, no
son verdad o mentira sino estrictamente memoria. Una novela no se debate
entre la realidad y la fantasía.
''Carlos Montemayor dice algo muy interesante al respecto,
pues él considera que aun la novela de completa ficción también
refleja el mundo que compartimos, los valores de la época, los usos
y costumbres de los personajes que la habitan.
''Eso me permite salir del debate de la novela sin ficción
o con ella. Rompiendo el silencio, es la historia de un personaje
tal cual la recuerda y que aparece en forma narrativa para transmitir mediante
la literatura un testimonio.
''Desde luego, hay elementos intencionalmente cambiados,
como los nombres y lugares específicos. En el libro, espero, está
la historia de un personaje verídico contada de la forma más
atractiva posible."
-Aun cuando respeta el testimonio y la transcripción
de grabaciones, si las hubo, Rompiendo el silencio... es una novela
con un trabajo de creación.
-Traté de ser fiel a la historia que me contaron,
pero sé que una realidad es cómo se narra un testimonio y
otra cómo se escucha.
''La satisfacción que da un trabajo como éste,
es que una vez terminado el personaje real se reconoció en la narración.
Ese era uno de los retos más grandes.
''En cualquier novela los personajes se apegan a sus reglas,
y esto es más fuerte cuando el personaje proviene directamente de
una persona.
''Por el momento, quien me contó esta historia
todavía no puede dar su versión en primera persona y con
su nombre, aunque espero que lo más pronto posible él y otros
que han corrido la misma suerte tengan la posibilidad de narrar lo sucedido
sin intermediación de nadie."
Contra la aridez
Carlos Imaz, a diferencia de otros autores, no pasó
primero por el cuento antes de adentrarse en la novela, pues llegó
de forma directa: ''Como muchas personas, hice poemas de juventud. Textos
que no conservo, seguramente no eran muy buenos pero me habría gustado
tenerlos para entender mi circunstancia de entonces.
''De modo que si bien no llegué a la novela después
de practicar el cuento, lo hice mediante la lectura, en particular de la
novela histórica. El texto como el que ahora propongo se relaciona
por medio de mis lecturas con el trabajo que admiro en el género,
lo mismo de Howard Fast que de Carlos Montemayor."
-La obra permitirá, debido a su origen, que dentro
de unos años sea leída como libro de consulta.
-Sin duda, porque más allá de que se exprese
en diálogos o descripciones, lo que se cuenta allí es una
parte de nuestra historia. Aunque hubiera dicho que esta era novela de
ficción, nadie me habría creído poseer tanta imaginación.
El proceso por el que pasa del ejercicio de la política
profesional a la narrativa incluye la academia, dice Imaz: ''El proyecto
originalmente estaba planteado como investigación a partir de una
herramienta metodológica que utiliza con frecuencia la antropología
y a la cual la sociología se acercó: la historia de vida.
''No se trata de todo un análisis sociológico
de las condiciones en las que se desempeña un personaje, sino que
ocurre al revés: desde el personaje y su vivencia entendemos el
sentido de lo que sucede a su alrededor.
''Rompiendo el silencio... comenzó como
un trabajo académico dentro del formato de historia de vida. El
material era muy bueno, pero al mismo tiempo manejarlo en términos
de la academia podía resultar árido. Entonces, primero por
decisión práctica y luego porque me apasioné, es que
de una labor académica pasé a la novela."
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