.. |
México D.F. Jueves 12 de febrero de 2004
Emilio Pradilla Cobos
Iglesia católica y gobierno local
En algún momento cercano se dará inicio a la construcción de la Plaza Mariana, o "ampliación" de la explanada del atrio de la Basílica de Guadalupe. Esta obra, de interés para la jerarquía eclesiástica y los fieles de la religión católica, cuenta con un apoyo abierto del Gobierno del Distrito Federal.
En el bando 3 (9 de diciembre de 2000) -luego de declarar: "Participaremos en el programa integral para el área de la Basílica que contempla mejorar la infraestructura de los servicios turísticos, de comercialización, gastronomía y hospedaje; la ampliación de la explanada del atrio para la creación de la Plaza Mariana y la operación del Albergue para el Peregrino..."- se destinan, "inicialmente", 10 millones de pesos para "elaborar el proyecto arquitectónico y los estudios de viabilidad económica..."
En la Gaceta Oficial del Distrito Federal del 8 de abril de 2003 se publicó el decreto desincorporatorio de cinco predios del dominio público que integran el patrimonio del Distrito Federal, que transfiere a "título gratuito" a la Fundación Plaza Mariana AC, 29 mil 534 metros cuadrados de suelo y las construcciones existentes, que incluyen los mercados Villa Zona y Peregrino Guadalupano, la vía Francisco Moreno, el jardín de las Rosas y parte de la avenida Fray Juan de Zumárraga, con valor comercial -seguramente millonario- no especificado en el texto. El destino de esos terrenos será la construcción del museo del culto guadalupano, con estacionamiento subterráneo; el Columbario, cuyas 100 mil criptas se venderán para financiar la obra (La Jornada, 4/10/03); el Centro de Evangelización; un "edificio comercial" que remplazará al mercado Villa Zona, con estacionamiento, y áreas "jardinadas". Construido el conjunto, la fundación transferirá a "título gratuito" al Distrito Federal el edificio comercial y su estacionamiento subterráneo, con una área aproximada de 10 mil metros cuadrados de construcción.
La obra desplazará, al menos temporalmente, a unos 930 locatarios del mercado Villa Zona, a mil 800 vendedores del Corredor del Peregrino y a 2 mil 500 ambulantes del área, sin que se sepa cuántos de ellos tendrán cabida en el nuevo edificio comercial, y los costos que se les fijarán para acceder a los locales. Por ello, estos comerciantes se oponen desde hace tres años a la construcción de la plaza.
El proyecto, el apoyo monetario y la entrega gratuita de terrenos e inmuebles públicos a una asociación civil privada con fines religiosos católicos -museo, evangelización, criptas en propiedad, atrio para culto y venta de objetos religiosos-, suscitan interrogantes a discutir: Ƒes legal y legítima la cesión de patrimonio público para fines religiosos? Si los terrenos y edificios de culto, incluidos atrios de iglesias, son propiedad federal, Ƒtendrán en el futuro este carácter las áreas no devueltas al Distrito Federal, o serán de propiedad privada de la fundación? ƑQué coherencia guardan estos actos del Gobierno del Distrito Federal con la legislación vigente de separación Iglesia-Estado y de propiedad de lugares de culto, y el espíritu de las leyes de Reforma y la Constitución emanada de la Revolución Mexicana? Si el Estado mexicano debe mantener el respeto e imparcialidad hacia todos los cultos religiosos, independientemente de su cantidad de fieles, Ƒpor qué se privilegia a uno en particular, por mayoritario que sea? ƑSe apoya en igualdad de condiciones a los demás cultos? ƑCuál será el futuro de los actuales comerciantes de la zona y de las familias que ganan su sustento en esta actividad? Estos temas deben ser respondidos en forma precisa a la opinión pública, para que sean debatidos democráticamente.
Las acciones del Gobierno del Distrito Federal en apoyo al culto guadalupano son muy populares entre sus creyentes, pero significan un privilegio particular reñido con el carácter laico del Estado y excluyen a todos los demás creyentes y a quienes, con igual derecho, no profesamos ninguna religión. Desde una posición de principios de izquierda criticamos al PAN y al gobierno de Fox por su proclividad a abandonar la laicidad en beneficio de las posturas católicas; por la misma razón tenemos que criticar el apoyo selectivo del jefe de Gobierno del Distrito Federal al culto católico guadalupano, que incluye también el impulso al corredor turístico Basílica-Catedral, o la postura tomada en relación con la Ley de Sociedad en Convivencia, archivada por los diputados locales, mayoritariamente del PRD. La popularidad no es una justificación válida.
|