México D.F. Jueves 12 de febrero de 2004
Hoy, movilización de opositores que quieren
deslindarse de grupos insurrectos
Crece la tensión en Haití; se eleva a
48 el número de muertos por la violencia
República Dominicana reforzó sus fronteras
ante una eventual llegada de desplazados
AFP, DPA Y REUTERS
Puerto Principe, 11 de febrero. La tensión
aumentó hoy en varios pueblos haitianos, mientras el presidente
Jean Bertrand Aristide luchaba para retomar el control de las ciudades
bajo el poder de grupos armados. Varias estaciones de policía han
sido destruidas y los enfrentamientos continúan de manera esporádica
por todo el país. Al menos seis personas murieron este miércoles,
por lo que se elevó a 48 el número de víctimas fatales.
Dos personas fallecieron la noche del martes al miércoles
en San Marcos, 96 kilómetros al norte de Puerto Príncipe,
durante incidentes entre grupos armados. Otras cuatro personas fueron abatidas
hoy a tiros en esa misma ciudad, refirió Afp.
San
Marcos es una de las ciudades recuperadas el lunes por la policía
luego que fue tomada por el Reagrupamiento Armado Consecuente con San Marcos.
Sin embargo, este grupo se atrincheró en el barrio La Syrie, donde
este miércoles enfrentó a la policía nacional y a
miembros del grupo armado oficialista Bale Rouzé.
Dos personas consideradas como cercanas a la oposición
fueron asesinadas anoche por supuestos miembros de Bale Rouzé en
represalia por el incendio de la clínica de Amanus Mayette, médico
y ex diputado allegado a Aristide.
Cabo Haitiano, la segunda ciudad más grande del
país, sigue fuera del control de las autoridades luego de que un
depósito de comida fuera saqueado e incendiado, informaron testigos.
La población de esta ciudad, situada en el norte,
se encontraba sin servicio de electricidad, hay escasez de alimentos y
crece el temor a choques armados entre grupos opositores y simpatizantes
de Aristide.
El alcalde de la ciudad, Wilmar Innocent, reportó
que miembros de Lavalas, partido de Aristide, levantaron barricadas en
toda la ciudad y se preparan para enfrentar cualquier ataque de los grupos
armados.
La principal estación de policía en Limbe,
al sur de Cabo Haitiano, fue abandonada la noche del domingo al lunes antes
de ser incendiada por un grupo armado, confirmaron testigos.
Gonaives, ciudad que desde hace una semana permanece en
manos del grupo armado Frente Revolucionario de Resistencia del Artibonite
(FRRA), está cercada por civiles armados partidarios del presidente,
según reportes de prensa.
Hablan
de "revolución haitiana"
El FRRA anunció el cambio de nombre a Frente Nacional
de Reconstrucción y Liberación en un intento por unificar
a los diferentes grupos armados que han hecho incursiones en varios puntos
del país. Voceros de esta nueva agrupación se dijeron decididos
a "liberar" todo el país. "La revolución haitiana está
en marcha", dijo el vocero del grupo insurrecto, Winter Etienne, en un
comunicado. "Hemos decidido no seguir viviendo más en la desesperanza",
dijo.
Poco más tarde, versiones no confirmadas, que circularon
en Gonaives, señalan que el líder del FRRA, Buter Metayer,
prometió a los opositores que entregaría las armas si Aristide
renuncia.
En el sur se mantuvo la calma a pesar de que en los días
recientes se han avistado grupos armados. En Les Cayes, miembros de Lavalas
realizan una cacería de brujas contra periodistas y opositores
al régimen de Aristide.
Para este jueves se espera una movilización popular
en Puerto Príncipe, organizada por la oposición política
que intenta demostrar su carácter pacífico y así deslindarse
de los grupos insurrectos.
El gobierno de República Dominicana reforzó
militarmente su frontera con Haití en previsión del arribo
de posibles refugiados haitianos. Según informes del ejército
dominicano, en los días pasados dos de sus efectivos fueron heridos
de bala en la frontera haitiana en circunstancias poco claras.
The Washington Post criticó la postura del
gobierno estadunidense hacia Haití. Para el diario, Washington se
equivoca al promover la caída de Aristide. "Es tonto esperar que
la victoria de estos luchadores callejeros contra la fuerza policial del
presidente abrirá el camino a un gobierno más liberal o terminará
con la violencia", se puede leer en el influyente medio. Esperar la caída
de Aristide significará el aumento de la miseria en Haití
y el aumento de los refugiados que buscarán llegar a las costas
de Florida, concluyó el periódico.
El Programa de Alimentos de la Organización de
Naciones Unidas advirtió que los enfrentamientos armados y los cierres
de carreteras ponen en peligro el abastecimiento de víveres a poco
más de 268 mil personas del norte y el noroeste de Haití.
Aristide, quien fue elegido para el cargo hasta 2006,
ha estado gobernando por decreto tras las fallidas elecciones del año
pasado, que dejaron a Haití sin Parlamento.
|