Octavio Rodríguez Araujo

Cuba, falacias e Internet

Una falacia, dice mi diccionario de filosofía, es un término que los escolásticos aplicaron al "silogismo sofista" de Aristóteles, es decir, hacer creer lo que no es. Una falacia es también un sofisma.

Los razonamientos sofistas, según el filósofo griego, eran de dos clases: los referidos al modo de expresión y los que no tienen que ver con el modo de expresión. Entre estos últimos ubicaba el paralogismo ignorantia elenchi, que ocurre cuando se responde a otra cosa diferente de la que está en cuestión o se prueba algo que no es lo que corresponde probar. Los sofistas desvían la atención mediante argumentaciones relacionadas con el tema principal con la intención de mover el ánimo de su auditorio o de sus lectores en un determinado sentido. Un sofista es el que, por ejemplo, ante las restricciones a las libertades en Cuba (libertad de uso de Internet, libertad para salir del país, libertad de asociación, libertad de prensa), utiliza como argumento una afirmación categórica que, rigurosamente, no tiene que ver con las libertades: el bloqueo estadunidense condiciona todos los aspectos de la vida cubana. ƑTodos?

Para un sofista la restricción al uso generalizado de Internet es un problema de racionalización de recursos: por culpa del bloqueo estadunidense Cuba no cuenta con un tendido de fibra óptica que la conecte, digamos, con Florida, ni acceso a satélites baratos y rápidos. Pero no se explica por qué la prohibición al uso generalizado de Internet no se aplica a los turistas ni a las empresas trasnacionales instaladas en el país, ni a la jerarquía de la burocracia ni a los ámbitos científicos e intelectuales ni a los militantes del Partido Comunista, única organización política permitida en la isla.

En México hay dos carreteras a Acapulco, una libre y otra de cuota. Supongamos que, por escasez de recursos (bloqueo de Estados Unidos, por ejemplo), sólo existiera la libre, pero se prohibiera su uso a los mexicanos, salvo a los burócratas de alto nivel, los científicos, los intelectuales, los militantes del partido gobernante y a los extranjeros para los cuales habría una cuota en dólares. ƑSería democrático? El sofista diría que el resto de los mexicanos no necesita ir a Acapulco, nunca que se le está discriminando o coartando su libertad de viajar.

Un sofista, aunque no lo dijera Aristóteles, es también un mentiroso, incluso cuando con pretensiones científicas recomienda a la izquierda con hiperlipoproteinemia primaria que coteje datos y consulte fuentes. Uno de estos sofistas modernos, quizá con la intención de parecer conocedor del tema de Internet, ha dicho recientemente que ha recurrido a los datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en su defensa de la prohibición en Cuba del acceso generalizado a Internet, prohibición que él no menciona, pero que justificaría por razones de prioridades sociales. Pero los sofistas con frecuencia se enredan en sus propios argumentos, y en lugar de continuar con la lógica de que el bloqueo estadunidense condiciona todos los aspectos de la vida cubana, nos aporta datos (falsos, por cierto) que intentan demostrar que, a pesar del bloqueo, Cuba está mejor en Internet que otros países. Es así que ha afirmado, supuestamente con datos de la UIT, que en Nicaragua sólo 0.4 por ciento de la población tiene acceso a Internet, en tanto que en Cuba 4.3 por ciento de la población es usuaria de este medio de información y comunicación.

Según la UIT (informe del 11/12/03), en Nicaragua tienen acceso a Internet 90 mil personas. Si este país tiene 5 millones 777 mil 700 habitantes, entonces el porcentaje de usuarios es de 1.6 y no de 0.04. El sofista consabido señala que Cuba tiene 480 mil usuarios de Internet. El dato, que más bien se refiere a usuarios de correo electrónico (que no es lo mismo que el número de usuarios de Internet, pues un usuario de Internet puede tener varias cuentas de correo electrónico y un usuario de correo electrónico adicional no puede tener acceso a Internet), es de la periodista cubana Mayoral que cité en mi artículo "Prohibiciones en Cuba", publicado en La Jornada el 15/1/04. La UIT, que supuestamente es la fuente del sofista, menciona 120 mil (en 2001, pues no hay datos más actuales), lo que significa alrededor de uno por ciento de la población, muy diferente al 4.3 por ciento que escribió. Dice que en México 4.6 por ciento de la población tiene acceso a Internet. La UIT apunta 10 millones 33 mil usuarios, lo que significa 9.84 por ciento de la población.

Con la información de la UIT y la de otras fuentes especializadas, Cuba tiene el porcentaje de usuarios de Internet más bajo en América Latina y el Caribe, después de Haití (0.96 por ciento), siendo que este país tiene un ingreso per cápita de mil 860 dólares estadunidenses (USD), en tanto que el de Cuba es de 5 mil 259 USD, según datos del PNUD en sus indicadores de desarrollo humano de 2003.