México D.F. Jueves 12 de febrero de 2004
También por las remesas que mexicanos envían de EU
Chiapas se ubica entre los principales estados expulsores de mano de obra
RENATO DAVALOS
Chiapas se ha colocado ya como una de las principales entidades expulsoras de mano de obra a Estados Unidos, y entre las primeras por la cuantía de remesas que los mexicanos envían de ese país a territorio mexicano, revela el estudio Las migraciones y el desarrollo entre Guatemala y México, elaborado conjuntamente por El Colegio de México y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, con sede en Guatemala.
Manuel Angel Castillo, de El Colegio de México, uno de los investigadores que participó en el estudio, dijo en entrevista que el endurecimiento de la frontera y la persecución no constituyen una solución a la realidad que plantea esa línea divisoria.
En el análisis se señala que los jornales que se paga a las mujeres en el sureste es de sólo 35 pesos por día. Advierte que el ambiente antiterrorista que prevalece en Estados Unidos puede derivar en una reducción de los márgenes de los gobiernos guatemalteco y mexicano, y en una pérdida de autonomía en sus decisiones soberanas.
El documento presentado a la Comisión de Asuntos Migratorios de la Conferencia Nacional de Gobernadores, que ayer sesionó en esta capital, concluye que la movilidad en la frontera sur configura un escenario de riesgos, vulnerabilidad y un campo propicio para la corrupción, la violación de derechos humanos y el desarrollo de ilícitos, como el tráfico y la trata de personas.
Los riesgos se incrementan ante la ausencia de mecanismos efectivos para la prevención y protección de las víctimas en un ambiente de impunidad.
También establece que los gobiernos mexicano y guatemalteco no han realizado esfuerzos suficientes de desarrollo regional y no han cumplido a cabalidad la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familiares.
En el campo de los derechos humanos, el estudio señala que se requiere que ambos estados antepongan la condición humana de las poblaciones por encima de cualquier consideración relacionada con la seguridad.
Sugiere que deben fortalecerse los mecanismos de diálogo bilateral y que el tema migratorio se incluya en la negociación, puesta en operación, revisión y ajuste de las iniciativas regionales, como el Plan Puebla-Panamá y el Tratado de Libre Comercio del Triángulo del Norte, que integran México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
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