Paoli: viable, aprobar voto de mexicanos en el exterior

Intensifican consultas para reformar el Cofipe

ALONSO URRUTIA

Con la mira puesta en la aprobación de las reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) en el próximo periodo de sesiones, que abran la puerta al voto de los mexicanos en el extranjero, el gobierno federal ha intensificado consultas tanto en México como en Estados Unidos. Para ello busca vencer reticencias y recelos, que van de dificultades para ejercer el sufragio a complicaciones para el financiamiento y fiscalización de los recursos de campaña.

Aunque gran parte de las organizaciones de mexicanos en el extranjero demandan al gobierno mexicano el reconocimiento de ese derecho, otras, como la agrupación La Raza, consideran esto una amenaza a la lucha de los connacionales residentes en Estados Unidos. A su juicio, conferirles el voto no sólo puede inhibir la lucha por el sufragio en el vecino país del norte, que les permitiría elegir a sus autoridades y llevar a los latinos al poder, sino también dificultaría la concreción del acuerdo migratorio, postura que no comparte el gobierno federal.

Para el encargado de las consultas de esta iniciativa, el subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, Francisco José Paoli Bolio, el gobierno federal está convencido de la viabilidad de la reforma y de que es posible dar respuesta a las objeciones técnicas para hacer posible que en 2006 se pueda ejercer el sufragio al menos por la Presidencia de la República. "Esto abriría las puertas para que a futuro se posibilitara para otros cargos", pues hoy no existe duda de que el jefe del Ejecutivo realiza acciones que impactan a los connacionales en el extranjero, pero estaría a debate si las labores de diputados, alcaldes o síndicos podrían considerarse así.

Paoli señala que para el gobierno federal sería deseable aprobar esa iniciativa, que tiene anuencia, en términos generales, de la mayoría de los partidos políticos, aunque con matices. Sería importante su aprobación en abril, señala, porque ello permitiría tener más de dos años para preparar todos los aspectos logísticos, aunque la ley sólo exige que los cambios sean aprobados con un año de anticipación.

"Buscamos abrir lo más posible y ofrecer las mayores facilidades a los mexicanos en el exterior, pero sin poner en riesgo el sistema electoral mexicano, que tanto ha costado construir", apunta. Y es que, sin duda alguna, por el número de votantes y la distribución geográfica, al país le implica enfrentar condiciones complejas.

En primer lugar, las consultas que se realizan en diversas ciudades estadunidenses, que posteriormente se efectuarán también en Canadá, pretenden resolver el problema logístico de quiénes podrían votar y cómo. Las propuestas recogidas, comenta, van desde que se pueda ejercer el sufragio sólo con la matrícula consular hasta la realización de una campaña de credencialización en Estados Unidos; de ahí que los cálculos sobre el número de votantes van de 100 mil a varios millones.

Tanto en el gobierno como en algunos sectores políticos existe reticencia a permitir que los mexicanos residentes en el exterior voten con mayores facilidades que quienes viven en México, por lo cual la opción más viable sería que lo hicieran mediante credencial de elector, apunta.

Sin embargo, en este punto hay posturas encontradas. El Instituto Federal Electoral ha externado inquietud por las dificultades técnicas y presupuestales que implicaría lanzar una campaña de credencialización en Estados Unidos. Algunas organizaciones de mexicanos en el exterior han propuesto salidas intermedias: abrir módulos especiales en las principales ciudades fronterizas de México y otros en temporadas vacacionales, para aprovechar el regreso de mexicanos a territorio nacional.

Paralelamente, subraya Paoli, se analiza la posibilidad de combinar esta modalidad con la del voto electrónico, pues los consulados han externado que en un escenario de alta participación no tendrían capacidad en sus instalaciones para recibir a los votantes. El subsecretario señala que esto lleva a otro problema: el de la justicia electoral.

"Si hay una riña o un robo de urna, Ƒa cuál autoridad acudimos? No nos podemos poner en manos de autoridades estadunidenses", sostiene. Esto refuerza la posibilidad de impulsar el sufragio electrónico, para lo cual se ha buscado la colaboración del Instituto Electoral de Coahuila, el cual cuenta con los mayores avances en la materia. "Se buscarían mecanismos para facilitar el voto vía Internet, pues estoy convencido de que a futuro éste será el modo de sufragar de todos los mexicanos y en el mundo."

Empero, las objeciones más recurrentes en México se orientan a las dificultades que implicaría el control del financiamiento, pues en la actualidad los partidos no pueden recibir dinero del exterior. Algunos sectores cuestionan que esto abra la puerta a las aportaciones millonarias de empresas o ciudadanos en busca de favores políticos, lo cual se complica porque en Estados Unidos no está prohibida.

En principio se analizan posibilidades para que las aportaciones estén restringidas y apegadas a los topes de campaña en México, así como establecer impedimentos para la contratación de medios en el extranjero, pero es un capítulo que falta definir.