México D.F. Lunes 26 de enero de 2004
Despidieron y hostigaron a la directora de ese sector de la cancillería
Denuncian empleados "amiguismo" en el área de archivos de la SRE
En puestos clave, personal sin conocimientos en la materia; el acervo, en peligro, afirman
KARINA AVILES
Despedida injustamente por cuestionar un cambio en la política archivística de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la cual pondría "en peligro" el Archivo Histórico Genaro Estrada, uno de los más importantes del país, la ex directora de Archivos en la cancillería, Olivia Vázquez Vera, denuncia una serie de vejaciones y violaciones a sus derechos humanos y laborales cometidos en su contra por parte de autoridades de aquella dependencia.
De 1994 hasta finales de 2001, la maestra en bibliotecología por la Universidad Nacional Autónoma de México fungió como directora de Archivos en la SRE. Su buen desempeño se tradujo en haber logrado, por ejemplo, clasificar, automatizar, capturar y ordenar al menos 60 por ciento del Archivo de Concentraciones, que es donde se agrupan todos los documentos provenientes de las embajadas de México en el exterior y que, por tanto, representan la memoria histórica de la diplomacia reciente.
En septiembre de 2001, el entonces subsecretario para América Latina y el Caribe, Gustavo Iruegas, anunció al personal de la Dirección de Archivos que "se realizaría una serie de cambios en la política archivística de la SRE". Uno de ellos era justamente el de "suspender la concentración en México de esos archivos, mismos que serían sustituidos por discos", indica.
"Como encargada del área consideré la obligación de defender los documentos y así se lo expresé al embajador Iruegas. En ningún momento le falté al respeto y mucho menos traté de demeritar sus instrucciones, sólo quise evitar el desmoronamiento del acervo documental histórico", asegura.
Vázquez Vera expresa que nunca se imaginó que aquella defensa de los documentos "me iba a costar mi trabajo". A partir de entonces, su situación en la dependencia se volvió "imposible de sobrellevar". La directora general del Acervo Histórico Diplomático, Mercedes de Vega, le comunicó que había una sanción gravísima en su contra, "por lo que a la Dirección General ya no le convenía mi presencia en ese lugar".
Tanto Iruegas como De Vega "aprovecharon" una queja por parte de miembros del personal, quienes desde antes habían desatado "una campaña en mi contra", la cual se originó por el simple hecho de que "los hice trabajar y no les gustó". Pero el propio órgano interno de control de la SRE emitió un acuerdo (oficio No. 05/3011/2001), en el cual determinó que no había ningún incumplimiento en su conducta ni motivo de queja alguna.
De esta forma, Vázquez Vera no presentó su renuncia, pues "se me había solicitado basada en una mentira, puesto que no había ninguna sanción ni pequeña ni grave en mi contra". Pese a ello, el director de personal, José Luis Aguilar, le solicitó de nueva cuenta su renuncia. Ella le preguntó las razones "y me dijo que no había ninguna, que simplemente ya no me querían ahí".
El 14 de diciembre de 2001 se presentó a trabajar pero en la puerta del edificio un policía le impidió el paso. Ni siquiera se le permitió recoger sus objetos personales, los cuales todavía se encuentran en aquella dirección. El primero de enero de 2002 fue dada de baja con la suspensión de todos sus derechos.
Desde entonces, Vázquez Vera ha sufrido un suplicio. También ha recurrido a una serie de instancias sin obtener una respuesta favorable. Presentó una demanda contra la SRE, sin embargo, se absolvió a la cancillería de la indemnización constitucional, luego inició un juicio de amparo, el cual se lo negaron. A lo anterior, se suman los oficios que ha enviado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, al presidente Vicente Fox y a Marta Sahagún. Finalmente, interpuso un recurso de revisión en contra de la sentencia, cuyo fallo espera que se realice conforme a derecho.
Por otro lado, miembros del personal de la Dirección General del Acervo Histórico Diplomático, quienes pidieron omitir sus nombres por temor a represalias, denunciaron que en aquella dirección ha permeado "el amiguismo" en la contratación de puestos clave, como es el caso de la designación de Alejandro Padilla Nieto como subdirector del Archivo Histórico.
Expresaron que Padilla, quien es sociólogo de formación, carece de conocimientos en archivos históricos, lo cual "pone en peligro" el acervo, ya que en el tiempo que lleva en ese puesto "ha cometido diversos errores" como proponer la "eliminación de la colección del Diario Oficial de la Federación", cuestión que el personal impidió. Con la anuencia de la directora de Archivos, Sofía Valdés, quien "lo llevó a ese cargo", dejó "en libertad" a estudiantes de servicio social para que organizaran en la forma que creyeran "conveniente" el Archivo de la embajada de México en Guatemala.
Los trabajadores responsabilizaron a la directora general del Acervo Histórico Diplomático, Mercedes de Vega, de esta decisión "permeada por el amiguismo", porque "resulta contraria tanto a la política de austeridad que está siendo implementada por el gobierno federal como a la Ley del Servicio Civil de Carrera, que establece que todo funcionario público debe demostrar aptitudes, conocimientos y experiencia para ocupar un cargo"
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