México D.F. Lunes 26 de enero de 2004
Se les acusa de entregar a líderes sindicales al pasado régimen militar
Investigarán en EU a DaimlerChrysler y Ford por desapariciones en Argentina
El caso se presentará en una Corte de Los Angeles; hay testimonios de sobrevivientes
STELLA CALLONI CORRESPONSAL/I
Buenos Aires, 25 de enero. La justicia de Estados Unidos deberá investigar a las multinacionales automotrices Ford Motor Company y DaimlerChrysler, demandadas por familiares de desaparecidos y sobrevivientes de la dictadura militar argentina (1976-1983), que las acusan de haber colaborado con aquel régimen al entregar a obreros y empleados. En ese tiempo, 25 delegados gremiales de la empresa Ford fueron secuestrados por fuerzas militares de sus puestos de trabajo en la sede ubicada en Pacheco, provincia de Buenos Aires. Los secuestrados fueron llevados al campo de deportes de la misma empresa, encapuchados y con las manos atadas con alambre, frente a sus jefes y otros empleados. En el campo de deportes fueron golpeados y amenazados, después los trasladaron en un camión de la empresa a la comisaría primera de la localidad de Tigre, donde fueron torturados. Estuvieron desaparecidos cerca de un año, y luego casi todos fueron trasladados a cárceles en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, y en Devoto, en esta capital. Dos de ellos pasaron a engrosar las listas de los miles de desaparecidos.
En el caso de Ford figuran los testimonios de 16 de los sobrevivientes en la demanda presentada ante una Corte de Los Angeles, con cargos de arrestos y detenciones arbitrarias, torturas, crímenes contra la humanidad, tratamiento cruel e inhumano, y ejecuciones extrajudiciales. En nombre de las víctimas en la demanda actúan los despachos de abogados Schonbrun Desimone, Splow Harris & Hoffman LLP y el argentino Ojea Quintana La Firm.
Según dijo al diario Clarín el abogado Tomás Ojea, se pudo determinar que Ford "buscó beneficiarse con el secuestro de los delegados gremiales para intimidar a todos los trabajadores, evitar la actividad gremial y reducir drásticamente la cantidad de empleados que trabajaban en la planta". También señaló que después que los obreros eran secuestrados, la empresa los despedía sin pagarles indemnización aprovechando que no podían presentarse a trabajar.
Por su lado, dos abogados estadunidenses, Daniel Kovalik y Terry Collingsworth, presentaron el pasado 14 de enero, en el tribunal federal correspondiente a Carolina del Norte, una demanda por daños y perjuicios contra DaimlerChrysler, y acusaron a la filial argentina de Mercedes Benz por el secuestro y desaparición de varios trabajadores. Unos 15 obreros de Mercedes Benz fueron secuestrados y asesinados entre 1976 y 1977. Los abogados representan a los familiares de los desaparecidos y de los miembros del consejo obrero de esa empresa en Buenos Aires que fueron secuestrados, torturados y asesinados.
En un extenso informe se señala la colaboración de la empresa con la dictadura militar y figuran testimonios de los sobrevivientes. Esta demanda deberá tener en cuenta la investigación realizada por la periodista alemana Gaby Weber, quien en un documental reciente titulado Milagros no hay, recoge datos y testimonios excepcionales, incluso de ex empleados de esa automotriz.
Los cargos contra los directivos de Mercedes Benz son graves. Se acusa al ex jefe de producción, Juan Tasselkraut, de haber denunciado a trabajadores ante la inteligencia del ejército. Ante las evidencias, la empresa DaimlerChrysler dispuso una investigación que llevó adelante el experto en derecho internacional Christian Tomuschat. Aunque en diciembre de 2003, en un extenso informe, este especialista exime de cargos a la empresa y a funcionarios de la misma, reconoce que éstos habían entregado fotografías de los trabajadores que fueron luego secuestrados. Entre los señalados por los funcionarios de la empresa estaba Esteban Reimer, al que consideraban un "agitador", y que luego fue secuestrado y asesinado.
Aunque el informe de Tornuschat ha sido muy criticado, tiene valor para los juicios ya que, como señalan los abogados de los familiares de los desaparecidos, en el derecho estadunidense eso basta para responsabilizar a la empresa y permite acogerse a la llamada Ley de Reclamación por Agravios contra Extranjeros que data de 1789, así como a la Ley de Protección a las Víctimas de la Tortura, de 1992.
Las demandas son apoyadas por los Accionistas Críticos de DaimlerChrysler , que presionaron para que se realizaran las investigaciones y se hiciera justicia.
En principio la multinacional había rechazado un acuerdo extrajudicial argumentando que Mercedes Benz no estaba implicada en la desaparición de los trabajadores. Sin embargo, en Argentina, el abogado Ricardo Monner Sans, que lleva la causa que se tramita aquí, tiene suficientes pruebas testimoniales.
Por su lado, los familiares de los desaparecidos y de los sobrevivientes, en sus contratos con los abogados estadunidenses, establecieron que en caso de ganar el caso sólo recibirán el monto que fije la ley argentina por desaparecido, y que el resto que se reciba en concepto de indemnización será destinado a una fundación que construirá un hospital en González Catán, localidad de la provincia de Buenos Aires donde estaban los talleres de la empresa y cuyos índices de pobreza son alarmantes. "Ese era el sueño de los compañeros entonces", dicen.
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