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México D.F. Lunes 26 de enero de 2004
Armando Labra M.
Migración, perlas texanas
Siempre es recomendable leer el informe anual de los presidentes de Estados Unidos a su nación. Son textos que permiten conocer qué quiere el gobierno de ese país que su pueblo crea, y además parece que lo logra, por inverosímil que parezca.
La mitad del informe a la nación del señor Bush trata sobre asuntos de seguridad al amparo de la lucha contra el terrorismo, sin omitir perlas, no japonesas, ésas eran divertidas, sino texanas, que resultan inefables, como: "Los terroristas continúan complotando contra Estados Unidos y el mundo civilizado. Y por nuestra voluntad y valor, este peligro está derrotado". Esta otra: ..." y el pueblo de Irak es libre".
Nos debe tranquilizar saber que "debido al liderazgo y decisión estadunidenses, el mundo está cambiando para mejor (sic)... y nadie puede dudar ahora de la palabra de Estados Unidos". Gracias a esas palabras ahora sabemos que el gobierno de Estados Unidos "firmará" los acuerdos internacionales para preservar la ecología mundial, respetará las resoluciones de Naciones Unidos, encontrará los arsenales atómicos de Saddam Hussein -"Si no hubiéramos actuado, los programas (sic) de destrucción masiva del dictador continuarían a la fecha"- y cumplirá el TLCAN sin destinar unilateralmente subsidios a sus campesinos, etcétera, etcétera, etcétera.
Habrá que estar listos para el advenimiento de una visionaria, moderna y progresista Era Moral, particularmente orientada a la juventud, que ya se avizora como sello reformador del imperio texano. "Duplicaremos los fondos federales para programas de abstinencia de manera que los colegios puedan enseñar este hecho de la vida: la abstinencia es la única forma segura en que los jóvenes pueden evitar contraer enfermedades de transmisión sexual. Todos nosotros, padres, escuelas, gobierno, debemos trabajar juntos para oponernos a la influencia negativa de la cultura (sic) y para enviar el mensaje correcto a nuestros hijos".
Y para que no haya duda que con dólares habrá abstinencia y decencia, el gobierno de Estados Unidos habrá de "reforzar a nuestras comunidades dejando actuar a la compasión de las instituciones religiosas estadunidenses. Por Orden Ejecutiva, he destinado miles de millones de dólares en fondos para programas a licitaciones que incluyen a beneficencias de base religiosa. Esta noche les pido (al Congreso) que conviertan esto en ley, de manera que las personas de fe sepan que la ley nunca más los discriminará" (sic y sic).
Y bueno, el tema migratorio. Plan-teado en la Casa Blanca el 7 de enero ante líderes chicanos y autoridades, luego seguramente resumido en la reunión privada con el señor Fox en Monterrey, ameritó dos párrafos en informe del pasado día 20: "Esta noche, también les insto a reformar las leyes de migración para que las mismas (sic) puedan reflejar nuestros valores y beneficien nuestra economía. Propongo un nuevo programa de trabajadores temporales para juntar a trabajadores extranjeros que tengan voluntad de trabajar con empleadores dispuestos a ofrecerles trabajo, cuando no se encuentren ciudadanos estadounidenses que llenen esas vacantes.
"Esta reforma será buena para nuestra economía porque los empleadores encontrarán trabajadores en un sistema honesto y organizado. Un programa de trabajadores temporales ayudará a proteger nuestro territorio, permitirá a las patrullas de fronteras y agencias policiales concentrarse en las amenazas verdaderas a nuestra seguridad nacional. Me opongo a una amnistía, porque ello alentaría más inmigración ilegal y premiaría injustamente a quienes violan la ley. Mi programa de trabajadores temporales preservará el camino hacia la ciudadanía para quienes respeten la ley, y alentará a que millones de mujeres y hombres dedicados y honestos emerjan de las sombras".
Como se sabe, el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, dando respuesta al presidente en español, descalificó de inmediato la propuesta y de entonces a la fecha varios senadores han generado otras nuevas. Es claro que el problema es del gobierno de Estados Unidos, no nuestro, y que se aplica a resolverlo no en la perspectiva de la "gran enchilada" o el simple totopo, sino aplicando completito el hot dog. En el discurso de 7 de enero queda claro cómo se procede ya, ahora mismo, mediante mucho mayores recursos a la vigilancia policial fronteriza y abunda en la temporalidad de tres años, así como en la necesidad de pagar el registro, por parte de lo indocumentados, para que se les identifique y se les pueda remitir a México tres años después. ƑAlguno se irá a fichar voluntariamente? Lo dudo.
Pero no es eso lo que debe distraernos, sino definir, desde nuestro interés, una política migratoria, que no tenemos, y ubicarla en la única perspectiva sustantiva: generar empleos en México, sin desdeñar una visión regional que abarque a los socios del TLCAN, en el cual, desde su origen, deliberadamente se excluyó el tema de la movilidad de trabajadores en la zona.
Qué bueno que nos dijo Bush que todo va bien y que "el impulso para la libertad en nuestro mundo es inconfundible y no es llevada adelante sólo por nuestro poder". Claro, Ƒqué haría sin nosotros?
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