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México D.F. Lunes 26 de enero de 2004
Javier Oliva Posadas
Las alianzas PAN-PRD y la putrefacción de la ideología
Quienes simpatizamos con las responsabilidades históricas del Estado mexicano en materia de política social, de defensa y fortalecimiento de la soberanía, de la ampliación en los cauces para la participación de la ciudadanía en la democracia y toma de decisiones, no podemos sino expresar malestar y preocupación por la posibilidad de algunas alianzas entre el PRD y el PAN ante comicios estatales que se realizarán a lo largo de este 2004 y los primeros meses de 2005.
La dirigencia del PRD, encabezada por Leonel Godoy, parece que rápidamente olvidó lo que ellos mismos consideraron agravios insalvables por parte de la dupla PAN-PRI, como fueron la integración del Consejo General del IFE y la aprobación de esos mismos dos partidos políticos de la más reciente miscelánea fiscal.
Por parte de Luis Felipe Bravo Mena, las cosas no están mejor. También todo parece indicar que ya dejo en el baúl de los recuerdos todas las críticas de Cuauhtémoc Cárdenas a Vicente Fox o, peor aún, que él, Bravo Mena, representa al partido en el gobierno, pero que actúa con mentalidad de opositor. Ya el próximo Consejo Nacional del PAN se ha planteado la reducción en el periodo de ejercicio de Bravo Mena, ante los desastrosos resultados electorales y de gestión.
ƑQué beneficios ha obtenido el PRD de haber apoyado a gobernadores como Patrón Laviada en Yucatán, o Antonio Echavarría en Nayarit o a Salazar Mendiguchía en Chiapas? Política y electoralmente nada, absolutamente nada. En vez de buscar la construcción de comités municipales, diseñar una estrategia de representación nacional, parece haber escogido el fácil camino de la circunstancia, algo que muchos hemos criticado al Presidente de la República y a otros actores políticos. Por el momento, Chihuahua, Oaxaca, Zacatecas y nuevamente Chiapas parecen ser estados destinados a padecer y ejercer la confusión inexplicable de la unión entre ambos partidos con el único y elemental, por básico, objetivo de derrotar al PRI por cierto, también, ayuno de ideas, proyectos y estrategias de naturaleza ideológico y programáticos.
Muy bien, ésa es la finalidad Ƒy luego qué? Planes de gobierno, posiciones ante problemas tan complicados como los derechos indígenas. Sobre este punto habría que recordarle a Godoy y al PRD la postura del PAN durante la gira de la comandancia del EZLN, que llegó hasta la tribuna de San Lázaro, que por cierto son y proceden de Chiapas. Aparte del ínfimo 2.5 por ciento de votación que obtuvo el PRD en la votación de julio de 2003, en las elecciones federales, al PAN no le será de utilidad en una entidad como Chihuahua, donde cuenta con sólida base electoral.
Por otra parte, la forma en que el PRD ganó los cinco distritos federales electorales de Zacatecas hacen completamente innecesarias las alianzas en esta entidad ƑO acaso Amalia García requiere el apoyo del famélico PAN zacatecano? ƑA cambio de qué le dará su apoyo? Ya las dirigencias de Acción Nacional y del PRD de la entidad han amenazado con renunciar a sus militancias si dicha alianza se da.
Por si todo esto fuera poco, me pregunto: Ƒqué autoridad tienen las dirigencias nacionales de esos dos partidos para decidir alianzas en determinados estados de la república? Sin considerar las opiniones de futuros candidatos y sus procesos de selección, desde ahora han sometido a las militancias y votantes al circunstancial e inmediato objetivo de ganarle al PRI. El PRD tiene un papel muy importante que cumplir. Desde su fundación -5 de mayo de 1989- se ha consolidado como una opción seria. Debe continuar en ese camino.
Las elecciones para gobernador en Coahuila, y más recientemente en Colima, indican que la mera alianza no es garantía de triunfo y sí, en cambio, de confusión y conflictos, como expresó recientemente Cuauhtémoc Cárdenas. La pérdida de identidad de los partidos políticos es uno de los ingredientes más nocivos para la construcción de nuevos escenarios de participación ciudadana. La mera posibilidad de la alianza PAN-PRD es decepcionante. [email protected]
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