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México D.F. Lunes 26 de enero de 2004
ENTREVISTA /GILBERTO
HERSHBERGER REYES, SUBSECRETARIO DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Pretende la SRA poner fin este año a los focos
rojos en el agro
INVERSION EN LA PAZ SOCIAL DEL CAMPO, PRIORIDAD
DE LA DEPENDENCIA
La mayor parte de los conflictos involucran factores
religiosos, económicos, jurídicos, políticos, étnicos
y ambientales. Chiapas, Michoacán, Veracruz, Oaxaca, México,
Guanajuato y Guerrero, las entidades con mayores problemas
MATILDE PEREZ U.
Dispuesto a recuperar la confianza de los sujetos agrarios
para que dejen de dudar de los compromisos y la voluntad política
del gobierno federal, el titular de la Secretaría de la Reforma
Agraria (SRA), Florencio Salazar Adame, dispuso de 481 millones de pesos
en ocho meses para resolver definitivamente siete de los 14 focos rojos
en el campo.
"No es un gasto, sino una inversión en la paz social
del campo, para abrir el camino al desarrollo en esas zonas cuyos habitantes
sostuvieron enfrentamientos -algunos de ellos sangrientos- durante medio
siglo o más", señaló el subsecretario de Ordenamiento
Territorial, Gilberto Hershberger Reyes.
La solución de la mitad de los 14 focos rojos
involucra una superficie de 61 mil 865 hectáreas y cerca de 40 mil
sujetos, localizados en 21 municipios de los grupos indígenas zoques,
chinantecos, mazatecos, zapotecos, huastecos, nahuas, pames, tepehuanos
y tzotziles.
Además, antes de finalizar este año podría
concluir la negociación del asunto Acatepec contra Zapotitlán
de las Tablas, Guerrero. "La clave de los avances es que se conformaron
grupos de atención permanente, pues era frecuente que los funcionarios
fueran a las zonas en conflicto, pero regresaban meses después o
bien atendían los asuntos desde sus oficinas. Ahora hay un diálogo
permanente con ejidatarios, comuneros, colonos y pequeños propietarios
en cada uno de los casos a resolver", abundó.
Hershberger Reyes confió en que la resolución
de los restantes seis puntos rojos se alcanzará este año,
en que también se atenderán los 140 problemas clasificados
como focos amarillos.
Este
fin de semana se formalizó ante el Tribunal Unitario Agrario de
Tuxtepec, Oaxaca, la entrega de 120 millones de pesos a las familias de
la colonia agrícola y ganadera Cuauhtémoc, que aceptaron
la indemnización a cambio de la entrega de 13 mil hectáreas
para la comunidad zoque de Santa María Chimalapa, uno de los focos
rojos que tenía la atención de la comunidad internacional
por estar inserto en el último reducto de bosque de niebla que le
queda a México.
Al conformarse los equipos de atención para cada
uno de los focos rojos, el titular de la SRA aclaró que ésta
"es la institución de los campesinos que requiere cambios, pero
primero hay que liquidar paradigmas para buscar otros; por eso hay que
concluir con el ordenamiento de la propiedad social, con el propósito
de terminar con los conflictos entre ejidos y comunidades o de éstos
con particulares.
Inmerso en las acciones de concertación con los
grupos agrarios, el subsecretario resumió: "en los pasados cinco
meses se han resuelto dos conflictos diarios, ya que no sólo se
han atendido los focos rojos, sino otros que también tenían
años de estar hibernando. En estas acciones el respaldo político
de los gobiernos de los estados ha sido un factor fundamental. No son soluciones
que pendan de un hilo tejido por los recursos económicos, sino suma
de voluntades políticas y sociales".
Agregó que semanas antes de la solución
al caso Cuauhtémoc-Santa María Chimalapa, se resolvió
el asunto de Santo Domingo Teojomulco y Santiago Xochiltepec, identificado
por la opinión pública como la matanza de Agua Fría
(27 muertos, en mayo de 2002) y cuya historia de disputas dejó un
saldo de cerca de 60 decesos. Ambas comunidades, localizadas en la sierra
sur de Oaxaca, se disputaban 4 mil 622 hectáreas de terreno boscoso.
La comunidad de Santiago Xochiltepec aceptó una
indemnización de 51.5 millones de pesos, a cambio de cederle a Santo
Domingo Teojomulco la superficie disputada durante 37 años.
Otros de los asuntos solucionados de abril a diciembre
son: la disputa entre Venustiano Carranza y Nicolás Ruiz, Chiapas,
por 2 mil 113 hectáreas y por las que ambas partes recibieron 225
millones de pesos; San Juan Lalana, Oaxaca, que implicó la entrega
de 59.5 millones de pesos por 8 mil 502 hectáreas; Pujal Coy, San
Luis Potosí, en que se invirtieron casi 28 mil pesos para terminar
la regularización de 300 mil hectáreas; el conflicto que
mantuvieron la comunidad tepehuana de Santa María de Ocotán
y Xoconostle, Durango (a la que se le reconocieron 452 mil 364 hectáreas,
pero sólo entregaron 31 mil 225), con ejidatarios de Bermalejo de
la Sierra, Zacatecas, que se opusieron a la expropiación de 5 mil
465 hectáreas para entregarlas a indígenas.
Santa Clara los Ajos y Bernalejo de la Sierra, Zacatecas,
en que se aplicaron 52.4 millones de pesos, y el de El Milagro, Oaxaca.
En 2004 los primeros asuntos que posiblemente tengan una
solución definitiva sean los casos de los yaquis, en Sonora; los
12 conflictos agrarios en Hidalgo, y tal vez se logre un fuerte avance
en el caso de Montes Azules, en donde no habrá desalojo sino diálogo
y concertación para reubicar a las familias. "El caso de la colonia
Cuauhtémoc-Santa María Chimalapa fue resultado de hasta 13
horas de negociación, con sus altibajos, pero esa es una experiencia
que muestra el camino a seguir.
"Ninguno de estos focos rojos -que no necesariamente
implican un solo caso- volverá a revivir; todo está respaldado
en la legalidad, no es únicamente solución política",
insistió Hershberger.
De acuerdo con la Procuraduría Agraria, en el país
hay 22 conflictos agrarios de alto riesgo, de ellos tres están en
Chiapas, cuatro en Michoacán, dos en Oaxaca, tres en Veracruz y
uno en Baja California, Sonora, Sinaloa y Quintana Roo, respectivamente.
La mayoría de ellos son casos que tienen más de tres décadas
y que, desde el punto de vista de las autoridades agrarias, requieren de
un alto grado de coordinación entre los gobiernos estatales y profundas
acciones de conciliación.
Entre los casos de Chiapas está el que involucra
a las comunidades tzeltales y choles asentadas en parte de las 501 mil
106 hectáreas que se entregaron a los lacandones y que forman parte
de la reserva de la biosfera de Montes Azules.
De los cuatro casos de Michoacán, localizados en
Santa Ana Zirosto, Uruapan; la Barra, Ario de Rosales; Jauja, Queréndaro,
y Meseta Purépecha, este último es el que sobresale, ya que
involucra a 17 municipios, 62 comunidades y abarca 246 mil hectáreas,
de las que 45 mil 675 están sin ejecutar, a pesar de tener resoluciones
favorables del Tribunal Unitario Agrario, y 11 mil 639 están en
proceso de titulación.
En Oaxaca, las comunidades de San Francisco del Mar y
San Francisco Ixhuatán -región del Istmo- mantienen una disputa
por 21 mil 822 hectáreas. Las construcciones de las presas Luis
Donaldo Colosio, Sinaloa, y Cerro de Oro y Miguel Alemán, Oaxaca,
dejaron saldos negativos. La comunidad mayo de Huites fue obligada a dejar
su lugar de origen y comprar 180 hectáreas al ejido Canutillo, al
cual aún no pagan por 80 hectáreas de temporal. Los indígenas
chinantecos reubicados en Uxpanapa por la construcción de los embalses
en Oaxaca formaron 12 poblados y ahora son acusados de invasión
por los indígenas zoques de Los Chimalapas.
Las otras historias están tejidas alrededor de
los indígenas yaquis, huicholes (Jalisco), tarahumaras, mazahuas
y nahuas. Y la que excluye a los indígenas, pero que incluyó
la reserva de la biosfera de Sian Ka'an, es la del corredor turístico
de la Costa Maya. Según las autoridades, inicialmente se cedieron
38 mil 206 hectáreas para dicho corredor, y en ellas iban integradas
las 8 mil 457 de la reserva de la biosfera. Ahora la autoridad rectifica
y asegura que sólo 29 mil 749 hectáreas son susceptibles
de ser entregadas al gobierno de Quintana Roo.
A su vez, los 695 asuntos de trascendencia involucran
a las comunidades y ejidos, y en su mayoría hay factores religiosos,
económicos, jurídicos, políticos, étnicos y
ambientales. Su solución -según la Procuraduría Agraria-
requiere de la atención de los tres niveles de gobierno y mantener
un seguimiento permanente.
Chiapas, Michoacán, Veracruz, Oaxaca, México,
Guanajuato, Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, Campeche y Durango
son los que tienen el mayor número de casos, mientras que las entidades
que registran menos de una decena de asuntos son Aguascalientes, Hidalgo,
Querétaro, Quintana Roo, Tabasco y Tlaxcala.
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