Joel Ayala mueve recursos millonarios para recuperar el apoyo de gremios

Con premura, el SNTE gestiona la creación de la central paralela a la FSTSE

Un sindicalismo dividido facilitará la "reforma" laboral de Fox, señala historiador

FABIOLA MARTINEZ

Como remedo de la crisis priísta, el sector obrero del tricolor cimbró también uno de sus principales bastiones: la federación de empleados públicos. La ruptura -el 5 de diciembre pasado- fue encabezada por el sindicato magisterial, fuente de poder de la ex coordinadora de los diputados priístas y secretaria general de ese partido, Elba Esther Gordillo.

La creación de otra central de burócratas tomará forma en la segunda semana de febrero, fecha programada para solicitar el registro de la Nueva Federación Democrática Sindical ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA).

Con esa premura, el bando de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), liderada por el senador priísta Joel Ayala Almeida, arreció el jaloneo para recuperar algunas de las 21 organizaciones que le dieron la espalda en diciembre.

La estrategia del legislador, además de poner a disposición los millonarios recursos de la FSTSE, se centra en apoyar disidencias de algunos de los sindicatos cobijados por el magisterio. Primero, reactivó un grupo opositor en el sindicato del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el que en 2003 fracasó en su intento de controlar ese gremio, luego que el TFCA ratificó la legalidad de Areli Hernández, como secretaria general.

A este jaloneo entró el sindicato de la Secretaría de la Reforma Agraria (SNTSRA), mediante una fracción encabezada por Santiago Cruz Carranza, quien anunció para la semana entrante una asamblea para exigir la destitución del líder, Andrés Cruz. Santiago Cruz Carranza aseguró que el actual secretario general "vendió los derechos de los trabajadores y promovió despidos voluntarios, en contubernio con las autoridades federales". Ese es el argumento central de la convocatoria; sin embargo, en un comunicado de prensa se informa que en la asamblea abordarán la defensa del empleo y su "ratificación como afiliados a la FSTSE".

En la exposición de motivos, Santiago Cruz advierte a sus compañeros del riesgo "de la aventura política de Andrés Cruz al apostar nuestra seguridad laboral y económica a cambio de su proyecto personal. Rechazamos desde este momento el ingreso del SNTSRA a la llamada Nueva Federación Democrática Sindical, la cual carece de legalidad, representatividad y reconocimiento". Agrega que de no permanecer en la FSTSE, "seremos fácil blanco de los despidos masivos anunciados por el gobierno federal y avalados por líderes como Andrés Cruz".

Separación voluntaria

Sin embargo, la realidad es que afiliados o no a la federación de burócratas, miles de empleados públicos se encuentran en riesgo de perder su plaza, luego que el presidente Vicente Fox anunció para este año la baja de 50 mil trabajadores a partir de la inscripción al programa de separación voluntaria.

No obstante, desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se ha ordenado una depuración de puestos, al señalar que miles de empleados han perdido materia de trabajo. Así ocurrió en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), cuyo sindicato también promueve la federación en ciernes.

Tras un paro de dos días en la Sedeso y la instalación de una mesa de diálogo, se logró parar el despido; aunque en la SHCP, por ejemplo, desde diciembre fueron entregados cientos de oficios en los que simplemente se informa al trabajador que pase a recoger su finiquito. Todos engrosan la lista de las 150 mil bajas de empleados públicos en lo que va del sexenio.

Mientras, en la FSTSE sólo se distribuyen boletines con declaraciones de repudio a las medidas del gobierno federal. En lo que va de 2004, Ayala Almeida ha aparecido esporádicamente en público y no ha llamado a ninguna asamblea para delinear la estrategia opositora.

Javier Aguilar, especialista en historia del movimiento obrero, comentó que la ruptura y la creación de otra federación de burócratas "resulta no sólo un hecho sin precedente en la historia sindical del país, sino la desarticulación y debilitamiento del corporativismo".

Para el gobierno de Fox será más fácil llevar adelante su proyecto económico y concretar la "reforma" laboral trunca hasta hoy, a partir de un sindicalismo dividido y una población trabajadora cada vez más empobrecida, siempre con el pavor de perder el empleo, advierte el autor de Historia de la CTM y La población trabajadora y sindicalizada en México.

Alfonso Bouzas, doctor en derecho laboral y experto en sindicalismo, asegura que aun cuando el quiebre en la FSTSE es hasta ahora "sólo una división de familia, es probable que el gobierno foxista espere más apoyo de una central afín", en especial "en el desatino de seguir adelgazando la plantilla de empleados públicos de base" y para llevar a la discusión la enmienda a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

En el gobierno actual, comenta, existe una profunda ignorancia, improvisación y bajo perfil respecto a la realidad laboral vigente; no obstante, la ruptura en cuestión abre un eventual espacio de madurez para los trabajadores, y una convergencia de fuerzas que posiblemente pueda cerrar el paso a los despidos injustificados -en los sectores privado y gubernamental- y detener la llamada ley Abascal, proyecto de reforma a la Ley Federal del Trabajo, delineado sustancialmente por los abogados de los organismos empresariales y de la Confederación de Trabajadores de México.

Por lo pronto, los abogados del SNTE trabajan a marchas forzadas para obtener el reconocimiento oficial que le permita negociar directamente las prerrogativas de sus afiliados. El director del ISSSTE, Benjamín González Roaro, ex subsecretario de Educación y ex asesor de Gordillo Morales, dio el visto bueno a la central en ciernes y ofreció apoyo para que se gestione, sin el aval e intermediación de la FSTSE, los beneficios para sus representados.

En el camino dictado por Gordillo y su equipo lo secunda una veintena de organizaciones, como los sindicatos de Agricultura, Comunicaciones, Sedeso, Reforma Agraria, INEGI, Pronósticos para la Asistencia Pública, Controladores de Tráfico Aéreo, Procuraduría capitalina, Asamblea Legislativa del Distrito Federal y Sistema de Transporte Colectivo-Metro.