Néstor Bravo Pérez

Después de 10 años

El Centro Nacional de las Artes (CNA) cumple 10 años. Tiempos difíciles, en los que se ha visto obligado a sortear diversos problemas que lo han llevado a remar a contracorriente para así poder adaptarse a las coyunturas del momento. Uno de los principales conflictos que enfrenta y que todavía no ha resuelto, es el hecho de no tener personalidad jurídica, además de sufrir los recortes presupuestales que aquejan a los proyectos educativos y culturales en este sexenio.

Por otra parte, los objetivos que se planteó el CNA han sido cumplidos a medias. Las propuestas para generar nuevos modelos y enfoques en lo referente a las áreas de enseñanza e investigación de las artes no han encontrado espacios de discusión ni han podido establecerse con el consenso de la comunidad. Muchas de ellas se han desvanecido en discusiones interminables e infructuosas.

Han habido varios intentos de construir metodologías necesarias y adecuadas para la enseñanza, tratando de fundamentar estos trabajos en la idea de una educación integral, buscando principios interdisciplinarios, conexiones entre las diferentes áreas de conocimiento que se desarrollan allí, pero ninguna ha fructificado del todo, es decir, no se han creado las herramientas conceptuales que permitan a las plantas docentes y al alumnado lograr un mínimo de la interacción y así tener el soporte adecuado para un aprendizaje interdisciplinario.

El CNA tiene en su naturaleza un carácter multidisciplinario. Allí podemos encontrar diferentes formas de representar el arte, de comprenderlo y ejercerlo: teatro, danza, música, cine y artes plásticas; inclusive en el interior de cada escuela existen diversas formas de representación y comprensión de las artes, sin embargo no se ha podido encontrar un principio axiomático que las relacione, las vincule.

Eso muestra que los esfuerzos del centro han sido insuficientes. Uno de los objetivos principales de la institución es crear espacios de producción interdisciplinaria y éstos todavía no existen, o el departamento que los coordina no ha actuado con eficacia.

No existe, hasta ahora, claridad con respecto a cuáles han sido los resultados de estas investigaciones, ni hay en las escuelas una muestra clara de cuáles han sido los impactos de aquéllas en la enseñanza.

En la actualidad, el CNA se puede observar como un conjunto de islas sin conexión entre sí, de ningún tipo, ni conceptual ni espacial. Los edificios que albergan a las escuelas en su conjunto están dispersos y no existe un espacio común que permita la convivencia entre alumnos, algo necesario, desde mi perspectiva, en la medida que el centro fue ''concebido" bajo la idea de un proyecto integral para la intercación de las diferentes artes, que facilite el desarrollo de proyectos conjuntos y la unión entre disciplinas con un fin pedagógico; este espacio aún no existe ni se ve preocupación de los directivos por construirlo.

Además tienen serias deficiencias arquitectónicas: goteras, en el caso de La Esmeralda; pésima luz y algo gravísimo, la imposibilidad de ser adaptadas a la realidad actual, debido a que son consideradas obras de autor y para cualquier modificación en las instalaciones deberá contarse con la autorización de los arquitectos dueños de los derechos, lo cual, a pesar de que existe tal necesidad de modificar varios aspectos de la arquitectura, eso no ha sido posible por carecer de esas anuencias.

Sin embargo, me parece, hay otras cuestiones a resolver de manera urgente relacionadas con el ámbito académico y que son consecuencia de la falta de concordancia entre lo investigado en los centros y la actividad de las escuelas. La necesidad de comunicación entre estos espacios de creación es imperiosa, pero no se ha encontrado el mecanismo para que así suceda.

En el CNA existe gran vacío en los proyectos de vinculación entre sus diferentes áreas a pesar de que algunos espacios de investigación están interesados de manera clara y profesional por comprender y desarrollar proyectos de enseñanza.

La falta de claridad en los proyectos con carácter inter y transdisciplinarios lleva a gran parte de la comunidad a la falta de interés y la desidia. El CNA es un archipiélago en el que la búsqueda por desarrollar proyectos conjuntos entre los diferentes centros es casi nulo.