Para financiar el plan se reasignaron fondos a la NASA

Reinicia EU la carrera espacial un año despúes de la tragedia del Columbia

AFP

Washington, 18 de enero. Estados Unidos dio un nuevo impulso a la carrera espacial al apuntar otra vez a la Luna, luego a Marte y a la exploración del sistema solar, en un ambicioso programa anunciado en la antesala del primer aniversario de la tragedia del transbordador Columbia, que se desintegró cuando entraba en la atmósfera.

La muerte de siete astronautas el primero de febrero de 2003 estremeció a la comunidad espacial, y el Congreso se cuestionó luego cuál era el objetivo de la presencia estadunidense en el espacio.

Sin embargo, el miércoles, el presidente George W. Bush revivió el programa espacial con una nueva propuesta más ambiciosa. De golpe, el moribundo programa espacial estadunidense quedó reactivado.

El accidente del Columbia "hizo necesario tomar una decisión rápida", acelerando la necesidad de hallar un sustituto al transbordador y dando a la NASA una "visión y objetivos", dijo el historiador del programa espacial, Howard McCurdy.

Ante la presencia de astronautas experimentados, reunidos en la sede de la NASA en Washington, Bush anunció el desmantelamiento de la flota de transbordadores para el 2010, el envío de otra misión tripulada a la Luna hacia 2020 a más tardar, y el uso de la Luna como base para residencia humana y posible trampolín a Marte y más allá.

El plan se presentó en plena campaña electoral. Sin embargo, parece prudente al dar a la NASA hasta 2008 para encontrarle un sustituto a los transbordadores, y prever una primera expedición a la Luna entre 2015 y 2020.

Comparado con el programa Apolo, creado de la nada en 1961, tras el discurso del presidente John F. Kennedy, cuyo objetivo fue alcanzado con el primer alunizaje en 1969, el plan de Bush es lento, dejando un periodo de entre 10 y 15 años para que la NASA regrese a la Luna.

Ninguna fecha se ha previsto, sin embargo, para un viaje a Marte, demasiado lejos como para estar considerado en la asignación financiera anunciada por Bush para la NASA, de sólo mil millones de dólares anuales por cinco años, que se añaden al presupuesto anual de la agencia, de unos 11 mil millones anuales.

Por problemas de presupuesto, la NASA decidió el viernes por la noche dejar de realizar el mantenimiento del telescopio espacial Hubble, por lo que pondrá fin anticipado a su misión.

El Hubble permanecerá en órbita mientras pueda continuar con su función, y se prevé que para 2011 reingresará a la atmósfera, estrellándose.

Para financiar sus ambiciones, Bush cuenta con una reasignación de los fondos ya aprobados para la NASA.

La agencia deberá, además, llevar a cabo una reorganización, pues está diseminada por 10 centros por todo el país, lo que en el momento de su creación en 1958 benefició a los miembros más influyentes del Congreso y sus representados, pero que se mostró costosa.

"La reorganización de los centros de la NASA será difícil y requerirá un fuerte compromiso político de la Casa Blanca", dijo Christian Beckner, especialista espacial del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales.

Opinó, además, que se deben "suprimir las barreras a la participación del sector privado en la exploración espacial para facilitar la creación de nuevas industrias, como el turismo espacial".

Esta propuesta, reclamada hace tiempo por el Congreso, podría reformar la agencia espacial, un monstruo de 19 mil empleados y el doble de contratistas.

Una parte de los recursos necesarios "podría venir del Ejército; los militares financian la creación de un nuevo vehículo de lanzamiento pesado", dijo McCurdy.