México D.F. Martes 13 de enero de 2004
Una pasión literaria circula de
nuevo tras permanecer varios años agotado
Reúnen en un libro 250 cartas de Henry Miller
y Anaïs Nin
El volumen presenta por primera vez ''una relación
a dos voces de dos escritores enamorados el uno del otro y de la escritura'',
comenta el compilador y albacea literario de la autora
MONICA MATEOS-VEGA
Luego de permanecer agotado varios años, vuelve
a las librerías de México Una pasión literaria,
obra que incluye la correspondencia que Anaïs Nin (1903-1977) y Henry
Miller (1891-1980) sostuvieron entre 1932 y 1953.
Publicada por Siruela, se trata del testimonio íntimo
del intenso idilio y aventura intelectual que ambos protagonizaron durante
dos décadas, en un epistolario preparado por el albacea literario
de Nin, Gunther Stuhlmann.
En la introducción, éste explica que hasta
la publicación de Henry y June, ''volumen extraído
de las secciones anteriormente suprimidas del Diario de Anaïs
Nin, la mayor parte de los que sabíamos de esa relación provenía
de las páginas impresas de dicho diario, siete tomos que abarcaron
desde 1931 hasta 1974.
''Un poco antes de su muerte, en 1980, a los 89 años,
Henry Miller había publicado un breve y revisado recuerdo de Anaïs
Nin en una antología de retratos de amigas suyas.
''Sin embargo, en sus primeras obras publicadas, pese
a su franqueza aparentemente confidencial, existen pocas evidencias de
su largo romance, de su turbulento enredo, a no ser que rastreemos las
emociones e incidentes que Miller ha trasladado a otro tiempo y lugar:
el Nueva York de los años 20 en su saga La crucifixión
rosada."
Primer encuentro, en París
En
1965 Miller dio a conocer Cartas a Anaïs Nin; allí la
escritora sólo aparecía ''como muda destinataria de un torrente
de cartas", era ''la confidente con la que (Miller) se sentía más
cómodo.
''Los aspectos íntimos de su relación -al
igual que los volúmenes del diario publicados después- tuvieron
que ser omitidos", añade Stuhlmann.
Una pasión literaria ''presenta por vez
primera una relación a dos voces, caleidoscópica, de dos
escritores enamorados el uno del otro por un tiempo, pero, sobre todo,
enamorados de la escritura".
El libro se editó en inglés en 1987. La
traducción al español, de Juan Antonio Molina Foix, fue publicada
por Siruela en 1991. La segunda edición española, de 2003,
es la que circula en México.
Cuando Miller y Nin se conocieron ''eran escritores más
bien prometedores que consumados''.
Su primer encuentro fue en París, en 1931, en un
almuerzo informal. Anaïs, de 28 años, era esposa del banquero
Hugh Parker Guiler. Henry, de 40 años, estaba casado en segundas
nupcias con June Edith Smith.
Después de varios encuentros y charlas en los cafés
parisinos, en la casa de los Guiler -en el pequeño poblado de Louveciennes-
y de muchas cartas, la relación se convirtió en apasionado
amor.
Miller padecía severos problemas económicos
y Anaïs, pese a depender de su marido, se convirtió en su benefactora,
"convencida de la validez y la importancia del talento" de aquél.
El contó a su viejo amigo Emil Schnellock que durante
el primer año de relación había enviado a Anaïs
más de 900 páginas, en parte mecanografiadas. Con el transcurso
del tiempo la cantidad apenas disminuyó.
Una pasión literaria presenta poco más
de 250 misivas, ''una selección representativa de la gran variedad
de los originales, y su único límite han sido las exigencias
de espacio disponible.
''Gracias a las espontáneas palabras, no censuradas,
de ambos interlocutores, podemos participar en el nacimiento, florecimiento
e inevitable maduración de una gran pasión extremadamente
literaria."
Sólo el viento simún
El
2 de agosto de 1932, Nin escribió a Miller: ''Las últimas
páginas de la novela (Trópico de Cáncer) son
magníficas. No podía haber mejor final. Ni realismo, ni suicidio,
ni Tony matando a una u otra de sus mujeres, o a él mismo, sino
el hombre arrebatado por una 'locura lúcida' en la que todos los
sentimientos y las acciones del libro se arremolinan en forma de febriles
símbolos antediluvianos.
''Además, no hay clímax, ni pausas, ni conclusión,
sólo el viento simún marchitándolo todo. Spengler
dice que unimos palabras, en cierto sentido vencemos y, dado que las palabras
no están ligadas a nada, puesto que todo es simple delirio, aquéllas
dicen lo que queremos decir, fracaso.
''Desde luego que si el mundo estalla (cosa que no creo)
tú eres su principal destructor (...) Con cada novela estás
materializando las profecías de Spengler."
De Henry a Anaïs en febrero de 1935: ''Son las 3
am y estoy completamente despierto tratando de contener una terrible erección.
El aire, las mujeres, la música, todo hace que quiera coger (joder
en la versión española) contigo, nada más que coger
(...)''
Respecto de la carrera literaria de Anaïs Nin, ésta
expresó:
''Henry afirma que escribo como un hombre, con extraordinaria
claridad y concisión. Le sorprendió mi libro sobre Lawrence,
aunque a él no le guste el escritor.''
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