México D.F. Martes 13 de enero de 2004
Artífice del escándalo Irán-contras,
dirige una agencia de seguridad en el país
Inquietud en Argentina por posible presencia del conspirador
estadunidense Oliver North
Peleas entre antiguos agentes de la guerra fría
que compiten por mercados y ganancias
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 12 de enero. Un fuerte revuelo causa
aquí la posible presencia del coronel Oliver North, ex integrante
del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos y figura clave en los
gabinetes de las sombras de la guerra sucia y encubierta
contra Nicaragua en los años 80 y en el escándalo Irán-contras,
junto a otros ex agentes de la CIA.
North
habría llegado aquí con su esposa e hijo, en plan de inversiones
de "seguridad". Un llamado al periódico Página 12 alertó
sobre el tema y el periodista Felipe Yapur logró encontrar en un
lujoso café de la Recoleta, en un barrio residencial de Buenos Aires,
a dos personajes de la talla del mercenario de la CIA, John Bataglia, al
frente de la agencia de seguridad Trident Investigative Service Corporation,
acusado de crímenes en Centroamérica y de integrar los grupos
operativos de la Operación Cóndor, entre otros, y
Julio Poblete Cortés, quien sería de la agencia de seguridad
uruguaya Domínguez y Asociados.
La inusual aparición podría tratarse o de
una "jugada" especial del grupo, o de alguna de las duras peleas internas
de las varias agencias de seguridad estadunidenses, donde los antiguos
agentes de la guerra fría se disputan mercados y ganancias.
Bataglia incluso, se permitió opinar en el forzado
reportaje de Yapur que el presidente agentino Néstor Kirchner "puede
tener buenas intenciones", pero que "vive en los años 70".
North, asociado con Joseph Fernández, uno de los
hombres fuertes de la CIA en Nicaragua, conformó la empresa de seguridad
Guardian Technologies, que asesora a Trident, manejada por Bataglia. Durante
el reportaje, éste, uruguayo naturalizado estadunidense que, como
su padre, formó parte de los marines y fue incorporado a
los grupos de tareas especiales, secretas y criminales, admitió
que habían existido reuniones, como una a la que concurrió
North en la localidad de Moreno, en un Country Club, donde no negó
que hubieran asistido algunos políticos o sectores de seguridad.
"Lo que pretende North es contribuir, con base en su experiencia,
a producir (lograr) el fin de la delincuencia que tiene al país
inmerso en el caos. Para eso quiere invertir en compañías
de seguridad que están en dificultades económicas y asesorar
a sus ejecutivos", dijo Bataglia. Sostuvo que North estaba en el país
en temas estrictamente comerciales, ya que "este país necesita ayuda.
Es un caos donde los policías mueren como moscas y hay que acabar
con la delincuencia. El problema es que la policía federal, que
es excelente, reacciona a veces de manera exagerada porque la policía
es latinoamericana".
En el contexto del inusual reportaje, Bataglia -quien
fue fotografiado recientemente en una misa en Uruguay junto al teniente
coronel José Nino Gavazzo, uno de los hombres de la Operación
Cóndor en Uruguay- estima que éste es una gran persona,
que participó en la guerra antisubversiva. Aseveró además
que los hijos de desaparecidos que fueron robados a sus padres durante
la dictadura "están felices y contentos con los comisarios o militares
que los criaron".
Bataglia asegura que hay que dar más poder a la
policía "y dejarse de joder con los derechos humanos. Hay que derrocar
(sic) a la ley de seguridad interior y sacar a las fuerzas armadas a las
calles para terminar con las muertes de policías y gentes comunes".
Por otra parte, una bomba lanzapanfletos estalló
en la madrugada frente a una sucursal del Bank Boston en el microcentro
de esta capital, causando roturas de vidrios.
Los panfletos llevaban leyendas tales como: "No al ALCA.
Romper con el Fondo Monetario Internacional", y estaban firmados por una
autodenominada Brigada Popular de Liberación, en lo que fue interpretado
como una de las tantas provocaciones del mismo tipo en los últimos
tiempos, que parecen diseñadas por estos grupos de seguridad privada
extranjera que intentan imponer la idea de que ellos son los que "pueden
poner la casa en orden".
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