México D.F. Martes 13 de enero de 2004
Ninguna respuesta a críticas de O'Neill
Monterrey, NL, 12 de enero. El presidente estadunidense, George W. Bush, se abstuvo este lunes de criticar a su ex secretario del Tesoro Paul O'Neill, quien el domingo dijo a la televisora CBS que el equipo del mandatario empezó a analizar opciones militares para derrocar a Saddam Hussein apenas asumidas las funciones.
"Aprecio los servicios que el ex secretario O'Neill prestó al país", indicó Bush a los periodistas en Monterrey, donde se encuentra para participar de la Cumbre Extraordinaria de las Américas.
Acerca de la veracidad de la declaración de O'Neill sobre la invasión a Irak, el mandatario explicó que al asumir su cargo heredó una política de cambio de régimen para Irak de la anterior administración de Bill Clinton.
"Delineamos la política según esas líneas, y luego todo (se supeditó) a un súbito ataque el 11 de setiembre", comentó.
Poco después de la conferencia de prensa, el Departamento estadunidense del Tesoro pidió la apertura de una investigación oficial para determinar si no hubo violación de secreto por parte del ex secretario, al servir de fuente principal de un libro sobre el funcionamiento del gobierno de George W. Bush.
Por su parte, la Casa Blanca se defendió de las declaraciones de O'Neill, quien también acusó a Bush de no involucrarse en las reuniones de gabinete.
"El presidente es un líder fuerte. El presidente hace preguntas duras y toma decisiones determinantes. Sin embargo apreciamos el servicio de O'Neill", señaló el portavoz presidencial, Scott McClellan, al llegar a Monterrey.
"La gente tiene derecho a expresar sus opiniones", agregó McClellan.
El presidente Bush conducía las reuniones de gabinete "como un hombre ciego en una habitación llena de personas sordas", acusó el ex secretario del Tesoro.
La entrevista que el programa 60 Minutos de CBS realizó al ex secretario del Tesoro se basó en el libro de próxima aparición, El precio de la lealtad, un texto para el cual O'Neill colaboró como fuente principal y que plantea una visión desde dentro de la administración de Bush. AFP
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