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México D.F. Martes 13 de enero de 2004
ASTILLERO
Julio Hernández López
Mexico Ranch
Fox se allana a todo
EU: guerra a corruptos (externos)
Changarros para repatriados
TAN EMOCIONADO ESTABA el Presidente de México
por la invitación a saborear carne asada en marzo venidero en el
rancho texano del amigo en Jefe (comes y te quedas a dormir), que ya ni
siquiera se acordó de sus promesas de ir "por más" respecto
al acuerdo migratorio, ni de sus reticencias porque, según aquella
interpretación temprana, la propuesta de George W. Bush habría
estado por debajo de las expectativas mexicanas: "¿Qué más
queremos?", repitió Vicente Fox la pregunta que una reportera nacional
le acababa de plantear ayer en Monterrey, y contestó: "lo que queremos
es que progrese este plan propuesto por el presidente Bush; que llegue
a feliz término (...) Yo diría que eso es lo que queremos",
pues "para nosotros esto es un plan que satisface en buena medida estas
medidas" (...) (Que seas feliz, feliz, feliz: canción dedicada
al visitante texano por la Casa Guanajuato, especializada en el cultivo
de jardineros para exportación).
SIMILARES DECLARACIONES EN forma de autóctono
tapete hizo el guanajuatense colonizado respecto de la bienaventurada presencia
de "oficiales de enlace" de la policía estadunidense que en los
aeropuertos mexicanos ayuda a los nativos a montar un show de vigilancia
(¿Colonizado? Pues sí, cuando menos en términos lingüísticos:
ayer ya hablaba con sintaxis agringada de "nuestra primera reunión
en Rancho San Cristóbal", es decir, en San Cristóbal Ranch,
y no en "el rancho de San Cristóbal"; al rato va a decir Ciudad
México. ¿Show? Así lo ha calificado el ombudsman
José Luis Soberanes en recientes declaraciones a medios, mero montaje
para aparentar que Bush se esmera en cuidar la security de sus paisanos.
Son de esperarse más embates críticos e independientes de
Soberanes, puesto que en noviembre deberá decidirse si se le releva
o se le confirma por cinco años más en su puesto.)
EN TANTO, ESTE tecleador leía y releía
la nota que daba cuenta de una nueva cruzada unilateral en forma de bumerán:
Estados Unidos impedirá la entrada, como inmigrantes o visitantes,
a aquellas personas que estén involucradas en casos de corrupción
pública. La medida se dirigiría expresamente a "personas
que han cometido, han participado o se han beneficiado de casos de corrupción
en el desempeño de un cargo público". El rechazo sería
para el que da y para el que recibe, es decir, en los casos gubernamentales,
para el funcionario que se deja corromper y para el interesado en untar
la mano. El brazo del Santo Oficio con pecas alcanzará, desde
luego, también a "las esposas, hijos y familiares dependientes de
las personas citadas, que sean beneficiarias de cualquier artículo
con valor monetario u otros beneficios obtenidos por estas personas". Este
tecleador (que deja todo a su criterio, ahi como usté vea que se
pueda resolver) tembló al imaginar las escenas en los aeropuertos
gringos, amurallados para impedir el paso de las legiones de corruptos
latinoamericanos y, ¡sí señor!, en especial de mexicanos
que tienen como costumbre cruzar la línea para ir a gastarse en
las versiones del paraíso llamadas malls los fondos sustraidos
a la riqueza nacional.
PERO, ¡OH, PESADILLA¡, ¿Podrían
acaso regresar a sus países algunos funcionarios estadunidenses
involucrados en las pillerías de Enron, y en el tráfico
de influencias y conflictos de intereses relacionados con compras de
armamentos y con la asignación de contratos de reconstrucción
de países destruidos para luego volver a levantarlos mediante compañías
amigas? ¡Oh, my good (ateo pero virtuoso intento de este tecleador
por sumarse a la colonización lingüística de President
Fox, al no invocar a God (Dios), pero sí al bien)!
ENLOQUECIDO CON SU presunto descubrimiento, el
inspector Astillero ya se imaginaba a alguno de los distinguidos asistentes
al fiambre de las Américas siendo impedido de retornar a Estados
Unidos. Desesperado, ese personaje pediría a México trabajo
temporal cuando menos por tres años, renovable otros tres. Entonces
el fabulador cayó en cuenta de que la nota informativa de las nuevas
medidas anticorrupción (a las que, desde luego, se sumó ayer
mismo con gran entusiasmo President Fox) sólo serán aplicadas
a pillos cuyas acciones "tengan efectos adversos graves en los intereses
nacionales de Estados Unidos", como sus empresas, sus programas contra
el terrorismo y el "crimen transnacional" y "la estabilidad de las instituciones
democráticas y de las naciones". Chale.
MAS NO FUE esa la única decepción
del día. Suavecito, así como si nada, el presidente, que
sí podrá regresar a Estados Unidos, nos dejó ir la
advertencia de que su plan bracero es en realidad un intento de
organizar deportaciones: "Mi propuesta anticipa que la mayoría de
los trabajadores temporarios eventualmente regresarán a sus países
cuando el periodo que voy a negociar con el Congreso haya terminado". Una
"mayoría" imprecisa, que lo mismo es de 51 que de 99 por ciento
de las ingenuas palomitas que hubieran caído en el garlito del amigo
George. Eso sí, el texano precavido cree "importante ofrecer incentivos
financieros a esos trabajadores, para que puedan tomar la decisión
de regresar permanentemente a sus hogares. Voy a trabajar con el presidente
Fox y otros líderes para darles a estos trabajadores un crédito.
¡Con razón President Fox dice que la idea de Bush es suya:
se trata del programa de los changarros! "En el sistema de pensión
de sus países de origen, durante el tiempo que trabajen en Estados
Unidos, se buscará facilitar apoyo para los trabajos temporales,
para llevar fondos a cuentas de banco y dinero que puedan recaudar cuando
regresen a sus países de origen", explicó ayer el jefe máximo
de la Migra. Y ya para que no quedara duda de que su plan dará prioridad
a las deportaciones, míster Bush planteó que "los pueblos
deben cumplir con sus sueños en sus propios hogares, y la mejor
manera a largo plazo de reducir las cuestiones que llevan a la inmigración
legal es expandir la oportunidad económica en los países
en ambas puntas del viaje de un inmigrante". ¡Aleluya: la doctrina
Changarro ha triunfado! ¡Indocumentados, preparaos para regresar
a México a cobrar unos centavitos con los cuales iniciar una empresa
vendedora de granos de maíz con chile y limón o un consorcio
prestador de servicios individuales de taxi!
ASTILLAS: BUSH SIGUE CON la
obsesión de Cuba. ¿Cuba es el paso siguiente en su agenda
bélica? ¿Y acaso en todo ello el amigo recobrado usa las
reuniones de Monterrey y el instrumento llamado gobierno de México?
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