MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Descontento con la democracia que no resuelve lo económico

La de Bush, sólo de cumbres y declaraciones

LA PROPAGANDA DE LA Cumbre Extraordinaria de las Américas, que hoy comienza formalmente en Monterrey, no deja dudas: a ella sólo asisten "los 34 líderes del hemisferio occidental que han sido elegidos democráticamente", con George W. Bush y la Florida a la cabeza. Ni uno más.

ESOS JEFES DE ESTADO Y de gobierno, asidos de la mano, compartiendo "valores, responsabilidades y compromisos", analizarán los problemas políticos, económicos y sociales de la región "de manera entrelazada, multilateral y amplia" y, se supone, actuarán en consecuencia.

POCO ANTES DE EMPEZAR los trabajos en Monterrey, la consejera de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Condolezza Rice, y el subsecretario de Estado para América Latina, Roger Noriega, se afanaron en promover el concepto que sobre la democracia regional tiene la administración Bush, y de ello dan cuenta las "instrucciones giradas'' a los presidentes de Venezuela y Argentina, quienes antidemocráticamente la mandaron a paseo.

ES LA "AMÉRICA" Y LA democracia de las cumbres, representada y protegida por sus líderes, pero, más allá de las reuniones palaciegas Ƒcuál es la evaluación que de dirigentes y democracia hace la mayoría -del río Bravo hacia el sur- de los habitantes de la región?

EN LA REUNION ANUAL (2002) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Fortaleza, Brasil, se presentó una encuesta de opinión que concluía: "Dos de cada tres latinoamericanos están insatisfechos con los resultados de la democracia; solamente uno de cada dos piensa que esa es la mejor forma de gobierno (...) El 85 por ciento de los encuestados considera que la situación regional se ha agravado por la mala distribución de la riqueza, 64 por ciento opina que la democracia no funciona bien, un porcentaje similar reclama que las privatizaciones no han sido buenas y 61 por ciento asevera que la situación económica ha empeorado (...) Se registra una reacción contra las reformas (por lo que) serán necesarios nuevos enfoques para encarar temas acuciantes como la corrupción, la inequidad en el ingreso, la dispareja recolección de impuestos y la desilusión con la democracia".

EL PRESIDENTE DEL BID, Enrique Iglesias, se vio en la penosa necesidad de coincidir con los resultados: "es cierto que en Latinoamérica existe un creciente descontento con la democracia, lo cual compromete el desarrollo de la región. En la medida en que la democracia no dé dividendos sociales concretos que atiendan la expectativa de la gente, se va a erosionar su confianza en las instituciones (...) La gran mayoría de los latinoamericanos entiende que la democracia es su destino, pero hay un descontento creciente de la gente con el sistema".

EN NOVIEMBRE DE 2003, el propio BID concluyó un estudio (La política importa: democracia y desarrollo en América Latina), en el que los autores (J. Mark Payne, Daniel Zovatto, Fernando Carrillo Flores y Andrés Allamand Zavala) "examinan la salud de las democracias latinoamericanas y recomiendan una fuerte dosis de reforma política". Por desgracia, asegura, "los sondeos de opinión indican que los votantes de la región achacan muchos de los problemas del momento a las reformas económicas de primeros de los años noventa, a pesar de la evidencia de que, a menudo, la corrupción política impidió que los beneficios del crecimiento económico alcanzaran a la mayoría de la población de los países. Resulta alarmante que las opiniones de muchos de los participantes en los sondeos fueran aún más lejos, al equiparar los fallos de principios de los años noventa con el fracaso de la democracia en su conjunto".

EN IGUAL MES, LA corporación Latinobarómetro, organismo privado "sin fines de lucro", presentó su encuesta anual levantada en 17 países de América Latina, que representa "las opiniones, actitudes y comportamientos de alrededor de 480 millones de habitantes de la región". De ella se desprende que "la satisfacción por los gobiernos democráticos no atraviesa su mejor momento. Apenas un 28 por ciento, menos de la mitad de los casi 20 mil entrevistados (...) se siente satisfecho con la democracia como el mejor sistema de gobierno en el hemisferio".

DE ACUERDO CON LAS conclusiones de la encuesta, la satisfacción con la democracia está directamente relacionada con su eficacia para resolver los problemas económicos, sociales y políticos de un país. En este sentido, el estudio revela cierta disminución en el porcentaje de los encuestados que respaldan la democracia, bajando de 61 por ciento en 2002, a 53 por ciento en 2003. "No obstante (...) en su mayoría reconocen que a pesar de todas sus imperfecciones, es el mejor sistema de gobierno... antes que sobre la democracia o la economía de mercado, la responsabilidad de las crisis económicas que enfrentan sus países recae principalmente sobre los gobiernos".

LOS ENCUESTADOS EN Uruguay (78 por ciento) y Costa Rica (77) son los que expresaron mayor respaldo a la democracia; los de Guatemala y Brasil (33 y 35 por ciento, respectivamente) fueron los de menor aceptación. En México, 53 por ciento de los participantes avalaron el sistema. "No obstante el desencanto de los latinoamericanos por la democracia, la confianza sigue siendo representativa y la caída en los niveles de apoyo no fue tan pronunciada como se esperaba, luego de las crisis políticas, económicas y sociales que han afectado a la mayoría de países de la región en los últimos años".

EL INFORME DE LA corporación Latinobarómetro revela que el grado de aprobación que registran los gobiernos de América Latina se ubica en 33 por ciento, según el promedio de respuestas de todos los encuestados. Se pregunta la razón y responde: "En América Latina la democracia fue tímidamente iniciada cuando se declara su inauguración. El error fue haber inaugurado el edificio en el momento en que se ponía la primera piedra (...). Después de una década de democracia, la exclusión y las desigualdades en todas sus dimensiones constituyen el elemento explicativo más poderoso de los problemas de gobernabilidad e inestabilidad de la región. La democracia no ha logrado reducir en forma significativa los niveles de desigualdad (económica, política, social), de forma tal que la gente deje de vivir desesperada en su deseo de alguna solución''.

Las rebanadas del pastel:

ENTONCES, ƑCUAL DEMOCRACIA y cuál América?

[email protected]