México D.F. Sábado 10 de enero de 2004
Despilfarra Carlos Flores recursos del erario
en París
Para su gestión ante la OCDE, casa, autos de lujo,
salarios altos y nueve plazas nuevas
JUAN MANUEL VENEGAS
En sólo cinco meses al frente de la delegación
de México ante la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE), Carlos Flores Alcocer ya solicitó
la compra de una casa con valor de un millón 168 mil 500 euros (más
de 16 millones 382 mil pesos); ordenó la adquisición de cuatro
automóviles Volvo por unos 250 mil dólares, y pidió
presupuesto (17 mil euros mensuales) para rentar unas oficinas en el centro
de París, donde instalará una réplica del tablero
de control (sala de cómputo) que el presidente Vicente Fox tiene
en Los Pinos.
Todos estos gastos tienen lugar pese a que el mismo funcionario
envió un oficio con carácter de "urgente" a la Secretaria
de Relaciones Exteriores (SRE), el pasado 7 de octubre, haciendo saber
que por contribuciones anuales a la OCDE el gobierno de México tenía
una deuda por 2 millones 133 mil 968 euros (más de 29 millones 875
mil pesos). Según la misiva enviada a la Dirección General
de Programación, Organización y Presupuesto de la SRE, "la
fecha límite" para cubrir este adeudo era el día primero
de noviembre de este año.
De acuerdo con información de funcionarios y ex
servidores que colaboraron con Flores Alcocer en la desaparecida Oficina
de la Presidencia para la Planeación Estratégica y Desarrollo
Regional, el ahora representante permanente de México ante la OCDE
"aseguró un salario por 15 mil dólares", y le fueron autorizadas
nueve "plazas nuevas" para su gente de confianza: "dos a nivel de ministro,
con un sueldo de 10 mil 300 dólares cada una; dos consejeros, con
8 mil 300 dólares, y otras cinco en los niveles de primer a tercer
secretario, con ingresos mensuales de entre 4 mil 500 y 6 mil 800 dólares
cada una".
Sin ninguna experiencia en el servicio exterior, Flores
Alcocer fue designado representante ante el organismo mundial, con sede
en París, a principios de junio pasado. Acompaña a Vicente
Fox desde la etapa del gobierno de Guanajuato, lo siguió luego durante
la campaña y, cuando el gabinetazo fue presentado, se le
ubicó en una de las oficinas de "coordinación de gabinete"
que creó el mandatario.
Junto con el coordinador de Políticas Públicas,
Eduardo Sojo, y de la Oficina de Innovación Gubernamental, Ramón
Muñoz, el ahora embajador fue identificado en el grupo Guanajuato,
es decir, en el de mayor peso en el entorno foxista. A principios del sexenio,
en algunos sectores y medios se les llegó a llamar "los tres reyes
magos".
En más de dos años de estancia en Los Pinos,
se le recuerda por haber sido el responsable de los trabajos para la elaboración
del Plan Nacional de Desarrollo -que en un alarde de su cercanía
con el Presidente presentó él mismo, pese a que dicha función
correspondía al secretario de Hacienda, según la Ley Orgánica
de la Administración Pública Federal- y por diseñar
el proyecto para la creación de una sala de cómputo en la
residencia oficial, desde la cual se da seguimiento a los indicadores de
cada una de las dependencias. Flores la denominó la sala inteligente
de Los Pinos.
Y de ella pidió -y se le autorizó- tener
una réplica en París, así como la compra de computadoras
e impresoras en red para sus colaboradores y equipo "de la más alta
tecnología para videoconferencias", de acuerdo con lo que informaron
funcionarios de Los Pinos.
Para dar espacio al nuevo equipo de la delegación
permanente de México en la OCDE, se destinaron -a partir de este
mes- 17 mil euros mensuales para la renta de las oficinas de la representación.
Casa con "mobiliario nuevo"
En el caso de la residencia que Flores Alcocer eligió
y compró para vivir en París, mientras dure su encargo diplomático,
en el oficio que el pasado primero de octubre giró a la directora
general de Inmuebles y Recursos Materiales de la SER, Lucila Cuéllar
Tamez, destaca que a pesar del precio de compra aceptado, se trata de un
inmueble que eventualmente puede ser demolido, debido a ''las demandas''
a que está sujeto.
En la copia de la documentación que se proporcionó
a La Jornada no se precisa el tipo de "demandas"; en cambio, se
advierte que el vendedor ("señor Briatte") devolverá al gobierno
de México el monto de la transacción, en caso de que sea
demolida, y que "el mobiliario" de la residencia tendrá que ser
remplazado.
Se informó en Los Pinos que el interés de
Flores por adquirir una casa que está en litigio, radica en que
"se encuentra en la zona residencial de Le Vesinet, a 45 minutos del centro
de París... pero a cinco minutos de la Escuela Británica,
donde inscribió a sus hijos pagando colegiaturas anuales de más
de 12 mil dólares".
Tras explicar cómo solucionó el caso
del litigio de la casa, Flores dice en su misiva a Tlatelolco: "el precio
se fijó en 1,168,500.00 euros, en el cual se encuentra incluido
(sic) 45,000.00 euros correspondientes a la comisión de la agencia
inmobiliaria, así como 46,500.00 euros correspondientes a mobiliario
que se encuentra en la residencia. Dicho mobiliario (...) corresponde en
su mayoría a mobiliario empotrado a las paredes de la cocina (anaqueles
y alacenas) y otras piezas, las cortinas de las recámaras y sala
comedor, así como accesorios de ventanas".
Añade que en el mobiliario hay también "aparatos
eléctricos como refrigerador, congelador, estufa, etc., de los cuales
el propietario no se encontraba interesado en conservarlos y los entrega
junto con el inmueble. Sin embargo, algunos de dichos aparatos se encuentran
en estado deteriorable, por lo que se remplazarían..."
Todas estas peticiones, cuando el mismo Flores Alcocer
envió otro oficio (7 de octubre de 2003) a la Cancillería,
urgiendo a cubrir el adeudo que se tiene con la OCDE por 2 millones 133
mil 968 euros, pues "el servicio de presupuesto y finanzas de la OCDE ha
solicitado sea liquidado lo antes posibles y ha establecido como fecha
limite el primero de noviembre de 2003".
|