México D.F. Sábado 10 de enero de 2004
La muestra, para rescatar la memoria como posibilidad
de futuro: Eugenia Gutiérrez
Exhiben 140 carteles para dar cuenta del zapatismo
"como estado de ánimo"
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
En los 10 años transcurridos desde el levantamiento,
en torno del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
se ha generado un vasto movimiento cultural que abarca todo tipo de manifestaciones
(plásticas, musicales, audiovisuales, etcétera). Entre las
más originales y elocuentes está la producción de
carteles alusivos o inspirados en el zapatismo. Una muestra de ellos se
inaugura hoy en el auditorio Quetzalcóatl de la delegación
Iztapalapa.
La exposición, integrada por 140 carteles, se titula
Memoria futura y forma parte de la campaña 20/10 El fuego
y la palabra, organizada por la revista Rebeldía para
conmemorar los 20 años de la fundación del EZLN y 10 de su
irrupción en la vida pública.
Eugenia
Gutiérrez, integrante del comité de redacción de Rebeldía,
se encargó de reunir los carteles y montar la exposición:
"Nos parece uno de los ejemplos más claros de lo que es el zapatismo,
en el sentido que rescata la memoria, pero no como una consignación
de hechos o de datos, sino como posibilidad de futuro. Por eso le pusimos
Memoria futura.
"Otro aspecto que nos resultó interesante es que
representan un esfuerzo colectivo característicamente zapatista.
Cualquier cartel elaborado en estos años tiene un referente colectivo
porque rescata, mediante el trazo y la creatividad, un movimiento que ha
movilizado a muchísima gente.
"Siempre que los zapatistas hacen un llamado a cualquier
tipo de movilización, surge una especie de compulsión y la
gente de inmediato empieza a hacer carteles. Cualquier movilización
relacionada con el EZLN está acompañada de una cantidad enorme
de carteles.
"Tenemos carteles alusivos a marchas, llamando a fiestas,
bailes y verbenas; otros recogen el sentimiento y el horror de momentos
terribles, como (la matanza de) Acteal. Otros pertenecen a personas que
los fueron juntando durante la marcha El color de la tierra, en 2001. Recogían
uno de cada ciudad a la que llegaba la marcha."
En su conjunto -describe Eugenia Gutiérrez- transmiten
"esa parte tan sui generis que tiene el zapatismo, en el sentido
de que estamos ante un movimiento armado que no llama a destruir sino a
construir; que no llama a matar sino a crear. Es un movimiento rebelde
que dice: '¡ya basta!', sí, pero hace una propuesta de vida.
Por eso hay tanta creación artística en torno al zapatismo".
De ahí que, además de su valor testimonial
y estético, los carteles sean valiosos porque proyectan ese espíritu.
Dan cuenta "de una especie de órbita zapatista o del zapatismo como
estado de ánimo".
Al principio la idea era hacer la exposición en
orden cronológico, temático o por grupos: "pero poco a poco
fue adquiriendo vida propia y nos rebasó. Entonces decidimos que
fuera simplemente un mundo donde cupieran muchos mundos; no uno primero
o más arriba que otro.
"Cuando los tienes enfrente lo que menos interesa es quien
lo hizo, el año o el material y la técnica. Hay una especie
de juego con el tiempo y el espacio que es muy clásico del zapatismo."
Hasta ahora -informa Gutiérrez- nadie había
hecho una recopilación de carteles tan extensa. Memoria futura
ofrece una oportunidad irrepetible para ver juntos esos 140 carteles, dado
que la mitad de ellos son prestados: "Muchos son ejemplares únicos
que ya no se encuentran en ningún otro lado. Para sus propietarios
son tesoros que te piden que cuides como a tu vida, porque además
de su significación colectiva tienen un sentido para ellos en lo
individual".
En resumen, los carteles ilustran de una manera completa
y clara "lo que es el zapatismo" no sólo en su vertiente política,
sino como propuesta vital. Pero los carteles son sólo una muestra.
Alrededor se ha generado una industria cultural alternativa: camisetas,
manteles bordados, servilletas, muñecas, peines, cubrecamas, además
de películas, videos, discos, pintura, artesanía, etcétera.
(Memoria futura se inaugura a las 17 horas en el
auditorio Quetzalcóatl. Calzada Ermita-Iztapalapa, esquina Cuauhtémoc,
delegación Iztapalapa.)
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