México D.F. Viernes 9 de enero de 2004
México pretende ser "un puente entre
Latinoamérica y Norteamérica": Derbez
Rechaza Brasil incluir el ALCA en la declaración
de Monterrey
La cumbre, en un contexto en que Estados Unidos
pretende imponer su agenda económica y de seguridad a la región:
ONG La intención de Bush socava el multilateralismo, denuncian
AGENCIAS
México aspira a convertirse "en un puente entre
Latinoamérica y Norteamérica" durante la Cumbre Extraordinaria
de las Américas, que reunirá el próximo lunes y martes
a jefes de Estado de todo el continente, declaró ayer en Monterrey
el canciller Luis Ernesto Derbez. La cita se realiza en un contexto en
que Estados Unidos pretende imponer su agenda económica y de seguridad
al resto de naciones de la región, según denunciaron organizaciones
civiles; mientras el gobierno de Brasil anunció que no permitirá
que el tema del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), prioridad
de Washington, sea incluido en la declaración del encuentro.
Un despacho de la agencia alemana de prensa Dpa, fechado
en en Monterrey, que será sede de la cumbre, indicó que el
canciller mexicano Derbez consideró que en la reunión de
la próxima semana se debe lograr consenso en temas como "la problemática
social que enfrenta la región", así como aquellos ligados
a la gobernabilidad de los procesos democráticos y también
buscar "mecanismos" de financiamiento que puedan dar respaldo al desarrollo
del continente.
El
gobierno del presidente Vicente Fox no ha mostrado una divergencia pública
con la agenda que impulsa Washington en el continente, principalmente en
relación con los temas de seguridad y económicos, en especial
en el terreno de la negociación del ALCA, acuerdo de integración
comercial que pretende crear un solo mercado desde Alaska hasta la Tierra
de Fuego. La pasada reunión ministerial del ALCA, celebrada en noviembre
en Miami, terminó anticipadamente sin un acuerdo de negociación
concreto, pero con el compromiso de los países participantes (menos
Cuba) de negociar un tratado "a dos velocidades", en consideración
a las naciones con menos desarrollo.
En cambio Brasil, la principal economía latinoamericana,
ha mantenido una política de mayor independencia frente a Washington,
primero desde la cumbre de la Organización Mundial de Comercio,
de septiembre pasado en Cancún, donde encabezó al grupo de
países menos desarrollados que bloqueó un acuerdo que beneficiaba
sólo a los países industrializados, y también en la
reunión del ALCA en Miami. Para Monterrey, la estrategia parece
mantenerse.
Un despacho de la agencia francesa de prensa Afp, fechado
ayer en Brasilia, indicó que el gobierno del presidente Luiz Inacio
Lula da Silva acudiría a la cumbre de Monterrey decidido a centrar
la reunión en temas sociales y evitar que la declaración
final mencione el ALCA.
El presidente Lula "no veía la necesidad de una
Cumbre Extraordinaria (como la que se celebrará en Monterrey bajo
el auspicio de la Organización de Estados Americanos) antes de la
prevista para Argentina en 2005, y aceptó participar pidiendo que
el tema de la cita sea el desarrollo social, la pobreza y el hambre", según
una fuente gubernamental brasileña citada por Afp.
Para asistir a la cumbre extraordinaria de Monterrey,
Brasil planteó dejar fuera de las discusiones "todos los asuntos
para los que ya existen otros canales de negociación, como el ALCA",
según las fuentes de esa agencia de noticias.
Países como Estados Unidos, Canadá, Chile
y Uruguay mostraron recientemente interés por incluir en la declaración
de Monterrey una referencia al ALCA, proyecto impulsado principalmente
por Washington (la idea fue lanzada en diciembre de 1994 por el ex presidente
William Clinton) que debería entrar en vigor en enero de 2005 y
que por ahora se encuentra entrampado.
A su vez, la organización pro derechos humanos
Aministía Internacional y el grupo ambientalista Greenpeace dijeron
ayer que el gobierno del presidente estadunidense George W. Bush pretende
imponer su agenda a los países de América Latina, durante
la reunión de la próxima semana en Monterrey.
"Aunque los objetivos de la Cumbre Extraordinaria de las
Américas son propiciar el 'crecimiento con equidad', el 'desarrollo
social' y la 'gobernabilidad democrática' del continente, la realidad
es que en la reunión de Monterrey lo que se discutirá son
los temas prioritarios de la agenda del presidente estadunidense George
Bush, mismos que socavan la multilateralidad del sistema de protección
y atacan los fundamentos de los acuerdos internacionales", afirmaron Amnistía
Internacional y Greenpeace en un comunicado conjunto divulgado el jueves.
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