México D.F. Jueves 8 de enero de 2004
A Argentina no la cita Bush ni nadie, "y para retarnos menos", sostiene el presidente
Rechaza Kirchner cuestionamientos a sus relaciones con La Habana
La política exterior no cambiará por un funcionario que se fue de la lengua: Buenos Aires
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 7 de enero. Argentina es un "país independiente y con mucha dignidad", dijo hoy el presidente Néstor Kirchner, ante la arremetida de Estados Unidos contra su gobierno por la relación con Cuba.
"Terminemos de ser una alfombra, podemos aceptar y concretar reuniones, pero a nosotros no nos cita nadie y para retarnos menos", dijo Kirchner en un acto en la provincia de Buenos Aires. Así salió también al paso de las informaciones de prensa que hablaron de que el presidente George W. Bush citó al mandatario argentino para hablar de Cuba y el pago de la deuda.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, sostuvo que no cambiará la política exterior argentina porque "un funcionario atrevido se haya ido de lengua", en respuesta a las declaraciones del subsecretario para Asuntos Hemisféricos estadunidense, Roger Noriega, quien dijo anoche que la política de Kirchner hacia Cuba es "motivo de preocupaciones y decepción".
Las declaraciones de Noriega, cubano-estadunidense anticastrista, "sobre el giro a la izquierda" de Argentina, y la crítica al canciller Rafel Bielsa por no reunirse con disidentes cubanos durante la visita que realizó a la isla en octubre de 2003, provocó aquí un rechazo generalizado, desde la opositora Unión Cívica Radical, la Alternativa para una República de Iguales, hasta organismos sociales y humanitarios.
Hoy, en primera plana, el diario Clarín tituló: "Bush cita a Kirchner para hablar de la deuda y la relación con Cuba", en el contexto de la cumbre presidencial de la región que se realizará en Monterrey. Al respecto, Kirchner dijo: "A Argentina -y no a un presidente, que es circunstancial y temporal- no la cita nadie", y también se refirió a otra nota reciente del mismo periódico, donde se decía que Argentina había ofrecido pagar mil millones más al Fondo Monetario Internacional.
"Hace algunos decían que si Argentina crecía ibamos a pagar. No se dan cuenta que si vamos a pagar más, no es la deuda externa, sino la interna que tenemos con nuestro pueblo."
El canciller Bielsa llamó la víspera al embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Lino Gutiérrez -otro cubano-estadunidense anticastrista- para lamentar "las manifestaciones parciales y sesgadas de Noriega", y le dijo que el gobierno se sentía "afectado y agraviado".
Todo este asunto pone un panorama conflictivo a la Cumbre de Monterrey, y hasta se habla de que podría llamarse a consultas al embajador argentino en Washington, Octavio Bordón. También se estima que el enojo de Noriega proviene del encuentro de Kirchner con el líder del Movimiento al Socialismo de Bolivia, Evo Morales.
El deterioro en las relaciones cubano-argentinas comenzó en 1991, cuando Carlos Menem tomó el camino de las famosas "relaciones carnales" con Estados Unidos e hizo numerosas sociedades con los cubanos anticastristas.
Esa política fue sopresivamente continuada por su sucesor, Fernando De la Rúa. Cuando Kirchner envió un nuevo embajador a La Habana -Raúl Taleb- los grupos anticastristas asociados en negocios con personajes de la dictadura militar argentina realizaron una intensa campaña para presionar a éste y Bielsa, quien estuvo secuestrado en un centro clandestino de detención de aquel régimen (1976-83).
"Cuba se va convirtiendo en una cuestión medular para Bush, que en noviembre de este año buscará la relección", señala un columnista de Clarín. Además, "Washington sabe que Brasil ha mantenido desde hace años una posición sobre Cuba: por eso dejó pasar sin pataleo la visita de Lula da Silva a La Habana. Pero Argentina estuvo en un lugar antes y está en otro ahora. De lo que se trata, para Washington, es de su regreso al sitio inicial".
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