México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
La NASA transmitió este domingo las primeras fotografías del sitio donde se posó
Sin contratiempos, llega a Marte la sonda estadunidense Spirit
Buscar indicios de agua y vida en el planeta rojo, meta de la misión espacial
Pasadena, California (EU), 4 de enero. La sonda estadunidense Spirit transmitió este domingo las primeras imágenes del sitio donde se posó en la superficie de Marte, anunció la NASA.
Las imágenes de alta definición en blanco y negro, exhibidas en las pantallas del Jet Propulsion Laboratory, en Pasadena, muestran una parte de la sonda en medio de una llanura rocosa, en el cráter Gusev, unos 15 grados al sur del ecuador marciano.
Tras su descenso en Marte, que ocurrió como estaba previsto a las 04H35 GMT del domingo, el Spirit dejó expuesto el robot explorador, expandió sus paneles solares y desplegó su cámara panorámica para enviar imágenes del entorno.
Después de tomar las fotografías, la sonda tiene previsto comenzar a desplazarse en el octavo o noveno día marciano (que dura 24 horas con 39 minutos y 35 segundos), dando inicio a una ambiciosa misión para buscar, durante tres meses, indicios de vida y agua en ese planeta.
La señal de funcionamiento de la máquina fue recibida con gritos, saltos y hasta lágrimas de alegría en la sala de control, en la que estaba presente el director de la NASA, Sean O'Keefe.
"Estamos de regreso en Marte, es algo increíble", celebró O'Keefe al brindar con el equipo de científicos. De las 30 misiones de sonda que se han lanzado hacia Marte en los últimos 40 años, sólo 12 han tenido éxito hasta ahora.
El equipo del proyecto prevé dedicar una semana a los preparativos necesarios para permitir que el Spirit abandone su plataforma y comience su exploración.
Esa tarea incluirá la identificación de rocas y determinar los objetivos del Spirit.
Las primeras imágenes en color y alta definición con una panorámica del sitio están previstas para este domingo.
"La meta de los próximos nueve soles (jornadas marcianas) será preparar el vehículo para la exploración, pero entre sus actividades figurará la toma de imágenes", explicó el geólogo Stephen Squyres, jefe científico de la misión.
El investigador opinó que el Spirit descendió en el sitio perfecto para la exploración. "Vemos muchas rocas expuestas, pero también una buena superficie para moverse", dijo Squyres.
"ƑHacía calor, había humedad, era un lugar que habría permitido la vida? Nuestros investigadores, asistidos por el robot, están ansiosos por ponerse a trabajar y empezar a responder esas preguntas", sostuvo Squyres.
Los científicos creen que el cráter Gusev, de unos 160 kilómetros de diámetro, es el lecho desecado de un lago marciano, y esperan que la misión encuentre sedimentos depositados por el agua hace más de 2 mil millones de años.
El Spirit transporta un complejo equipo de herramientas capaz de pulverizar las rocas y analizar los minerales que contienen.
La sonda espacial atravesó la atmósfera marciana en seis minutos y tocó suelo sin alteraciones, concluyendo un viaje de siete meses, durante los cuales recorrió 487 millones de kilómetros.
Poco menos de dos minutos antes de aterrizar, la sonda abrió su paracaídas y, 20 segundos más tarde, se liberó de la parte inferior de su protección térmica, donde quedó expuesto el robot Mars Exploration Rover (MER-A).
Abastecido por energía solar, el robot puede desplazarse 40 metros por día marciano, es decir, más que la distancia recorrida durante toda la misión estadunidense Pathfinder, cuyo minirrobot Sojourner, de 10 kilos, fue el primero en desplazarse sobre Marte en 1997.
Un segundo robot tiene previsto llegar el 25 de enero a la región del Meridiani Planum, zona de acumulación de óxido de hierro, situada dos grados al sur del ecuador marciano.
Esta nueva misión se realiza poco después de la llegada a Marte del robot geólogo europeo Beagle 2, el 25 de diciembre, que se mantiene obstinadamente mudo desde esa fecha.
La misión, de un costo récord de 820 millones de dólares, cuenta con medios sin precedentes: 250 especialistas e investigadores de la NASA movilizados durante tres meses para permitir a los dos robots, del tamaño de carritos de golf, desentrañar los misterios del planeta rojo.
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