México D.F. Lunes 5 de enero de 2004
Mano de obra barata de latinoamericanos, la
causa
Advierte Castro: el ALCA amenaza también empleos
de estadunidenses
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La
Habana, 4 de enero. El presidente Fidel Castro afirmó que el
proyecto del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) amenaza
incluso al pueblo de Estados Unidos, por la presión de una mano
de obra latinoamericana abundante y barata.
"Si ese intento de anexión se consumara", dijo
Castro, "tal orden económico seguiría siendo insostenible
tanto para los pueblos de América Latina como para el de Estados
Unidos, que ve amenazados sus empleos por una abundante mano de obra barata,
reclutada por las maquiladoras entre aquellos a quienes la pobreza, el
desastre educacional y el desempleo reinantes les impidió obtener
una adecuada calificación.
"Mano de obra barata y no calificada es algo que pueden
ofrecer masivamente las oligarquías latinoamericanas", subrayó.
Con traje militar de gala y corbata negra, Castro habló
en la noche del sábado al final de una velada poética y musical,
con la que el gobierno celebró el 45 aniversario del triunfo de
la revolución de 1959.
Castro, quien mantiene el poder desde entonces, leyó
su discurso en unos 45 minutos. Al concluir la ceremonia conversó
brevemente en el estrado con Elián González, el balserito
de 10 años, convertido en símbolo de la más reciente
etapa del conflicto entre Cuba y Estados Unidos.
El mandatario hizo un discurso reflexivo, basado en su
habitual denuncia del sistema capitalista, pero esta vez sin enfocar las
baterías contra el gobierno en turno de Estados Unidos.
América Latina es la región del mundo donde
con más rigor y exigencia se aplicó la globalización
neoliberal, manifestó el líder cubano.
"Ahora enfrenta el desafío del ALCA, que barrería
las industrias nacionales y convertiría el Mercosur y el Pacto Andino
en apéndices de la economía estadunidense: un asalto final
contra el desarrollo económico, la unidad y la independencia de
los pueblos latinoamericanos."
Castro apuntó a los desastres mundiales, como el
empobrecimiento y la ignorancia de las mayorías, el cambio climático
y la superpoblación, para invocar la necesidad de un cambio de política.
"Si a esto se unen viejas y nuevas formas de saqueo, como
el intercambio desigual, la fuga incesante y obligada de capitales, el
robo de cerebros, el proteccionismo, los subsidios y los úcases
de la Organización Mundial del Comercio (OMC), a nadie deben extrañar
las crisis y los acontecimientos que tienen lugar en Sudamérica",
señaló.
En el tramo más coyuntural de su intervención,
Castro recordó que 15 mil médicos cubanos trabajan en más
de 64 países "desafiando riesgos y peligros". Sin ofrecer detalles,
expresó que algunos de ellos podrían morir "víctimas
de acciones terroristas estimuladas e impulsadas por funcionarios extremistas
del gobierno de Estados Unidos".
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