México D.F. Miércoles 31 de diciembre de 2003
Aceptar ayuda no significa que se reanude el
diálogo EU-Irán: el presidente Jatami
Según nuevo balance, el terremoto en la ciudad
iraní de Bam causó 40 mil decesos
Treinta mil personas resultaron lesionadas y 100 mil
perdieron sus viviendas
DPA, AFP Y REUTERS
Bam, 30 de diciembre. El presidente de Irán,
Mohamed Jatami, indicó que el terremoto en Bam causó 40 mil
muertos y que la esperanza de encontrar gente con vida es prácticamente
nula, luego de desmentir informaciones de que el número de víctimas
mortales ascendería a 50 mil.
Al mismo tiempo, Jatami afirmó que la llegada,
este día, de los primeros equipos estadunidenses no significa un
acercamiento entre Teherán y Washington.
"El balance del terremoto aumenta sin cesar. En una región
de 240 mil habitantes se han visto afectadas 120 mil personas, y una tercera
parte de ellas perecieron", declaró el presidente, quien aseguró
que el número de muertos no alcanzaría los 50 mil, como afirmaron
antes un funcionario de alto rango del Ministerio de Interior y un responsable
de la región de Kerman.
Pero
el funcionario del Ministerio del Interior, quien dijo que 30 mil personas
han sido enterradas, señaló que "si tenemos en cuenta que
como promedio vivían cinco personas en cada casa, podemos decir
que al cifra de muertos llegará a 50 mil".
Con 90 por ciento de los edificios dañados, de
acuerdo con estimaciones de Naciones Unidas, cientos de miles de personas
deben dormir a la intemperie. Por esta causa, residentes de Bam manifestaron
que algunos niños que sobrevivieron al sismo murieron en las noches
heladas.
De su lado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
(Unicef) dijo que la mayoría de los niños en la zona de la
catástrofe están traumatizados y necesitan ayuda sicológica
para regresar lo antes posible a la vida cotidiana.
Cifras oficiales indican que 30 mil habitantes resultaron
heridos y de éstos 7 mil permanecen hospitalizados, al tiempo que
estimaron en 100 mil el número de personas que se quedaron sin hogar.
Ahora la atención se centra en los sobrevivientes:
atender a los heridos y alojar a los damnificados, pues la temperatura
baja a cero grados centígrados en la noche, ya que prácticamente
no hay esperanzas de encontrar gente con vida. No obstante, dos niños
sepultados bajo los escombros fueron salvados gracias al canto de sus canarios,
que atrajeron la atención de los socorristas.
Bam sigue enterrando hoy a sus muertos, muchos hallados
tras los trabajos de las excavadoras, que ya sin precaución intentan
despejar las calles y plazas para los cientos de tiendas de la Media Luna
Roja.
"Hay que entrar en acción con aparatos pesados
para sacar los escombros", porque los cuerpos pueden estar entre las grietas
de los bloques de cemento, explicó el portavoz del Ministerio del
Interior, Jahanbajsh Janjani, quien añadió que las operaciones
de desinfección van a empezar y la ciudad podría ser declarada
en cuarentena.
Jatami, quien encabezó los trabajos luego de las
críticas generadas en el país, pidió al gabinete que
sesione fuera de Teherán para poder realizar una mejor evaluación
de la situación y mejorar los servicios de ayuda a los damnificados.
La ayuda, tanto nacional como internacional, sigue llegando.
De acuerdo con la agencia oficial Irna, 121 aviones extranjeros aterrizaron
el viernes en Irán y un centenar de camiones cargados de material
entra cada hora a la ciudad.
Ante la magnitud del desastre, inclusive Estados Unidos
ofreció asistencia y los iraníes tomaron la histórica
decisión de aceptarla, luego que un equipo de unos 20 estadunidenses,
dependiente del Departamento de Estado, aterrizó en el aeropuerto
de Bam.
Pero el portavoz del Ministerio iraní de Relaciones
Exteriores, Hamid Reza Asefi, rechazó la posibilidad de que las
relaciones irano-estadunidenses puedan reanudarse. "Cuando reinan la amenaza
y el miedo no se puede hablar de una mejora de las relaciones", expresó.
El hecho de que Irán aceptara la ayuda de Estados
Unidos alimentó especulaciones sobre la posibilidad de que se restableciera
el diálogo, roto en 1980 tras el secuestro de 50 diplomáticos
estadunidenses por un grupo de estudiantes islamitas en la embajada de
Teherán.
También contribuyeron a ello las declaraciones
del secretario de Estado Colin Powell, quien afirmó, en entrevista
con el diario The Washignton Post, que su país está
"abierto" al diálogo con Teherán.
Empero, horas más tarde el portavoz provisional
de la Casa Blanca, Trent Duffy, indicó que un descongelamiento de
las relaciones entre Estados Unidos e Irán implica que Teherán
tome en cuenta las preocupaciones estadunidenses sobre su presunto apoyo
a los grupos terroristas y su búsqueda de armas prohibidas.
"Powell conoce muy bien las condiciones que requiere el
diálogo", sentenció Asefi, y agregó que "Estados Unidos
debe cambiar primero de actitud, de cara a Irán".
Jatami también rechazó la posibilidad de
entablar un diálogo sin un "cambio profundo" en la actitud hostil
de Estados Unidos, al considerar que esta ayuda no "cambia absolutamente
en nada" sus relaciones.
El presidente iraní prometió que la ciudadela
de Bam, una de las joyas del patrimonio arquitectónico mundial,
destruida por completo por el sismo, será reconstruida, "sea cual
fuere su precio", mientras la televisión anunció que el gobierno
destinó 40 millones de dólares para la reconstrucción
de la ciudad.
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