México D.F. Martes 30 de diciembre de 2003
Deberá reflejar la amplitud intelectual
de Juan, subraya Mercedes de Oteyza
Homenaje digno de su talla, pide la familia de García
Ponce
Fue mi amigo más antiguo y lo llevo en el corazón,
expresó el Nobel Gabriel García Márquez en la funeraria
Los restos mortales del fallecido escritor fueron incinerados la tarde
de ayer
CESAR GÜEMES
La familia de Juan García Ponce, cuyo cuerpo fue
incinerado la tarde de este lunes, habla en voz de la señora Mercedes
de Oteyza, quien fue su compañera y luego se mantuvo a su lado como
amiga y depositaria del archivo del escritor.
''Estamos de acuerdo con el homenaje que las autoridades
culturales nos han planteado para recordar a Juan. Sólo que como
su familia buscamos que ese encuentro sea tan amplio y rico en expresiones
como lo fue su vida, que se refleje su interés y conocimiento por
la pintura, que se hable con profundidad de su variada obra escrita y que
se le valore como lo que es, uno de los escritores más prolíficos
de su generación. No tenemos prisa, es mejor aguardar un poco y
organizar un homenaje de la talla intelectual de Juan", explicó
De Oteyza.
Tributo bien preparado
Manuel
Felguérez, amigo de García Ponce desde la infancia y quien
pasó, al lado de Mercedes de Oteyza, el día 24 en casa del
prosista, concuerda con la idea de un homenaje de tal naturaleza: ''Es
muy difícil encontrar, entre sus contemporáneos, a un trabajador
de la letra tan completo como Juan. No lo recuerdo sino trabajando, con
excepción de los últimos días antes de su fallecimiento,
en los cuales su estado de salud le impedía cualquier otra actividad
que no fuera recibir a sus amigos, como fue el caso de Mercedes y mío".
En ello coincide también quien fue su asistente
y una de las personas más cercanas al autor, María Luisa
Herrera, una de las muy escasas personas con quienes accedió a conversar
el escritor Gabriel García Márquez, quien acudió a
la funeraria la mañana de este lunes.
Ante la pregunta de cuál ha sido hasta ahora la
respuesta de las autoridades culturales, la señora De Oteyza explica
a La Jornada: ''Se comunicaron con nosotros. Hablamos de manera
incipiente del homenaje y he pensado, en nombre de Juan y de quienes somos
su familia, que no deseamos a tres personas hablando en un foro solitario;
es necesario preparar muy bien ese trabajo porque la obra y la capacidad
de Juan lo merecen. No podemos despedirlo con algo menos digno que un homenaje
muy bien planteado".
Nunca se dejó vencer
María Luisa Herrera glosa para este diario la conversación
que mantuvo con el Nobel colombiano Gabriel García Márquez:
''Vino a despedirse de Juan y buscó hablar conmigo, pese a que no
nos conocíamos. Me agradeció lo que había hecho en
favor del quehacer de Juan y respondí que mi cercanía con
él no fue para obtener nada, que mi labor era motivada por la amistad
y por el respeto a su trabajo.
''García Márquez me contó que desde
hace buen tiempo no veía a Juan, pero que de vez en cuando le enviaba
saludos o inclusive llegó a llamarlo por teléfono para saludarse.
''Saber cómo lo recordaba fue no sólo reconfortante,
sino muy valioso, porque quedó claro que tenía para él
y su obra gran estima y consideración."
''Fue mi amigo más antiguo, desde hace mas de 50
años, y lo único que me tranquiliza es que sé que
todavía no ha acabado esa amistad... pero no se diga nada, le llevo
en el corazón'', expresó García Márquez.
Ni De Oteyza ni Felguérez desean que se recuerde
a un Juan García Ponce abatido, ''porque no lo estuvo. Nunca se
dejó vencer -apunta Mercedes de Oteyza-; todavía el día
25 que pasé a visitarlo jugamos dominó y me ganó con
gran habilidad".
Ausencia que no es una pérdida
Manuel Felguérez añade: ''Acostumbraba pasar
la Navidad con él, por lo menos desde hace 25 años. Este
año continuamos con la tradición. Sabía que Juan se
negaba a probar bocado, pero conseguimos que cenara, algo suave por cierto,
y también que compartiera un par de martinis. Si ya no hubo diálogo
propiamente hablando, por lo avanzado de su enfermedad, sí hubo
una comunicación muy grata. Juan se pasó ese día y
el siguiente e incluso el 26 de manera muy tranquila".
-¿Diría que se despidió de un hombre
feliz?
-Absolutamente, porque cuando llegó su muerte todo
ocurrió en un instante, no pasó por agonía. No podemos
ver en la ausencia de Juan una pérdida. Su obra es una enorme ganancia
para las letras mexicanas y fuera del país. A pesar de los pesares
escribió siempre. Alguien con más de 50 títulos publicados
jamás es un hombre triste o desdichado. Se fue con la noticia de
que sus obras completas estaban en proceso. Tuvo una vida absolutamente
plena y completa. Hizo lo que quiso. A la vida no se le puede pedir más.
Las cenizas de Juan García Ponce permanecerán
en su casa en Coyoacán, mientras el Fondo de Cultura Económica
anunció ayer que el tomo II de las Obras reunidas del fallecido
autor aparecerá el próximo marzo.
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